Fue el primer sultán de la dinastía ayubí, admirado tanto por musulmanes como por cristianos.


Defensor del islam y particularmente de la ortodoxia religiosa representada por el sunismo, unificó política y religiosamente el Oriente Próximo al combatir y liderar la lucha contra los cristianos cruzados y acabar con doctrinas alejadas del culto oficial musulmán que representaba el Califato abasí. Es particularmente conocido por haber vencido en la batalla de Hattin a los cruzados, tras lo cual volvió a ocupar Jerusalén para los musulmanes y se tomó Tierra Santa. El impacto de este acontecimiento en Occidente provocó la Tercera Cruzada liderada por Ricardo I de Inglaterra que se convirtió en mítica tanto para cristianos como para musulmanes.

el 4 de marzo de 1193 murió Saladino, el primer sultán de la dinastía ayubí y el principal héroe del mundo islámico, admirado también por los cristianos por su carácter noble y caballeroso. Saladino nació en 1138 en Tikrit (Irak), en el seno de una respetable familia kurda originaria de Dvin, una antigua ciudad de Armenia.

Saladino fue sultán de Egipto (1171-1193), donde reinstauró el sunismo, y de Siria (1174-1193), además unificó Oriente Próximo. En 1187 derrotó a los cruzados en la batalla de Hattin y conquistó Jerusalén, poniendo fin a casi nueve décadas de ocupación por parte de los cruzados, lo que provocó la Tercera Cruzada (1189-1192). Los cristianos, bajo el mando de Ricardo Corazón de León, no volvieron a tomar la ciudad, pero firmaron la paz con Saladino y recuperaron las plazas costeras que habían reconquistado.

Legado

Saladino se convirtió en una leyenda para musulmanes y cristianos; los primeros veían en su figura el momento de máximo esplendor de la civilización islámica, mientras que para los cristianos se convirtió en un valiente guerrero cuyos logros militares causaron el miedo a la par que la admiración por toda la cristiandad, lo que explica la multitud de leyendas que se extendieron por Europa y que hacen de Saladino un héroe de tintes cristianos. Saladino fue un hombre de gran inteligencia, uno de los grandes militares de todos los tiempos, con elevados valores de justicia y administración. Las obras públicas que llevó a cabo en El Cairo convirtieron a esta ciudad en una de las más avanzadas de su época, y su protección y fomento de las letras hicieron que éstas alcanzasen sus máximas cotas en el mundo árabe.

Su fama trascendió lo temporal y se convirtió en un símbolo de caballerosidad medieval, incluso para sus enemigos. Sigue siendo una figura muy admirada en la cultura árabe, kurda y religión musulmana.



Saladino murió en 1193, a la edad de 55 años, víctima de una enfermedad. En Occidente se convirtió en héroe de numerosas leyendas. Su tumba está situada junto al ala norte de la Gran Mezquita de Damasco, en la capital de Siria.

El Candelabro. Iluminando Mentes