Arthur Conan Doyle, conocido como el creador del icónico detective Sherlock Holmes, fue un personaje fascinante más allá de su talento literario. Aunque su nombre está inextricablemente ligado a las aventuras del detective más famoso de la literatura, Conan Doyle también tuvo otros aspectos destacados en su vida: era masón y ferviente creyente del espiritismo. Estas dos facetas de su personalidad influyeron en su forma de pensar, en su obra y lo convirtieron en una figura controvertida en su época. En este ensayo biográfico, exploraremos en detalle la relación de Conan Doyle con la masonería y el espiritismo, y cómo estas creencias moldearon su vida y su legado literario.



El Fascinante Mundo de Arthur Conan Doyle: Masonería y Espiritismo en su Vida y Obra

Arthur Conan Doyle, reconocido mundialmente como el creador del famoso detective Sherlock Holmes, fue una figura fascinante no solo por su talento literario, sino también por sus intereses y creencias fuera de la escritura. Aunque su nombre está estrechamente asociado con Holmes, es menos conocido que Doyle era un masón y un espiritista comprometido. Estas dos facetas de su vida influyeron en su forma de pensar y en su obra, y lo llevaron a convertirse en una figura controvertida en su tiempo.

Nacido el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo, Escocia, Arthur Ignatius Conan Doyle creció en una familia católica irlandesa. A temprana edad, mostró un gran interés en la literatura y la escritura, lo que lo llevó a estudiar medicina en la Universidad de Edimburgo. Durante sus años de estudiante, Conan Doyle también se unió a la masonería, una fraternidad antigua y respetada que se basa en la fraternidad, la moralidad y la búsqueda del conocimiento.

La masonería desempeñó un papel significativo en la vida de Conan Doyle. Como masón, se comprometió con los principios de la organización, que incluían la tolerancia religiosa, la igualdad y el apoyo mutuo. Estos valores resonaron profundamente en él y se reflejaron en su escritura. Además, la masonería proporcionó a Conan Doyle una red social y conexiones que le fueron útiles tanto en su carrera médica como en su carrera literaria.

Aunque la masonería fue una parte importante de la vida de Conan Doyle, su interés más notable y controvertido fue el espiritismo. A finales del siglo XIX, el espiritismo experimentaba un resurgimiento y una creciente popularidad en Europa y Estados Unidos. Conan Doyle, al igual que muchos otros intelectuales de su época, se sintió atraído por las afirmaciones de la comunicación con los espíritus de los muertos.

En 1887, Conan Doyle leyó un libro sobre espiritismo y quedó fascinado. A partir de entonces, se convirtió en un defensor entusiasta de la causa espiritista y comenzó a participar en sesiones de espiritismo, donde se intentaba establecer contacto con los muertos a través de médiums. Conan Doyle creía firmemente en la autenticidad de estas comunicaciones y dedicó gran parte de su tiempo y energía a difundir el espiritismo como una ciencia legítima.

El interés de Conan Doyle en el espiritismo fue tan intenso que influyó en su obra literaria. En sus historias de Sherlock Holmes, el personaje del detective se muestra escéptico ante lo sobrenatural, pero Conan Doyle utilizó la figura del Dr. Watson para expresar su propia creencia en lo paranormal. En varias historias, Watson muestra un interés abierto por el espiritismo y defiende su validez. Estas actitudes encontradas en sus personajes reflejan la propia lucha interna de Conan Doyle entre su razonamiento científico y su fervor por el espiritismo.

En su papel como defensor del espiritismo, Conan Doyle fue objeto de controversia y escepticismo por parte de la comunidad científica y algunos de sus contemporáneos literarios. Muchos consideraron sus creencias como irracionales y sin fundamentos científicos sólidos. Sin embargo, Conan Doyle no se dejó disuadir por las críticas y continuó promoviendo activamente el espiritismo a través de sus escritos, conferencias y participación en sociedades espiritistas.

En 1916, Conan Doyle publicó “La Nueva Revelación” (“The New Revelation”), un libro en el que expuso sus argumentos a favor del espiritismo y defendió su posición frente a los escépticos. En esta obra, abordó temas como la comunicación con los muertos, la existencia de una vida después de la muerte y la capacidad de los médiums para actuar como intermediarios entre los mundos espiritual y terrenal.

La dedicación de Conan Doyle al espiritismo también se manifestó en su participación en investigaciones y experimentos relacionados con fenómenos paranormales. Viajó extensamente para asistir a sesiones de espiritismo y se involucró en el análisis y examen de fotografías y material de supuestas manifestaciones espirituales. Sin embargo, muchas de estas investigaciones y evidencias presentadas eran objeto de crítica y dudas por parte de los escépticos.

Con el tiempo, Conan Doyle se convirtió en una figura prominente en el movimiento espiritista. Fundó la revista “Light” en 1881, que se convirtió en una plataforma para la discusión y promoción del espiritismo. También fue miembro destacado de la Sociedad de Investigación Psíquica y apoyó la creación de sociedades espiritistas en todo el mundo.

A pesar de sus esfuerzos por establecer el espiritismo como una ciencia legítima, Conan Doyle nunca logró convencer completamente a la comunidad científica y a muchos de sus contemporáneos. Sus creencias y actividades espiritistas a menudo eclipsaron su reputación como escritor y contribuyeron a una polarización de opiniones sobre su trabajo.

Además de su participación en la masonería y el espiritismo, Conan Doyle también fue un defensor apasionado de causas sociales, como el sufragio femenino y la justicia penal. Utilizó su fama y posición para abogar por reformas y defender lo que creía justo.

En conclusión, Arthur Conan Doyle fue una figura multifacética que trascendió su fama como escritor para convertirse en un masón comprometido y un apasionado defensor del espiritismo. Aunque sus creencias y actividades espiritistas fueron objeto de controversia y crítica, su legado como creador de Sherlock Holmes y su contribución a la literatura detective influyeron en generaciones posteriores de escritores.

Conan Doyle fue un hombre complejo cuyas convicciones y pasiones trascendieron los límites de su obra literaria, dejando un legado que sigue siendo objeto de debate y fascinación en la actualidad.


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