Hercule-Savinien de Cyrano de Bergerac (París; 6 de marzo de 1619 – Sannois; 28 de julio de 1655), más conocido como Cyrano de Bergerac, fue un poeta, dramaturgo y pensador francés, coetáneo de Boileau y de Molière. Como intelectual, fue considerado libertino, por su actitud irrespetuosa hacia las instituciones religiosas y seculares. También se le tiene por uno de los precursores de la ciencia ficción. En la actualidad, es especialmente conocido por la obra de teatro Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand.
Nació en París el 6 de marzo de 1619, como cuarto hijo de Abel de Cyrano, abogado del Parlamento, y de Espérance Bellange. Pasó la mayor parte de su infancia en Saint-Forget (ahora Yvelines), para luego trasladarse a París, donde transcurrió casi toda su vida. Estudió en el colegio de Beauvais, a cuyo profesor Jean Graugier caricaturizó en El pedante engañado.
En 1638, adoptó el nombre de Bergerac, correspondiente a las tierras que compró su abuelo (Savinien I de Cyrano) al enriquecerse con su negocio de pescadería, adquisición que permitió a la familia de Hercule-Savinien entrar en el círculo de la pequeña nobleza.
Escogió la carrera militar alistándose en la Compañía de la Guardia, y se hizo célebre por su arrojo y sus numerosos duelos. Se retiró de la milicia en 1641, tras participar en los sitios de Mouzon y Arras y recibir una herida en la garganta durante este último; fue entonces cuando comenzó a frecuentar los círculos libertinos y a estudiar filosofía con Pierre Gassendi. Dilapidados sus escasos recursos a causa de su disipada vida, residió durante algún tiempo en casa del poeta y músico Charles Coypeau de Assoucy, de quien fuera amante, y renunció a la absoluta independencia; sin embargo, en 1647 heredó un modesto legado de su padre.
Rotas las relaciones en 1653, probablemente por celos, Bergerac le envió tales amenazas de muerte a D’Assoucy que propiciaron su alejamiento de París. El enfrentamiento continuó en una serie de textos satíricos que sendos escritores cruzaron: Bergerac escribió Contre Soucidas (un anagrama del nombre de D’Assoucy) donde denuncia su ateísmo y Contre un ingrat, ambas dentro de sus Cartas satíricas (donde también se recogen otras contra Paul Scarron, Montefleury, etcétera) e imaginó una vasta obra, L’autre monde, especie de nueva utopía (Cyrano conocía las de Tomás Moro y Tommaso Campanella), en la cual presentó, entre extravagantes fantasías, sus audaces ideas físicas y filosóficas, pero que no llegó a publicar en vida.
Durante las luchas de la Fronda escribió al principio violentas “mazarinadas”, pero luego puso su pluma al servicio del cardenal Mazarino. Protegido por el Duque de Arpajon, compuso una tragedia, La muerte de Agripina, que escandalizó por su descaro al ser representada en el Hôtel de Bourgogne en 1653 y conoció el fracaso.
Enemistado con su protector, murió el 28 de julio de 1655, en Sannois, a los 36 años, como consecuencia de las heridas que le causó una viga al caerle encima, aunque fue socorrido por su piadosa hermana Catalina, superiora del convento de las Hijas de la Cruz. Su amigo Le Bret publicó, extraído del manuscrito de L’autre monde, la Historia cómica de los estados e imperios de la Luna en 1657; más tarde, en 1662, apareció su Historia cómica de los estados e imperios del Sol.
Cyrano fue uno de los más importantes escritores del seiscientos francés, una personalidad verdaderamente ecléctica: novelista, dramaturgo, autor satírico, epistológrafo; antes de morir escribió el primer capítulo de un Trattato di fisica. Fue un libertino, poco antes de morir quería liderar una vanguardia cultural, una nueva filosofía de la vida.
Fue muy discutido y controvertido, y considerado, sucesivamente «un mártir libre-pensador» (Paul Lacroix), un «científico incomprendido» (Pierre Jupont, La obra científica de Savinien de Cyrano “Cyrano de Bergerac”, 1907), un «libertino sin arte ni parte» (Lechevre), un «racionalista militante» (Weber) y «pretendido alquimista» (Eugène Canseliet).
El Candelabro. Iluminando Mentes.