El Museo del Louvre se encuentra alojado en el Palacio del Louvre, una fortaleza del siglo XII que fue ampliada y reformada en diversas ocasiones. Antes de que se convirtiera en museo, algunos monarcas como Carlos V y Felipe II utilizaron el palacio como residencia real en la que acumulaban sus colecciones artísticas.
SALAS de ARTE ETRUSCO, GRIEGO y ROMANO en el LOUVRE

El departamento griego, etrusco y romano del gran Museo del Louvre, exhibe piezas de la cuenca mediterránea que datan del Neolítico al siglo VI. La colección abarca desde el período de las Cícladas hasta el declive del Imperio Romano. Este departamento es uno de los más antiguos del museo; comenzó con el arte real apropiado, parte del cual fue adquirido bajo Francisco I. Inicialmente, la colección se centró en esculturas de mármol, como la Venus de Milo. Obras como el Apolo de Belvedere llegaron durante las guerras napoleónicas, pero estas piezas fueron devueltas después de la caída de Napoleón I en 1815. En el siglo XIX, el Louvre adquirió obras como jarrones de la colección Durand, bronces como el Vaso Borghese de la Biblioteca Nacional de Francia.
Lo arcaico esta representado en las joyas y piezas como la Dama de Auxerre de piedra caliza, del 640 a. C.; y la cilíndrica Hera de Samos, c. 570-560 aC. Después del siglo IV a. C., aumentó el enfoque en la forma humana, ejemplificado por el Gladiador Borghese. El Louvre alberga obras maestras de la época helenística, como la victoria alada de Samotracia (190 a. C.) y la Venus de Milo, símbolo del arte clásico. La larga Galerie Campana muestra una destacada colección de más de mil piezas de alfarería griega. En las galerías paralelas al Sena, se exhibe gran parte de la escultura romana del museo. El retrato romano es representativo de ese género; los ejemplos incluyen los retratos de Marco Vipsanio Agripa y Marco Annio Vero; entre los bronces está el griego Apolo de Piombino.

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