Neferjeperura Amenhotep, también conocido como Ajenatón, Akhenatón o Akenatón, Amenhotep IV o Amenofis IV, fue el décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Su reinado está datado en torno al 1353-1336 a. C. y pertenece al periodo denominado Imperio Nuevo.



UN FARAÓN ENFERMO


¿ Cuál era la enfermedad de AKENATÓN ?


Para comenzar a vislumbrar la respuesta visitemos en el museo de El Cairo la sala dedicada a Akenatón. Lo primero que uno ve cuando se acerca a ella son las dos enormes estatuas realistas del faraón.

Una visitante que iba unos pasos delante de mí exclamó en voz alta “Pero ¿qué es eso?”, ella no era capaz de distinguir si se trataba de la figura de un hombre o de una mujer, tal es la incertidumbre que despierta la estatua de Akenatón al verla por primera vez, parece algo muy ambiguo.

Desde luego que es el retrato de Akenatón, pero las caderas del faraón son tan anchas que verdaderamente parecen las caderas de una mujer. Por otro lado, el rostro, brazos y todos los dedos (pies y manos) son excesivamente finos y largos.


¿Era este el verdadero aspecto de Akenatón?


Todo parece indicar que sí, era el modo realista de hacerse representar pues hasta le han puesto las arrugas de expresión del rostro.

El retrato de Akenatón también ha llamado la atención de los médicos. Estos, después de examinar el retrato, llegaron a la conclusión de que el faraón padecía dos enfermedades que saltan a la vista: según esa estatua, Akenatón padecía del “Síndrome de Marfan”, que se caracteriza por dotar al enfermo de rostro delgado y ojos achinados, dedos de manos y pies muy finos y largos, además de desajustes cardíacos.

La otra enfermedad del faraón podía ser la que se llama “lipodistrofia muscular”, esta enfermedad se caracteriza por la desaparición de la grasa corporal de cintura para arriba, pero la acumulación de esa grasa de cintura para abajo, dando al individuo sus características caderas femeninas por lo anchas.

¿Sufrió Akenatón estas enfermedades desde su más tierna infancia? ¿Qué repercusión pudiera haber tenido en su vida de ser positiva la respuesta a la primera pregunta? Pues que su aspecto físico se apartaba del canon de belleza que imperaba en aquellos momentos.

El niño Amenofis era como el patito feo de la familia, era alguien con quien no resultaba agradable aparecer en público, y sus propios padres fueron dejando en el ostracismo a su hijo más pequeño, convirtiéndose de ese modo en los verdaderos culpables de la contundente respuesta que más tarde daría el faraón Akenatón.

Fuente: Enciclopedia Británica.



El Candelabro. Iluminando Mentes