En la historia de la ciencia, la alquimia es una antigua práctica protocientífica y una disciplina filosófica que combina elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte.


Breve historia de la alquimia.


Aunque todo lo referente a esta extraña práctica está bañado por leyendas y sujeto la interpretación de cientos de símbolos que el hombre del siglo XXI olvidó hace mucho, la tradición marca los orígenes míticos del estudio de la alquimia en occidente, en el Egipto helenístico posterior a la conquista de Alejandro Magno. Fue el enigmático Hermes Trimegisto un sincretismo entre el dios heleno Hermes y su equivalente egipcio Toth, el patrón fundador de esta práctica.

El objetivo principal de la alquimia era conseguir mediante una compleja secuencia de disolución, mezcla y destilación de elementos la enigmática piedra filosofal, la cual además de convertir el plomo en oro otorgaba la vida eterna.

El camino para ello era complejo y requería según sus practicantes adquirir conocimientos científicos, filosóficos y espirituales ya que para la alquimia, el resultado era imposible de conseguir sin seguir un cuidadoso y complejo camino, donde el conocimiento del mundo exterior debía ir parejo al conocimiento del mundo interior del practicante.

Durante la edad media y la edad moderna numerosos personajes, símbolos hoy en día del avance científico de su época, practicaron la alquimia. Isaac Newton dedicó más tiempo al estudio de la alquimia que al de la física. Otros científicos como Robert Boyle, Ramón Llull o Tycho Brahe también dedicaron sus esfuerzos al estudio y la práctica de esta disciplina.

Para muchos, el último gran alquimista fue el enigmático Fulcanelli, misterioso personaje que vivió durante las primeras décadas del siglo XX y del que se cuenta consiguió trascender a un nivel de conocimiento superior al lograr destilar la piedra filosofal. Existe actualmente un pequeño grupo de alquimistas modernos, algunos de ellos pertenecientes al ámbito universitario, que continúan el trabajo de sus predecesores, aprendiendo a interpretar sus escritos y redescubriendo el significado de sus símbolos.

Y es que aunque hoy en día la alquimia no tenga ningún crédito para la ciencia moderna, no debemos olvidar que durante siglos fue primero la semilla y luego el brote que acabó convirtiéndose en el estudio de la física y la química modernas.


El Candelabro. Iluminando Mentes.