El término “nudo gordiano” ha permanecido en el lenguaje para dar nombre a una dificultad que no se puede resolver, a un obstáculo difícil de salvar. Y “cortar el nudo gordiano” significa resolver tajantemente y sin contemplaciones un problema. Implicaba el lema, no importa el medio con tal de conseguir el objetivo.

Leyenda Griega
“Tanto monta desatarlo como cortarlo”
Según una antigua leyenda griega, un labrador de Frigia (actual Anatolia, en Turquía) que tenía por toda riqueza su carreta y sus bueyes. Fue elegido por los frigios cuando decidieron que necesitaban un rey. Pues al consultar al oráculo, éste les respondió que se escogieran al primer hombre que vieran subido en un carro. Aquel hombre fue Gordio el labrador.
Proclamado rey de Frigia, fundó la ciudad que lleva su nombre y, en señal de agradecimiento, ofreció al templo de Zeus su carro que era su antigua y única posesión, ato la lanza y el yugo con un nudo cuyos cabos se escondían en el interior, tan complicado según cuenta la leyenda que nadie lo podía soltar.
Cuando Alejandro Magno emprendía su camino para conquistar el imperio persa, cruzó el Helesponto y conquistó Frigia, donde se enfrentó al reto de desatar un mítico nudo.
Alejandro se vio sumamente atraído por la leyenda e intentó beneficiarse del esoterismo y las creencias locales, pues según las creencias de Frigia, un antiguo oráculo estableció que aquel que consiguiese deshacer el nudo se convertiría en el Rey de Frigia, y se le abrirían las puertas de toda Asia.
Sin dudar, el rey Macedonio cortó el nudo gordiano al pronunciar las palabras: “tanto monta desatarlo como cortarlo”. Lo hizo así de simple porque tenía una espada, porque tenía imaginación y porque fue valiente.
Esa noche hubo una tormenta de rayos que iluminaron el cielo. Este hecho simbolizó, según Alejandro, que Zeus estaba de acuerdo con la solución que tomó con respecto al fuerte nudo. Once años más tarde, el griego conquistó todo el oriente y su imperio se extendió desde Grecia y Egipto hasta el valle del rio Indo.

El Candelabro. Iluminando Mentes.