Los artistas más creativos tienden a puntuar alto en escalas de psicoticismo, lo que resulta en características personales concretas: egocentrismo, frialdad emocional, impulsividad y agresividad. Mientras que, lo científicos reconocidos suelen ser más críticos, precisos, preocupadizos, introvertidos y serios.

Relación entre la genialidad y la locura
Desde la Grecia antigua se había señalado una posible asociación entre la locura y la genialidad. Se creía que los poetas y los sacerdotes se comunicaban con los dioses. Se interpretaba que la locura provenía de los dioses y la cordura era exclusivamente humana.
La locura es un estado patológico de la mente del ser humano en la cual el paciente no puede hacer uso de la razón.
La relación entre la inteligencia creativa y la enfermedad mental ha sido estudiada a través de los años.
Si bien la enfermedad mental produce brotes de cratividad y pensamiento productivo, también tiene efectos nocivos.
“El genio no es un enfermo mental, pero, en caso de serlo, sabe aprovechar sus brotes para crear cosas fantásticas”
Demócrito se quitó la vista para poder pensar con mayor lucidez y crear la teoría sobre la estructura del átomo. Fue tachado de loco. En el cerebro de Albert Einstein había anomalías estructurales en el lóbulo izquierdo que podrían estar relacionadas con la genialidad del creador de la teoría de la relatividad.
El poeta Antonin Artaud, que sufría trastorno bipolar, dirigió el laboratorio de experimentación de los surrealistas, empeñados en desentrañar y aprovechar al máximo los mecanismos del cerebro y de la locura -Dalí y su método paranoico-crítico es uno de sus exponentes-.
Son bien conocidos los trastornos mentales del genial pintor Vicent Van Gogh, del matemático John Nash -que inspiró la película Una mente maravillosa- y del compositor Robert Schumann. En muchos artistas famosos (Gauguin, Tolstói y Chaikovski, entre otros), la fuerza creadora se acompañaba de una inestabilidad psíquica o enfermedad mental.
Platón atribuía a una suerte de «locura sacra» el fundamento de toda creatividad.
«Cuando se juntan una notable inteligencia y un temperamento psicopático, estamos ante las mejores condiciones posibles del tipo de genio eficaz que figura en los libros de historia», opinaba William James (1842-1910).
Miguel de Cervantes y William Shakespeare son considerados como los máximos exponentes de la literatura mundial, uno en el idioma español y el otro en inglés. Lo interesante es que ambos autores basan sus obras en la locura, Cervantes en Don Quijote y Shakespeare en Hamlet. Los personajes principales de ambas obras padecen de diferentes gradaciones de locura.
Don Quijote enloqueció tras leer muchos libros sobre la caballería y además se considera un loco de amor, por su amor por Dulcinea, un personaje inexistente en la obra literaria. Su locura era real.
Don Quijote se consideraba como un buen ser humano que quería mejorar el mundo. Al principio de la obra los personajes se burlan de él, pero al final lo llegan a admirar por su gallardía y por sus hazañas. Don Quijote recobra la cordura un tiempo antes de morir.
Por otro lado, la demencia de Hamlet era fingida y con deseos de venganza. Contrario a Don Quijote Hamlet no quiere cambiar el mundo, su actuación es más egoísta. Cada personaje tiene una opinión diferente con respecto a la locura de Hamlet. Al estar locos, ambos personajes, no se dan cuenta de las penas que los afligen por estar padeciendo de una enfermedad mental.
En las respectiva obras también ambos viajan mucho; esto se consideraba como una forma de terapia para las locuras para esa época. Hamlet al igual que Don Quijote muere cuerdo.
Ambos autores, Miguel de Cervantes y William Shakespeare murieron el 23 de abril de 1616.
El poeta inglés George Gordon Byron (Lord Byron) cuando dijo, “Todos los de nuestra clase estamos locos”.
Los desórdenes psiquiátricos como depresión, bipolaridad y esquizofrenia han afectado a poetas, escritores, músicos y pintores tales como Vincent van Gogh, Virginia Woolf, Ernest Hemingway, Mozart, Beetowen, Franz Liszt, Isaac Newton y otros.
Estos genios tienen una incidencia de suicidio del doble de la población general.
Federico Nietzsche dijo, “En los humano, la locura individual es cosa rara, pero en grupos, partidos y naciones es la norma”.
Por tanto aunque no somos genios debemos mantener nuestra cordura ante los problemas.
Ahora bien, ni todos los genios están locos, ni todos los locos son genios.
Pero… “de poetas y locos, todos tenemos un poco”.
En resumen y para terminar, decía Edgar Allan Poe: “Los hombres me han llamado loco; pero todavía no se ha resuelto la cuestión de si la locura es o no la forma más elevada de la inteligencia, si mucho de lo glorioso, si todo lo profundo, no surgen de una enfermedad del pensamiento, de estados de ánimo exaltados a expensas del intelecto general. Aquellos que sueñan de día conocen muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.”

El Candelabro. Iluminando Mentes.
Muy bueno!!! Saludos