En un mundo que a menudo parece fragmentado y dividido, es importante recordar las palabras visionarias de un hombre cuyo genio y comprensión trascendieron su tiempo. Nikola Tesla, el genio científico y filósofo del siglo XIX, nos desafió a mirar más allá de nuestras diferencias superficiales y reconocer la esencia profunda que nos une a todos como seres humanos. En su famoso ensayo “El Problema del Aumento de la Energía Humana”, Tesla nos lleva a un viaje fascinante donde la ciencia, la espiritualidad y la filosofía convergen en un punto en común: la idea de que todos estamos conectados, que somos una unidad indivisible en el vasto tejido de la existencia. A través de estas líneas, exploraremos las perspicaces reflexiones de Tesla sobre la humanidad como un todo, su visión de la interconexión universal y cómo esta comprensión podría moldear nuestro futuro.



La Profunda Verdad de la Interconexión Humana: Reflexiones de Nikola Tesla”

“Cuando hablamos del hombre, tenemos una concepción de la humanidad como un todo, y antes de aplicar métodos científicos a la investigación de su movimiento, debemos aceptarlo como un hecho físico. ¿Puede alguien dudar hoy de que todos los millones de individuos y todos los innumerables tipos y caracteres constituyen una entidad, una unidad? Aunque somos libres de pensar y actuar, estamos unidos, como las estrellas en el firmamento, con lazos inseparables. Estos lazos no se pueden ver, pero podemos sentirlos. Me corto el dedo y me duele: este dedo es parte de mí. Veo a un amigo herido y me duele también: mi amigo y yo somos uno. Y ahora veo a un enemigo derribado, un montón de materia que, de todos los montones de materia en el universo, me importa menos, y aún me aflige. ¿No prueba esto que cada uno de nosotros es solo una parte de un todo?

Durante siglos, esta idea ha sido proclamada en las enseñanzas consumadamente sabias de la religión, probablemente no solo como un medio para asegurar la paz y la armonía entre los hombres, sino como una verdad profundamente fundamentada. El budista lo expresa de una manera, el cristiano de otra, pero ambos dicen lo mismo: todos somos uno. Sin embargo, las pruebas metafísicas no son las únicas que podemos presentar en apoyo de esta idea. La ciencia también reconoce esta conexión entre individuos separados, aunque no exactamente en el mismo sentido en que admite que los soles, planetas y lunas de una constelación son un cuerpo, y no puede haber duda de que se confirmará experimentalmente en tiempos venideros, cuando nuestros medios y métodos para investigar estados y fenómenos psíquicos y otros hayan alcanzado una gran perfección. Aún más: este ser humano vive y continúa. El individuo es efímero, las razas y naciones vienen y pasan, pero el hombre permanece. Ahí radica la profunda diferencia entre el individuo y el todo. Ahí también se encuentra la explicación parcial de muchos de esos fenómenos maravillosos de la herencia que son el resultado de incontables siglos de influencia débil pero persistente.”


  • Nikola Tesla

“El problema del aumento de la energía humana”. Century Magazine, 1 de junio de 1900. Pág. 175-176.

Dr. Nikola Tesla


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