En el intrincado laberinto del amor y las relaciones de pareja, el matrimonio surge como un camino que nos desafía y nos lleva a explorar los confines más profundos de nuestro ser. Como un vehículo que trasciende los límites del romance, el matrimonio se presenta como un compromiso sagrado, requiriendo una dosis constante de valentía y determinación para enfrentar los obstáculos que surgen en el camino. En este ensayo, nos sumergiremos en las palabras llenas de sabiduría de Gabriel García Márquez, quien, a través de su inconfundible narrativa, nos conduce por el intrigante sendero del amor duradero y las complejidades inesperadas del matrimonio. A medida que nos adentramos en esta creación literaria, desentrañaremos los secretos ocultos en las palabras del autor, descubriendo las claves para forjar una relación sólida y nutritiva que trascienda el tiempo y los desafíos que la vida nos presente. Prepárese para ser cautivado por las enseñanzas profundas y atemporales que emanan del mundo mágico de Márquez, donde los lazos del matrimonio se entrelazan con las complejidades de la existencia.



Superando las vueltas y revueltas del matrimonio: una metáfora de compromiso y perseverancia”


A Mercedes la conocí en Sucre, un pueblo del interior de la costa Caribe, donde vivieron nuestras familias durante varios años, y donde ella y yo pasábamos nuestras vacaciones. Su padre y el mío eran amigos desde la juventud. Un día, en un baile de estudiantes, y cuando ella tenía solo trece años, le pedí sin más vueltas que se casara conmigo. Pienso ahora que la proposición era una metáfora para saltar por encima de todas las vueltas y revueltas que había que hacer en aquella época para conseguir novia. Ella debió entenderlo así, porque seguimos viéndonos de un modo esporádico y siempre casual, y creo que ambos sabíamos sin ninguna duda que tarde o temprano la metáfora se iba a volver verdad. Como se volvió, en efecto, unos diez años después de inventada, y sin que nunca hubiéramos sido novios de verdad, sino una pareja que esperaba sin prisa y sin angustias algo que se sabía inevitable. Ahora estamos a punto de cumplir veinticinco años de casados, y en ningún momento hemos tenido una controversia grave. Creo que el secreto está en que hemos seguido entendiendo las cosas como las entendíamos antes de casarnos. Es decir, que el matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo:

«-También el amor se aprende-»”

Gabriel García Márquez



El fragmento del texto de Gabriel García Márquez plantea una interesante reflexión sobre el matrimonio y el amor. A través de su narrativa, el autor nos presenta la historia de dos personas, Mercedes y el narrador, que deciden casarse después de haberse conocido en la infancia y pasar varios años compartiendo vacaciones en un pueblo. García Márquez nos lleva a través de un recorrido en el tiempo, mostrándonos cómo la propuesta inicial de matrimonio se convierte en realidad diez años después y cómo la pareja ha logrado mantener una relación estable y sin grandes conflictos durante casi un cuarto de siglo.

El autor sugiere que el secreto de su matrimonio duradero se basa en haber comprendido desde el principio que el matrimonio, al igual que la vida misma, es un desafío constante que requiere esfuerzo y dedicación. La metáfora inicial de saltar por encima de las vueltas y revueltas que implicaba conseguir una novia nos muestra una actitud de enfrentar los obstáculos de manera directa y decidida. En lugar de buscar una pareja perfecta o esperar que el matrimonio sea fácil, la pareja protagonista se enfrenta a los retos diarios con una actitud de constante renovación.

Además, el autor subraya que el matrimonio es algo que se aprende. Esta afirmación es interesante porque pone de relieve la importancia de la adaptación y la disposición para aprender y crecer juntos a lo largo del tiempo. El compromiso diario de entenderse mutuamente y de trabajar en la relación es fundamental para que esta perdure y prospere. En el caso de Mercedes y el narrador, el hecho de que nunca fueron novios en el sentido convencional, sino una pareja que esperaba pacientemente el momento adecuado, muestra que el amor y el compromiso no siempre siguen las mismas reglas preestablecidas.

La idea de que el matrimonio es algo terriblemente difícil, pero que vale la pena, refuerza la noción de que el amor no es algo estático o fácil de conseguir. Requiere esfuerzo continuo y una disposición a enfrentar los desafíos que se presenten. García Márquez sugiere que el matrimonio puede ser agotador en ocasiones, pero es a través del trabajo constante y la voluntad de adaptarse que se encuentra la verdadera recompensa.

En resumen, este extracto nos ofrece una visión única y realista del matrimonio y del amor. Muestra que la clave para un matrimonio duradero no radica en encontrar una pareja perfecta, sino en mantener una actitud de constante renovación y aprendizaje. El esfuerzo y la dedicación diaria son necesarios para enfrentar los desafíos que la vida en pareja presenta.

A través de estas reflexiones, García Márquez nos invita a reconsiderar nuestras expectativas y a apreciar las dificultades que nos enseñan a amar de una manera más profunda y significativa.


EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES