El Panteón de Agripa o Panteón de Roma es un antiguo templo romano —en la actualidad una iglesia—, situado en la ciudad de Roma, en el lugar de un anterior templo encargado por Marco Agripa durante el gobierno de Augusto. Fue terminado por orden del emperador Adriano y dedicado alrededor del año 126.
El Panteón de Roma
El Panteón de Roma (o Panteón de Agripa), es uno de los edificios de la antigüedad mejor conservados del mundo y el que mejor se conserva de toda la Antigua Roma.
Su nombre “Panteón”, significa templo dedicado a todos los dioses, y este a su vez deriva del griego “Πάνθειον” (Pántheion).
Este monumento de la época imperial, maravilla de la arquitectura, ha servido de fuente de inspiración tanto para grandes artistas, como el mismísimo Miguel Ángel, quien lo tomó como referencia para la construcción de la cúpula de la Basílica de San Pedro.
Su edificación fue encargada al arquitecto Apolodoro de Damasco, el mejor arquitecto de la época, por el mismísimo emperador Adriano alrededor del año 118 d.C en memoria del emperador César Augusto, y fue edificado sobre el antiguo Panteón construido por Marco Agripa.
Este templo que supuso una revolución constructiva, dotó de un enorme significado, simbolismo religioso y a la vez político a la Antigua Roma.
Agripa dedicó realmente el primigenio templo al culto de la dinastía Julio-Claudia, familia del emperador Augusto, por lo que probablemente estuvo dedicado a los protectores de esta familia: Marte, Venus y el divinizado Cayo Julio César.
Y existe una leyenda que narra que un antiguo brujo llamado Pietro Baialardo, muy popular en las leyendas medievales italianas, había hecho un pacto con el diablo. En este pacto Pietro recibió el gran Libro del comando, que estaba repleto de indicaciones de brujería y magia negra.
A la hora de su muerte, el brujo decidió refugiarse en el Panteón, lugar sagrado para los huesos de los mártires, por lo que al diablo le fue imposible entrar para llevarse su alma.
Y la leyenda cuenta que el diablo para descargar su ira empezó a dar vueltas y vueltas al templo, lo que terminó produciendo una zanja.
Y aunque esto es puramente una leyenda, lo cierto es que la fosa, según los expertos, fue creada para proteger al Panteón de Roma de las crecidas del río Tíber.
El Candelabro. Iluminando Mentes.