William Shakespeare fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo de Avon, Shakespeare es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal



¿Dónde nos podemos encontrar con Shakespeare en la cultura popular?


Estamos acostumbrados a pensar en Shakespeare como un escritor clásico que se pone en escena infinitamente y se discute más de lo que en realidad se lee. Pero, de hecho, el camino de Shakespeare hacia la aceptación universal fue difícil y largo. Sin embargo, si damos un vistazo a la cultura de masas, encontraremos muchas ideas suyas.


Veamos dónde podemos toparnos con conceptos shakespearianos.


Un par de palabras sobre el propio Shakespeare

William Shakespeare es un gran dramaturgo inglés de los siglos XVI-XVII, cuya personalidad todavía genera muchas preguntas. ¿Cómo pudo un actor pobre y sin educación superior construir una carrera increíble y convertirse en un dramaturgo del principal teatro real, lanzando una obra maestra de nivel de Macbeth cada seis meses y valiéndose de un vocabulario de más de 20,000 palabras contra 4,000 de un hombre común de la época?

Pero Shakespeare no se convirtió de inmediato en una figura tan importante como lo es ahora. Por mucho tiempo, hasta que llegó el romanticismo, se consideró solo un dramaturgo inglés más. Fue con la mano ligera de los románticos, en particular Goethe en Europa y Pushkin en Rusia, que Shakespeare se convirtió en una figura de culto. El romanticismo adoraba el teatro de Shakespeare, las colisiones y los sentimientos y pasiones acaloradas de sus obras. Desde entonces, se han escrito miles de libros sobre él, en gran parte gracias a los cuales Shakespeare se convirtió en una parte integral de la cultura popular.

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Los argumentos de Shakespeare


Shakespeare prácticamente no inventaba argumentos, sino que los tomaba de la cultura popular de su tiempo. Elegía imágenes arquetípicas, como dos amantes que no estaban destinados a estar juntos, u optaba por tragedias de venganza, que antes de él ya formaban parte de la cultura europea.

Por ejemplo, la fábula de Romeo y Julieta (1595) está basada en el poema de Arthur Brooke La trágica historia de Romeo y Julieta (1562) y, si entramos en detalles,en Las metamorfosis de Ovidio (siglo I). Y Hamlet es una historia clásica de venganza, prestada de una crónica danesa del siglo XII.

La habilidad de Shakespeare radica en el hecho de que logró reescribir historias conocidas de tal manera que fuera su interpretación la que se convirtió en canónica.


Shakespeare en la cultura pop


¿Dónde podemos encontrar a Shakespeare, además del teatro? La respuesta es muy simple: literalmente en todas partes. Desde cómics hasta videojuegos, desde anuncios hasta dibujos animados.

El musical de culto West Side Story (conocido en Hispanoamérica como Amor sin barreras) es una nueva recreación de Romeo y Julieta, donde la enemistad familiar es reemplazada por un conflicto de pandillas callejeras. La historia de amor juvenil se convierte en un símbolo de amor que supera las fronteras: religiosas, políticas, históricas y familiares. Tomemos otro ejemplo, la película Memorias de un zombie adolescente (conocida como Mi novio es un zombie en Hispanoamérica), donde el conflicto principal de dos amantes de diferentes mundos se conserva por completo.

A su vez, el dibujo animado El rey León es una adaptación libre de Hamlet, donde vemos al rey, asesinado por su propio hermano, y al fantasma del padre de Simba, Mufasa, que, por supuesto, nos recuerda la aparición del fantasma del padre de Hamlet.

Es decir, las tramas de Shakespeare adquieren nuevas encarnaciones, pero los conflictos internos enfatizados por el dramaturgo inglés continúan siendo relevantes hasta ahora.

Una opción creativa es el uso de la imagen de Shakespeare en un anuncio de Red Bull que responde de forma irónica a una pregunta muy compleja: ¿cómo Shakespeare logró crear sus obras tan rápidamente? O el detergente Ariel, que lleva el nombre de la heroína (o héroe) de La tempestad de Shakespeare, que suele representarse normalmente con ropa completamente blanca.


En resumen:


La dramaturgia de William Shakespeare puede parecer pasada de moda y aburrida. Pero incluso si uno no recurre directamente a Shakespeare, sus tramas, imágenes, ideas y citas se utilizan constantemente en la cultura popular, por lo tanto, de alguna manera las conocemos. ¿No es una buena excusa para recurrir a la fuente original?



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