Víctor Jara fue un músico, cantautor, profesor, escritor, y director de teatro chileno.La figura de Víctor Jara es un referente internacional de la canción protesta, aunque él nunca se sintió del todo identificado con esa definición.



Los seis cadáveres se hallaban en perfecto orden, uno al lado del otro, al pie del muro entre la línea del ferrocarril y el cementerio metropolitano, no lejos del Estadio Chile.

Eran las primeras horas del domingo, 16 de septiembre.

Los vecinos se acercaron. Todos los muertos presentaban salvajes brechas en rostro y cuerpo, ropas hechas jirones, agujeros de bala y tajos de cuchillos. No había sangre. Los habían dejado allá después de perderla.

—¡Oh, Dios!

Se acercaron a la mujer que acababa de llevarse las manos a la boca. Estaba arrodillada frente a uno de los cuerpos.

—Es Víctor Jara… —la oyeron suspirar.

No hubo tiempo para mucho más. Ni tan sólo para taparle o rezarle. Se escuchó un rumor.

—Vámonos, ¡vámonos! —los apremió uno—. Se acerca un coche.

Se alejaron, se escondieron, y desde esa protección vieron cómo aparecía un camión recogiendo cadáveres. Se detuvo al lado de los seis cuando los vieron, bajaron unos hombres y los cargaron sin excesivas atenciones, como carne de vacuno en el matadero.

Para ellos no eran más que otros seis no identificados, como la mayoría.

—Era un buen hombre —susurró la mujer viendo cómo el vehículo se alejaba—. Me gustaban sus canciones.



El Candelabro. Iluminando Mentes