Bajo el cielo lluvioso de Montevideo, el 18 de agosto de 1920, nacía una criatura que marcaría irrevocablemente el curso de la literatura latinoamericana. Su nombre, tan breve como significativo: Idea Vilariño, y su vida, como un poema hilvanado entre luces y sombras, sería un inquebrantable testimonio de la fuerza del genio humano.
Idea, una poetisa de voz callada pero pluma resonante, navegó entre la pasión y la muerte, entrega y sufrimiento. Su obra se convertiría en un faro en el océano de la literatura uruguaya, iluminando el camino de la Generación del 45, un grupo de escritores que transformarían por completo el paisaje literario de su tiempo.
Podría ser tildada de enigmática o introvertida. Sin embargo, para comprender a esta figura trascendental necesitamos sumergirnos en la profundidad de su vida, obra e indiscutible influencia en el horizonte literario latinoamericano.

“Idea Vilariño: Traductora, Crítica Literaria y Pilar de la Revista Número”
Idea Vilariño nació el 18 de agosto de 1920 en Montevideo, Uruguay. Fue una distinguida poeta, ensayista, traductora y crítica literaria. Formó parte de la Generación del 45, un grupo influyente de escritores uruguayos que incluían nombres como Mario Benedetti y Amanda Berenguer.
Desde temprano, Vilariño mostró su talento en la literatura y se ganó el reconocimiento en la región del Río de la Plata antes de cumplir 30 años. Vilariño fue más allá de ser una escritora, también se desempeñó como traductora, compositora y docente.
Como poeta, Vilariño era conocida por el doble impulso temático en su creación: el amor y la muerte. Algunas de sus obras más destacadas incluyen “La suplicante” (1945), “Paraíso Perdido” (1949), “Nocturnos” (1955), su recopilación “Poesía” (1970) y, con el prólogo de Mario Benedetti, “Poesías de amor” (1972).
Su actividad también se extendió a la crítica literaria y escribió trabajos especializados sobre poetas como Machado, Herrera y Reissig. Entre sus contribuciones más notables en este campo se encuentran ensayos críticos para varias revistas nacionales e internacionales como “Marcha”, “Brecha”, “Plural”, “Texto Crítico” y “Casa de las Américas”.
Vilariño fue profesora y catedrática de letras que, en asociación con Manuel Claps y Emir Rodríguez Monegal, fundó la revista cultural “Número”, la cual dirigió entre 1949 y 1955.
A pesar de su popularidad y réuss, Vilariño mantenía una reticencia notable hacia la promoción de su obra. Frecuentemente se negaba a conceder entrevistas y apenas comentaba sobre su obra, tanto que en vez de explotar la fama y los reconocimientos, prefería sostener su bajo perfil.
Vilariño sobrevivió a una dictadura militar y varios de sus poemas reflejan la agitación emocional de vivir en tiempos de represión política, dificultad y incertidumbre.
Murió el 28 de abril de 2009 en Montevideo, Uruguay, dejando un legado importante en la literatura uruguaya y latinoamericana. A pesar de su renuencia a promocionarse a sí misma, su trabajo continúa siendo estudiado y apreciado.
Su poesía influyó en generaciones de poetas iberoamericanos y su voz intensa y apasionada sigue resonando en la literatura contemporánea.
A continuación, puedes leer uno de los poemas más conocidos de Idea Vilariño llamado “Ya no”:
YA NO
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que sentías.
Ya no me abrazarás por la espalda
en la cocina mientras lavo los platos
no sorprenderás mi risa
el pequeño temblor
no recogerás mi llanto
atónito y salado
ni me verás desnuda
saliendo del baño cuando creías
que dormía.
No recogerás
la esquina que cuelga de la sábana
ni volcarás sorriéndome
mi misma broma
en años.
No pisarás el cigarrillo
ni me escucharás tiritando
ni me verás buscando
entre las sábanas
el cuadradito de tela
suavemente roído
mi pañuelo de dormir.
No responderás
mis preguntas inútiles
no me dirás
hasta mañana
ni me apartarás el pelo de la frente
ni me contarás cómo fue
tu día.
Ya no estarás
bajo mi mano
no dejarás tu rostro
en la almohada
para encontrar cuando despierto
caliente y no borrado
rastro de tu sueño.
No abrirás la puerta
mirándome alejarme
cómo no alejarme
hacia la calle lejos
cómo lejos
desvalida
sin comodidad
erguida
sin comodidad
en otro lado
en la cama
en la vida.
Ya no serás
lo que ya no eras hace tiempo
pero tampoco
el recuerdo duro
o solamente eso
amor mío.
EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES