En algún rincón olvidado del tiempo y la historia, el amor floreció bajo la sombra de la clandestinidad entre dos figuras que parecían destinadas a chocar. Frida Kahlo y León Trotsky, uníos por la pasión, entrelazaron sus vidas en un relato tan intenso como complejo. Más allá de los lienzos cargados de dolor y frustración, yace una historia secreta marcada por el deseo prohibido y el enfrentamiento político. En este fascinante capítulo de las relaciones humanas, los límites entre el amor y la traición se difuminan, mientras se entrelazan los hilos del arte y la política. Sumérgete en el mundo de estos dos amantes clandestinos y descubre cómo sus destinos, a pesar de sus diferencias, forjaron un legado que trasciende el tiempo.

“Amor, arte y política: El triángulo entre Kahlo, Trotsky y Rivera”
Carta de León Trotsky a Frida Kahlo
Frida, amada:
Al contemplar esta noche tu rostro de cervatillo he descubierto que jamás conseguiré hacerte a un lado de mi cabeza no se diga de mi Corazón. Arde mi sangre como una lámpara votiva al lado de mi mesa, y es como un cerrojo (parte ilegible en el original) una noche en Collooacan. Dejo este papel debajo de tu puerta. Y debo volver a aclarar que no hubo diferencias entre nosotros. Ni la espina dorsal abre un surco insalvable en los hemisferios de una espalda. Me cuesta precisar en cualquier caso, tal vez por mi alma eslava, si ese espacio abierto entre nosotros podra cerrarse y cicatrizar.
Te amé desde siempre y a escondidas. Me encontraba dueño de un juego de principios en los que me arrellanaba como un castor, y esquivaba el fantasma de tu bigote, tu porte de soldadera y esa sed de besos capaz de (parte illegible en el original).
He pagado con creces ese acto de soberbia, el hacerte mía. Yo viví una de esas desafortunadas juventudes, y a tu lado he volado como el pájaráo que vuela por el solo placer de volar, Frida (parte ilegible en el original) alli donde se supone que se enciende el fuego originario, pronto fueron rumores.
Con lo que me duele. Я оставляю в руках Диего одиозной? (“¿Debo dejarte en las odiosas manos de Diego?”. En ruso, en el original)… Cuando llegue la hora de los blogs, que tu y yo no veremos, sospecho que tu rostro anti virginal desafíara las leyes del no logo. Y profetizo que en un remoto lugar se ver multiplicado tu entrecejo, a esperar llegada del olvido que tardara, como yo mismo me demoro en dejar este beso a tu figura inmortal. Frida, Frida…
Tuyo,
Lev T.
Лев Давидович Бронштейн
ANÁLISIS
En esta carta, escrita por León Trotsky a Frida Kahlo, se puede apreciar la profunda relación existente entre ambos personajes. Trotsky, destacado líder político ruso y Kahlo, reconocida pintora y activista mexicana, mantuvieron una relación amorosa durante un tiempo.
El tono de la carta es apasionado y cargado de sentimientos intensos. Trotsky expresa su amor incondicional hacia Frida, comparando su rostro con el de un cervatillo. Utiliza metáforas para describir la forma en que se siente al pensar en ella, como el arder de su sangre y el cerrojo abierto en una noche en Colloacan.
Trotsky también menciona que no hubo diferencias entre ellos, refiriéndose a que superaron cualquier obstáculo o distancia que los separara. Sin embargo, menciona la existencia de un espacio abierto entre ambos, sin especificar a qué se refiere con ello. Esta frase sugiere que tal vez haya ciertos obstáculos o dificultades en su relación que no han sido resueltas.
El autor expresa su amor oculto por Frida, mencionando que la amaba desde siempre y a escondidas. Hace referencia a su personalidad y apariencia física, mencionando su bigote y porte de soldadera. A pesar de las diferencias, Trotsky admite haber sufrido consecuencias por haberse entregado completamente a ella, pero también menciona haber experimentado momentos de felicidad y libertad a su lado.
En la carta, Trotsky se cuestiona si debe dejar a Frida en manos de Diego Rivera, el esposo de la pintora. Esto muestra el conflicto y la tensión que podía existir entre los tres personajes, ya que Trotsky y Rivera eran también reconocidos líderes políticos y rivales en el movimiento comunista. Trotsky utiliza una frase en ruso, añadiendo un toque de dramatismo y exponiendo sus dudas sobre qué camino tomar en su relación con Frida.
Es importante tener en cuenta el contexto en el que se produjo esta carta. Frida Kahlo y León Trotsky se conocieron en 1937, cuando el líder ruso se exilió en México. Kahlo, quien ya estaba casada con Diego Rivera, brindó refugio a Trotsky y mantuvo una relación extramarital con él. Esta carta probablemente fue escrita durante ese período y refleja la pasión e incertidumbre en su relación clandestina.
En conclusión, esta carta revela la intensidad emocional y el amor que existió entre León Trotsky y Frida Kahlo. Aunque la relación fue compleja y llena de obstáculos, ambos personajes encontraron una conexión profunda que trascendió los límites de su entorno político y personal. La carta nos ofrece una visión íntima y apasionada de esta relación fuera de lo común.
EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES