Fue conocido por sus soldados como «Taita Cáceres», mientras que los chilenos le apodaron «El Brujo de los Andes», debido a que solía evadir las maniobras …



LA HUARIPAMPEADA DE CÁCERES.


De todas las historias del “Brujo de los Andes”, es quizá la “Huaripampeada” la más fascinante. La “huaripampeada” fue una estrategia que utilizó Andrés A. Cáceres para lograr ocupar la ciudad de Lima, donde se encontraba gobernando Miguel Iglesias, luego de haber firmado el Tratado de Ancón.

El 27 de agosto de 1884 Cáceres intentó asaltar la ciudad de Lima y sacar a Iglesias de Palacio de Gobierno, pero fue combatido en las calles. No le quedó más que abandonar Lima y dirigirse a Arequipa, donde pudo organizar mejor sus tropas.

Luego se dirigió a Ayacucho y finalmente a Jauja, donde preparó su estrategia.
Enterado de la presencia de Cáceres en Jauja, Miguel Iglesias envió a sus tropas a la zona al mando del coronel Gregorio Relayze, para capturarlo.

Cáceres envió a la mitad de sus tropas para simular un enfrentamiento, logró así entretener a las tropas de Relayze y les hizo creer que habían sido derrotados, iniciando una retirada.

Convencidos de su victoria las tropas de Relayze se dirigieron a Huancayo donde informaron por telégrafo a Lima, de lo que había sucedido.

Mientras esto ocurría, una parte del ejercito de Cáceres esperaba en Huaripampa, a unos kilómetros de Jauja. Se acercaron y cortaron los puentes, aislando a las tropas de Relayze al otro lado del río Mantaro, impidiendo que pudieran volver a Lima.

Los caceristas se dirigieron a Chicla donde lograron capturar un tren lleno de armas y municiones, desde allí se embarcaron las tropas en los vagones y llegaron de sorpresa a Lima.

En Lima, las noticias de la derrota de Cáceres se habían propagado, no imaginó Miguel Iglesias que Cáceres ingresaría a Lima el 28 de noviembre con sus tropas, sin tener tiempo para reaccionar, pues gran parte de su ejército se había quedado atrapada en Jauja.

Entre el 29 y 30 de noviembre de 1885 las tropas de Cáceres atacaron a los pocos defensores de Miguel Iglesias, hasta cercarlos en las calles cercanas a la plaza mayor de Lima. Iglesias tuvo que renunciar al gobierno el 2 de diciembre de 1885.

Esta es la “Huaripampeada”, la cual queda en las páginas de la historia peruana como una de las tácticas militares más brillantes del “Brujo de los Andes”.


El Candelabro. Iluminando Mentes.