La empatía es la habilidad de entender y compartir los sentimientos y las experiencias de las demás personas. Es imaginarte a ti mismo en la piel de otro. Sentir lo que sienten los demás, vernos a nosotros mismos y al mundo desde su punto de vista.

EMPATIA
Hay cualidades que de poner en práctica resuelven el estado crítico de nuestra civilización, ego individualista. Esas cualidades son virtudes de vida, y como tales, tienen la capacidad de resolver problemas de comunicación y entendimiento, pero tenerlas es un don o una conquista, requiere un gran ascenso de espíritu: sabiduría y moral.
Propongo las siguientes reflexiones para localizar una cualidad o virtud, cuyo ejercicio puede desenredar nuestros enredos, capitalistas y nacionalistas.
No solo debemos cultivar la mente sino igualmente el corazón, porque el alma crea (desde su consciencia-conciencia) esas ideas de sí que la mueven, (y a las que llama su mente), porque ejerce la vida desde el corazón, con la sensibilidad del alma y la razón humana que la mueve.
El corazón es el hogar del alma. Lo que llamamos mi mente es nuestra reacción creativa o crecimiento de ideas, en conciencia, como criterio de recuerdos y esencia del espíritu.
La cultura de un alma, que vive su proceso de vida como ser humano, debe concebirse para desarrollar su propia mente de mujer-hombre en espíritu e ideas. y debe madurar su sensibilidad en el corazón.
Con las ideas se crean estructuras de pensamiento, que maduran en ontológicas, en donde crece el concepto de si y del mundo. Con las experiencias el corazón crea la sabiduría, en tanto madures de los conocimientos.
El alma mora en el corazón como sensibilidad pensante. No tiene consistencia material. Se expresa percibiendo y reaccionando.
La educación del individuo es civilizatoria, su estructura es convencer y habilitar como mujer-hombre, para eficientar su posición en el ser social o civil.
Por no entender las emociones y los sentimientos que nos mueven hemos descuidado la educación del corazón, pues, así como debemos crecer nuestra inteligencia, con nuestros conocimientos, así debemos madurar los sentimientos de nuestro corazón.
Educar al corazón es invitarlo a comprender su sentir, con sus motivos e intenciones, con sus emociones y razón. Educar es desarrollar la razón hasta la verdad, y es enseñar a empatizar.
Empatizar consigo mismo y con los demás
es usar el corazón y la inteligencia para ver.
Empatizar es la cualidad a conquistar por la cultura y la civilización como culmen.

El Candelabro. Iluminando Mentes