En un mundo donde el brillo y el glamour han opacado la esencia misma de la amistad, surge una historia que desafía todas las expectativas. La conexión entre dos de los actores más talentosos de nuestra era, Robert De Niro y Meryl Streep, trasciende los límites de la pantalla y se convierte en una historia conmovedora que ha resistido el paso del tiempo. Detrás de los flashes y los aplausos, se esconde un lazo profundo y sincero, nacido en los momentos más difíciles de sus vidas. Una amistad que redefinió el significado de la lealtad y el apoyo mutuo en la industria del cine. Adéntrate en este relato de superación, sacrificio y amor puro que nos recuerda que incluso en un mundo efímero, el poder de la amistad puede perdurar eternamente.



ROBERT DE NIRO Y MERYL STREEP, LA HISTORIA DE AMISTAD MÁS CONMOVEDORA


Meryl, necesitaba ayuda urgente, estaba desempleada y su novio gravemente enfermo, si John Cazale no recibía la terapia, la enfermedad avanzaría sin remedio. “El padrino”, se ofreció a ayudarla sin conocerla, ¡Tengo un trabajo para ti y para tu novio!, Robert de Niro, venía de hacer “El padrino II” y “Taxi Driver”, sin nunca haber visto a Meryl personalmente excepto una vez que la vio a escondidas.

Meryl, actuaba esporádicamente en el teatro de Nueva York sin terminar de estabilizarse, y aquella aparición, le salvaría la carrera, Robert fue a verla actuar pero nunca se lo comentó, se había quedado maravillado por el talento de la joven actriz, y cuando se enteró de que era la novia del actor que encarnó a Fredo en las dos primeras entregas de “El Padrino”, tomó una decisión que pondría en riesgo su exitosa carrera, arriesgando toda su reputación por ellos.

Había empezado a rodar “El Cazador” y pensó que si conseguía colocarlos en el reparto, podrían solventar el costoso tratamiento sin angustias económicas, fue personalmente a la oficina de Michael Cimino, director de la cinta, y le dijo que si no los contrataba, el abandonaría el proyecto y a continuación le extendió una carta con la renuncia ya firmada.

Sin embargo, el equipo de producción no estaba convencido del concurso de esta, ya que Meryl era una completa desconocida, por el contrario, no podían perder a De Niro que era el protagonista y la apuesta principal del proyecto ya que estaba en auge después de rodar dos peliculones, (Vamos, que les hizo una oferta que no pudieron rechazar), instantes después, llamó a Meryl y le dijo “Asunto zanjado, ya tengo los papeles para los dos”.

La pareja así, se incorporó al elenco de “El Cazador”, pero la salud de John, les iba a jugar una mala pasada, cuando los productores se enteraron de la enfermedad de John, lo despidieron de inmediato, porque el seguro por contratar a un enfermo así, era demasiado costoso y además, nadie iría al cine a ver a un actor enfermo, Meryl, sintió que el mundo se desmoronaba pero Robert, aún no había dicho la última palabra.

Al día siguiente apareció en casa de Meryl y le dijo que iban a grabar, que estaba todo arreglado. De Niro, había pagado medio millón de dólares de su bolsillo para cubrir la póliza del seguro de Cazale permitiendo así, que continuasen y acabasen el rodaje y pudiesen costear el tratamiento. De Niro, consciente de que la enfermedad avanzaba inexorablemente, se las ingenió para que Cazale rodara todas sus escenas al principio por si el fatal desenlace se producía antes de lo previsto.

John Cazale murió el 13 de Marzo 1978 antes de que finalizara el rodaje pero con su participación concluida, se estrenó meses después y Meryl, obtuvo su primera nominación al Oscar, catapultándola al estrellato, sin embargo, esa no fue su mayor ganancia, ganó algo mucho más importante, ganó un amigo inmenso al que ha adorado durante toda la vida.


EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES