La conferencia de Yalta fue la reunión que mantuvieron antes de terminar la Segunda Guerra Mundial Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt, como presidentes de Gobierno de la Unión Soviética, del Reino Unido y de Estados Unidos, y que tuvo lugar en el antiguo palacio imperial de Livadia, en Yalta.

La Conferencia de Yalta
4 de Febrero de 1945, alrededor de una mesa colmada de sanguchitos de miga, salame, queso, whisky, brandy, bourbon y suponemos muchísimo vodka, se van a juntar los que venía ganando la Segunda Guerra a ver que cuernos iban a hacer cuando la ganasen.
Bueno, no se juntó el resto del mundo precisamente sino los mandamases de los países que creían que eran mas vencedores que los otros que tambien habian mandado gente a pelearse con los soldados del salieri de Chaplin.
Se juntaron entonces, en el Palacio Imperial de Livadia en Yalta (actualmente ubicado en Crimea) El presidente de los EE.UU Franklin Delano Roosevelt, el Primer Ministro Británico, Winston Churchill y el Premier Soviético Iosif Stalin.
No era la primera vez que estos tres se juntaban a ver que hacían cuando ganasen la guerra, la primera vez fue en el 42 en Moscú, luego en Casablanca y en el 43 primero se juntaron en El Cairo y después en Teherán.
Pero, en Yalta se armó la rosca, y muchos historiadores consideran ésta conferencia como el inicio de la Guerra Fría (ese conflicto no declarado que duró hasta los 90 cuando la U.R.S.S implotó por su propia inviabilidad, en el que los yankis y los rusos tomaron al mundo de rehén mientras hacían competencia a ver quien la tenía más larga).
Pero, ¿Qué acordaron en Yalta?. Para empezar, que a partir del momento que Alemania se rindiera,
Europa se consideraba “Liberada” y que todos los territorios europeos iban a tener elecciones democráticas (pero los territorios soviéticos, serían de una democracia de partido único y al que no le gusta, al Gulag)
Que cuando terminar de armar las Naciones Unidas, iban a crear un consejo de seguridad, y que Ucrania y Bielorrusia iban a tener un banquito propio.
Los otros dos temas generales que tenían para tratar los patearon para adelante, a saber, los crímenes de guerra (al parecer no querían ofender a Stalin) y la cuestión de límites entre Italia, Yugoslavia y Austria.
Ahí pasaron a un cuarto intermedio, sirvieron mas vodka y más whisky, Churchill se prendió un puro y volvieron a hablar ésta vez sobre Alemania. Concretamente, determinaron que a Alemania la iban a desarmar completamente y que las tres potencias iban a ser garantes de éste desarme.
Además, iban a dividir Alemania en tres partes, un tercio (Turingia, Sajonia, Mecklemburgo, Brandenburgo y Antepomeriania) se los queda Stalin, las dos partes restantes se las quedan los Ingleses y los Yankis, y éstos últimos les tiran una soga a los franceses dándoles una partecita de su tercio, aunque no los invitaron a la conferencia porque todos concluyeron que De Gaulle era infumable y mejor tenerlo lejos.
Que como Alemania había iniciado el despelote, le iban a cobrar los gastos y que Alemania podría pagarlo con plata, trabajo, especias o como pudiere, la suma fueron unos 20.000 millones de dólares y EE.UU se ofreció luego amablemente a prestarles la plata para pagarles a todos, y que se la devolvían a precio de amigos, con rebajas y descuentos si les dejaban llenar la RFA con misiles nucleares y bases militares.
Luego de un segundo intermedio lleno de sanguchitos y mas vodka decidieron que Polonia va a tener un Gobierno Provisional, y que van a llamar a elecciones democráticas (que se hicieron pero más arregladas que la final de la Copa Argentina de Boca contra Rosario Central). Y que les iban a pagar una indemnización por las tierras que les afanó Alemania, pero que le iban a dejar el control y supervisión a la U.R.S.S
También dijeron que Yugoslavia iban a hacer “algo”, sin especificar bien que “algo” pero ese “algo” iba a unir a los gobiernos monárquicos con los comunistas (Ese “Algo” fue el Mariscal Tito, pero ese es otro tema).
También filosofaron sobre Japón, y Stalin le dijo a Roosevelt, vos fuma pibe, yo cuando Alemania se rinda, antes de tres meses te mando las tropas a darte una mano, eso si, me das a cambio Sajalín y las Kuriles y me firmas estos acuerdoskys comerciales. Roosevelt habria dicho, no hay drama, tratá con mi asistente, te presento a la Chechu, quien ipso pucho le mandó una cartita “Dear Anatoly, güi güant chu negocieit”.
Pero, a Churchill no le gustó un pomo que los Soviéticos quedasen con Polonia, y como que no reconoció parte del acuerdo, Roosevelt quiso poner paños fríos y amigar a los otros dos, mandó un par de cartas pero después se murió y muerto el Franklin, vino el Harry, que soltó dos paquetes bastante jodidos en Hiroshima y Nagasaki, hizo que Stalin abriera los ojos como platos y dijera.. ah no , eso si que no! y empezara a abroquelarse en el Este, mientras preparaba sus propios paquetitos por si las dudas.
Y como si esto fuera poco, todo el resto de los países participantes en la Segunda Guerra Mundial, pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron que éstos tres ya se habían repartido la torta y los habían dejado afuera, pero bueno, mas que estar enojaditos no podían ya que éstos tres eran los únicos que tenían suficientes armas como para bancarse la patoteada.
Todo esto, meses antes que la guerra termine en Europa y muchos más faltaban para que termine del todo en el Pacífico… hablame de contar los pollitos antes de que nazcan.

El Candelabro. Iluminando Mentes