En lo más profundo de nuestro ser, encontramos un amor incondicional que trasciende los límites de lo imaginable. Ese amor, nace del vínculo especial que compartimos con nuestras madres. En ocasiones, es a través de pequeños gestos cotidianos que se revela la magnitud de ese amor. Diego Armando Maradona, reconocido futbolista argentino, pronunció una frase que encapsula el sacrificio y la entrega desinteresada de su madre: “A los 13 años me di cuenta de que mi vieja nunca había sufrido del estómago. Nunca tuvo dolor de estómago, siempre quiso que comiéramos nosotros” revelando así un acto de amor y abnegación que trasciende la mera alimentación. En este ensayo, exploraremos la profundidad de ese gesto y el poderoso lazo que existe entre una madre y su hijo, donde cada comida, cada renuncia, es una expresión tangible del amor más puro y desinteresado que puede existir.



Reflexiones sobre la generosidad familiar: La historia detrás de las palabras de Maradona”


“A los 13 años me di cuenta de que mi vieja nunca había sufrido del estómago. Nunca tuvo dolor de estómago, siempre quiso que comiéramos nosotros. Y, cada vez que llegaba la comida, decía: ‘me duele el estómago’. ¡Mentira! Era porque no alcanzaba. Por eso la amo a mi vieja”

Diego Armando Maradona



La frase antes mencionada, atribuida a Diego Armando Maradona, revela un aspecto interesante de las relaciones familiares y la manera en que percibimos a nuestros seres queridos. A través de estas palabras, Maradona expresó su amor y gratitud hacia su madre, relacionándolo con una acción aparentemente insignificante: su madre se quejaba de tener problemas estomacales, pero siempre dejaba la porción de comida más grande para él.

Esta declaración nos muestra la importancia del amor incondicional y la conexión entre padres e hijos. A primera vista, puede parecer una anécdota simple, pero refleja la importancia de la alimentación y la dedicación maternal. En un nivel más profundo, también puede interpretarse como un símbolo de sacrificio y generosidad.

Es común que los padres se preocupen por el bienestar de sus hijos y hagan todo lo posible para asegurarse de que estén bien alimentados. En este caso específico, la madre de Maradona se aseguraba de que sus hijos tuvieran suficiente comida, incluso si eso significaba que ella no recibiría una porción abundante. Este acto de amor y entrega desinteresada es digno de admiración y reconocimiento.

Esta frase también puede entenderse como una expresión de gratitud de Maradona hacia su madre. El hecho de que lo aprecie y ame de manera tan profunda, a pesar de esta pequeña anécdota, muestra la importancia que tuvo ella en su vida y en su desarrollo como persona. Es a través de estas acciones diarias y aparentemente triviales que construimos lazos fuertes y duraderos con nuestros seres queridos.

Además, esta declaración nos invita a reflexionar sobre la importancia de valorar y agradecer las pequeñas cosas que a menudo pasamos por alto. En un mundo donde a menudo nos enfocamos en lo negativo y en las dificultades, es esencial recordar y apreciar los gestos de amor y cuidado que recibimos de nuestros seres queridos. Estas pequeñas acciones pueden tener un impacto significativo en nuestra vida y en nuestra percepción de los demás.

En resumen, la frase de Maradona revela la importancia del amor incondicional y la dedicación de una madre hacia sus hijos. A través de su anécdota personal, el famoso futbolista argentino nos muestra cómo una simple acción de generosidad en la alimentación puede generar un profundo afecto y gratitud.

Además, nos invita a valorar y dar gracias por las pequeñas cosas que a menudo pasamos por alto en nuestras relaciones familiares.


EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES