Las expresiones teoría conspirativa, se usan para referirse a ciertas teorías alternativas a las oficiales que explican un acontecimiento o una cadena de acontecimientos, comúnmente, de importancia política, social, económica, religiosa o histórica, por medio de la acción secreta de grupos poderosos, extensos y de larga duración, y además en tono peyorativo  para descalificar esas teorías.



¿Por qué la gente cree en las teorías de conspiración?


La teoría de tierra plana, reptiloides, esclavización a través de torres 5G… Pase lo que pase en el mundo, enseguida surgen docenas de teorías de conspiración que explican la verdadera causa de los conflictos, los resultados de las elecciones o revelan un complot de los estados líderes y se respaldan con argumentos y pruebas irrefutables. Se propagan al instante y encuentran apoyo de muchos seguidores.

Este no es un problema exclusivo de nuestro tiempo, sino de toda la historia de la humanidad, solo que ahora estas teorías son mucho más fáciles de encontrar en Internet. Recuerda, por ejemplo, la conspiración masónica. Las teorías sobre esta asociación se hicieron especialmente populares ya en el siglo XVIII.

Pero, ¿por qué seguimos creyendo en las teorías de conspiración? Vamos a considerar esta cuestión desde una perspectiva psicológica.


¿Cómo surgen las teorías de conspiración?


La teoría de conspiración es un concepto que explica fenómenos importantes de la vida social o eventos históricos (crisis económicas, epidemias, guerras) como resultado de una conspiración de un determinado grupo de personas. A menudo las teorías similares hablan de una fuerza secreta que controla todo el mundo y provoca acontecimientos terribles que suceden con la humanidad.

Un conspirador, revelando los motivos de las acciones de una organización secreta, descubre las causas “verdaderas” de los eventos y comparte sus pensamientos con todos que lo escuchen, respaldando sus palabras con argumentos y pruebas bastante creíbles. Debido a esto, muchas teorías parecen simples y lógicas: combinan muchos eventos que, a primera vista, no están relacionados de ninguna manera, y les dan sentido.

Para nuestro cerebro es muy conveniente percibir tal explicación, porque todos los días trata de vincular todo lo que sucede en una cadena lógica para crear una visión holística del mundo. Las teorías de conspiración, por un lado, ayudan al cerebro a estructurar y simplificar la información, dando explicaciones comprensibles a varios fenómenos, y por el otro lado, conducen a errores de pensamiento.


Errores de pensamiento


Nuestra psique se resiste al mundo real, porque lo considera inseguro, y a menudo no resulta ser lógico, sino caótico. Y la tarea de nuestro cerebro es procesar rápidamente la información y construir conexiones entre los objetos para elegir una estrategia de comportamiento. A veces, estas conexiones se alinean de manera incorrecta y, como resultado, se forman sesgos cognitivos.

Por ejemplo, puede parecer que viajar en avión es peligroso, porque regularmente se oyen noticias sobre accidentes aéreos, pero las estadísticas muestran que la mortalidad por accidentes de tráfico es mucho mayor, solo que estos casos se reflejan menos en los medios de comunicación. Este sesgo cognitivo se ha denominado heurística de disponibilidad.

Los errores de pensamiento nos impiden construir una imagen objetiva del mundo y percibir la realidad tal como es. Las teorías de conspiración construyen un modelo del mundo cómodo y simple para la psique y nos tranquilizan porque explican la causa de su crueldad e injusticia por una mala intención de alguna persona.

Paradójicamente, es más fácil para nosotros sobrevivir a un evento trágico (crisis económica, epidemia) si sabemos quién es el culpable.


Pensamiento crítico


El pensamiento crítico es la capacidad de una persona de analizar una situación, cuestionar la información recibida y sacar conclusiones informadas. Este tipo de pensamiento comienza a formarse en la infancia, cuando los padres le dan al niño la oportunidad de analizar lo que está sucediendo y el derecho a discutir y defender su punto de vista. Si esto no sucede y los padres no le explican al niño la razón de los eventos, simplemente diciendo “porque yo lo digo”, puede afectar negativamente su percepción del mundo en el futuro.

Las personas con alto nivel de pensamiento crítico creen menos la información falsa y comprueban teorías y términos desconocidos antes de creerlos.


Trastorno delirante


Un caso extremo de fe en las teorías de conspiración es un trastorno delirante. En este caso, una persona no solo cree, sino que a menudo crea su propia teoría de conspiración para explicar ciertos eventos. El delirio en sí está muy bien sistematizado, y el paciente puede darle una explicación bastante lógica. Por ejemplo, puede pensar que debido a sus conocimientos, los servicios de la inteligencia lo vigilan para que no pueda compartir la verdad con otras personas.

A pesar de que el delirio es a menudo un síntoma de esquizofrenia, no se debe confundir estas enfermedades. La esquizofrenia, además del delirio en sí, a menudo se caracteriza por alucinaciones y problemas de rendimiento. ¡Este trastorno solo puede ser tratado por psiquiatras con farmacoterapia!


¿Qué tenemos al final?


Las teorías de conspiración estuvieron en gran demanda a lo largo de la historia humana, ya que proporcionan una explicación simple y comprensible del mundo y los acontecimientos. Por supuesto, conocemos muchas conspiraciones que existieron en la realidad, pero hay una gran diferencia entre un hecho histórico y una explicación mística de lo que pasa.


En cada situación, es importante mantener la mente fría y prestar atención a los hechos confiables para evitar que te engañen otras personas.



El Candelabro. Iluminando Mentes