En griego antiguo, Perséfone significa “La que lleva la muerte”. Es la reina del inframundo y guardiana de los secretos muertos. Hija de Zeus y Deméter, la diosa de la primavera. Es una de las diosas más conocidas en la mitología griega.

El mito del rapto de Perséfone por parte de Hades, el dios del Inframundo, es uno de los más famosos e importantes de la mitología griega. Entre otras cosas, esta narración propone una explicación a la sucesión de las estaciones del año.
Perséfone era hija de Zeus y de Deméter, la diosa de la agricultura. Se caracterizaba por su belleza y por su ternura. De hecho, era tan hermosa que Hades se obsesionó con ella.
En una ocasión, cuando Perséfone se encontraba recogiendo flores junto a algunas ninfas, Hades apareció sorpresivamente. Con el consentimiento de Zeus, el dios del Inframundo raptó a la doncella y la mantuvo cautiva en su reino.
Al enterarse de la desaparición de su hija, Deméter comenzó a buscarla. Incansablemente, escudriñó cada rincón del planeta pero no pudo dar con ella. Zeus, que conocía lo que había pasado, se mantuvo en silencio.
Como Deméter era la diosa de la agricultura, su cansancio y su tristeza provocaron que la tierra se volviera esteril. Por un largo tiempo, los campos fueron improductivos y hubo grandes hambrunas.
Finalmente, Helios, la personificación del sol, le contó a Deméter lo que había sucedido: él lo había visto todo desde el cielo. Rápidamente, la diosa fue a reclamarle soluciones a Zeus.
Muy a su pesar, el rey de los dioses no tuvo más alternativa que intervenir. Así, ordenó a Hades que regresara a Perséfone al mundo de los vivos.
Sin embargo, antes de devolver a la joven, Hades la convenció de que comiese seis semillas de granada, ya que sabía que quien probara la comida del Inframundo nunca podría escapar realmente de allí.
Hades devolvió a Perséfone a los brazos de su madre, pero le advirtió que, porque había ingerido esas semillas, la joven estaba obligada a regresar al Inframundo cada medio año, por el resto de la eternidad.
De este modo, mientras Perséfone pasa la mitad del año junto a su lado, Deméter es feliz y los campos son fértiles: estos son los meses de primavera y verano. En cambio, cuando Perséfone está en el Inframundo, Deméter se entristece y los campos se vuelven estériles: estos son los meses de otoño e invierno.

El Candelabro. Iluminando Mentes