Según este mito, Hermes, mensajero de los dioses, llevó un día al bebé hasta Hera (Juno) para que amamantara su leche y obtuviese la inmortalidad mientras ella dormía, pero de repente la diosa se despertó y lo empujó lejos. Las gotas de la leche saliendo a borbotones crearon la Vía Láctea.



“LA VÍA LÁCTEA, LA LECHE DERRAMADA POR LA DIOSA HERA”


El concepto proviene, una vez más, de la mitología griega, ésta se refiere concretamente a la leche materna de la diosa Hera. Como muchas civilizaciones antiguas, los griegos fueron grandes astrónomos. Pasaron mucho tiempo estudiando el cielo, nombrando estrellas y constelaciones, relacionándolas así con sus mitos y leyendas. Así le adjudicaron a la diosa Hera, esposa de Zeus, la creación de la Vía Láctea.

El mito tiene dos versiones pero ambas están relacionadas con otro personaje mitológico: Heracles. Según el mito, Zeus siempre tuvo aventuras amorosas con otras divinidades y con mortales. Una de sus conquistas fue Alcmena, hija del rey Electrión de Micenas y esposa de Anfitrión. Zeus aprovecho que su esposo estaba ausente para tomar su forma y así unirse a Alcmena.

Cuando Anfitrión regresó, también pasó la noche con ella y, de esa forma, Alcmena quedó embarazada de ambos. De su unión con Zeus nació Heracles, y de Anfitrión, Ificles. Antes de nacer, ya el poderoso Zeus se sentía orgulloso de su hijo, lo que despertó una gran ira en su esposa Hera.

Hera quiso complicar el nacimiento de Heracles, quien permaneció diez meses en el vientre de su madre. Cuando Heracles era aún un bebé, la diosa le envío dos serpientes para asesinarlo mientras dormía en su cuna, pero Heracles al ser un semidios, estranguló las dos serpientes gracias a su fuerza. Aún así, Heracles era mortal y sólo lograría la inmortalidad si mamaba del seno de Hera.

Aquí aparecen las dos versiones sobre la Vía Láctea. La primera nos dice que el dios Hermes, mensajero de los dioses, llevó al niño donde Hera mientras ella dormía y lo puso en su pecho para que se amamantara de su leche divina, pero al despertar y descubrir a Heracles, la diosa lo retiró bruscamente y la leche siguió manando, esparciendose por el universo y dando origen a la Vía Láctea.

La segunda versión dice que Hera y Atenea paseaban por el campo cuando vieron a un niño sobre la fresca hierba. Enternecida, Atenea convenció a Hera de que lo amamantara y ésta accedió, sin saber que se trataba de Heracles. El niño chupo la leche con tanta fuerza que hirió a la diosa y ésta lo apartó vigorosamente, mientras la leche siguió fluyendo hasta formar la Vía Láctea.

En cualquiera de las dos versiones, la leche ingerida por Heracles, bastó para que el niño alcanzara la fuerza olímpica de los dioses.



El Candelabro. Iluminando Mentes