Pierre Fredy de Coubertin, barón de Coubertin, historiador y pedagogo francés que creó los Juegos Olímpicos de la era moderna. Su doble vocación de pedagogo e historiador le hizo concebir la idea de restaurar los Juegos Olímpicos que se celebraban en la antigua Grecia, para fomentar el deporte a escala mundial con fines educativos.

El 1 de Enero de 1863, en París, Francia, nacía el padre de los juegos Olímpicos de la era moderna, ese día llegaba al mundo el Barón Pierre de Coubertín. Nació con el nombre de Pierre Frédy de Coubertin, pese a que su padre quería que fuera militar, se inclinó por la pedagogía.
Estando en Inglaterra se interesó en la doctrina de la búsqueda de la perfección espiritual por medio del deporte y la higiene, de inmediato llevó estos preceptos a Francia.
Comienza a crear sociedades atléticas en toda Francia, a las que asocia en la “Unión des Sports Athlétiques” además de crear la primera revista dedicada al deporte, la “Revue Athlétique”. Inspirado en los fallidos intentos del filántropo griego Evangelos Zappas de crear una competencia atlética que recree las gestas deportivas de la antigua Grecia, comenzó a soñar en una competencia con deportistas de todo el mundo donde reine la hermandad y el espíritu de superación.
Comenzó a recorrer el mundo buscando aliados, junto a su principal socio del proyecto, el griego Demetrios Vikelas fijaron una reunión para lanzar el Comité Olímpico Internacional, que se desarrolló en la Sorbona de París el 23 de Junio de 1894.
En esa reunión Coubertín logró la adhesión de Austria, Bélgica, Suecia, EEUU, Rusia, Francia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Hungría, Argentina, Italia y Grecia. Coubertín impuso su idea que fueran ciudades y no países los que organizaran los juegos, además de dar a Atenas la primera sede.
Coincidiendo con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), que interrumpió la celebración de los Juegos cada cuatro años, diseñó la bandera olímpica con los cinco aros enlazados (símbolo de la fraternidad entre los cinco continentes). En 1925 dimitió, al haberse arruinado donando toda su fortuna al movimiento olímpico y no poder seguir apoyándolo financieramente.
Tamboen es el responsable de los dos lemas de los juegos “Lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien” y “Mas rápido, mas alto, mas fuerte”. A partir de 1896 el propio Coubertín presidió el Comité Olímpico Internacional hasta 1925, dejó su cargo en manos de Henri de Baillet-Latour para mantenerse como miembro del directorio hasta su muerte en Ginebra, el 2 de Septiembre de 1937.

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