En este ensayo se aborda la antigua máxima hermética “como es arriba, es abajo”, que sugiere una conexión profunda entre el cuerpo humano y el universo en su conjunto. Se explora la analogía entre el cuerpo y el universo, sus implicaciones para nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos, y cómo esta filosofía ha sido abordada por diferentes tradiciones filosóficas y espirituales a lo largo de la historia.

“La interconexión entre el universo y el ser humano en la medicina china y el hermetismo”
La frase “como es arriba, es abajo” es una antigua máxima hermética que sugiere una analogía entre el cuerpo humano y el universo en su conjunto. Según esta filosofía, todo lo que existe en el universo tiene una correspondencia en el cuerpo humano, y viceversa. En este ensayo, se explorará la profundidad de esta analogía y sus implicaciones para nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos.
Para empezar, es importante señalar que la idea de que el cuerpo humano refleja el universo no es nueva. Las antiguas tradiciones filosóficas y espirituales de todo el mundo han utilizado este tipo de analogías para explicar las complejas relaciones entre los seres humanos y su entorno. Por ejemplo, en la medicina china, se dice que los órganos del cuerpo humano corresponden a los elementos del universo, y que el flujo de energía (chi) en el cuerpo sigue los mismos patrones que el flujo de energía en la naturaleza.
En el hermetismo, la analogía entre el cuerpo y el universo se basa en la idea de que todo está conectado, y que las mismas leyes y patrones que rigen el universo también rigen nuestro cuerpo y nuestra mente. Según esta filosofía, el universo es una entidad viva y consciente, y nosotros somos parte de esa entidad. El cuerpo humano, por tanto, es una manifestación del universo, y todos los procesos que tienen lugar en el universo también tienen lugar en nuestro cuerpo.
Una de las implicaciones más interesantes de esta analogía es que sugiere que podemos aprender mucho sobre el universo estudiando nuestro propio cuerpo. Por ejemplo, si queremos comprender cómo funcionan las galaxias y los sistemas solares, podríamos estudiar la forma en que las células se organizan y comunican en nuestro cuerpo. Si queremos comprender cómo se crean y destruyen las estrellas, podríamos estudiar la forma en que las células se dividen y mueren en nuestro cuerpo.
Otra implicación importante de esta analogía es que sugiere que todo lo que hacemos en nuestro cuerpo también afecta al universo en su conjunto. Si llevamos una vida saludable y equilibrada, esto no solo beneficia a nuestro propio cuerpo, sino también a todo el universo. Por el contrario, si dañamos nuestro propio cuerpo con hábitos poco saludables, también estamos dañando el universo.
En resumen, la frase “como es arriba, es abajo” sugiere una profunda conexión entre el cuerpo humano y el universo en su conjunto. Esta analogía nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y nuestra relación con el mundo que nos rodea. Al estudiar nuestro propio cuerpo y nuestras propias acciones, podemos aprender mucho sobre el universo y nuestro lugar en él. Además, podemos comprender que todo lo que hacemos tiene un impacto en el universo, y que nuestras acciones tienen una responsabilidad y un impacto más allá de nosotros mismos.
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