La periodización de las cuatro edades de la historia (Antigüedad, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea) es una forma relativamente reciente de dividir el pasado de la humanidad. Esta es la razón por la que, hoy en día, esta periodización es la más habitual y generalmente aceptada.



EDADES HISTÓRICAS



La Historia es la disciplina que estudia los hechos ocurridos en el pasado. Con el fin práctico de facilitar su estudio, los historiadores han dividido estos sucesos y procesos en distintas fases llamadas edades históricas.

Las edades históricas son cinco: Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. Están separadas entre sí por hechos de gran importancia que trajeron profundos cambios para la humanidad. Así, por ejemplo, el final de la Edad Antigua está marcado por la caída del Imperio romano de Occidente y el final de la Edad Media está delimitado por la caída del Imperio bizantino.

Las edades son los períodos más amplios dentro de la historia. A su vez, éstas pueden dividirse en épocas, que abarcan períodos más breves o que solo fueron relevantes en un lugar en específico.

La Historia es una disciplina sumamente útil: conocer nuestro pasado tiene un gran valor porque nos permite evitar errores y actuar mejor en el presente.

El nombre “Historia” proviene del antiguo griego y significa “conocimiento adquirido mediante la investigación”. La Historia es una ciencia humana que emplea la narrativa como herramienta para investigar, describir, examinar, cuestionar y analizar los hechos pasados.

El historiador griego Heródoto es considerado el “padre de la historia”. Sus trabajos, escritos en el siglo V a. C., sentaron las bases para el estudio moderno de esta disciplina. De hecho, los textos de Heródoto aún se mantienen vigentes y siguen siendo leídos y estudiados en la actualidad.



El Candelabro. Iluminando Mentes