En medio de las brumas del tiempo se encuentran las páginas de un pasado complejo y controvertido, donde las fronteras entre la realidad y la leyenda se entrelazan en un enigma histórico. La leyenda negra de España, tejida con los hilos del miedo, la admiración y el desprecio de los pueblos anglosajones, ha persistido a lo largo de los siglos. Sin embargo, es en este laberinto de narrativas enredadas donde se revela una verdad incómoda: que los hijos de las islas británicas, con su propia carga de sombras y recuerdos oscuros, han dejado un rastro aún más triste y desolador en su paso por la historia. En esta exploración, nos sumergiremos en las profundidades de la conquista de América y el genocidio de los nativos americanos, enfrentando los cuestionamientos y contradicciones de nuestras propias raíces como sociedad.

“Revisando la historia: La oscura realidad detrás de la leyenda negra y los pueblos anglosajones”
La leyenda negra de España ha sido objeto de amplio debate a lo largo de la historia. Algunos argumentan que fue creada por los pueblos anglosajones debido a su frustración por no poder vencer a España en la época moderna. Se sugiere que esta leyenda es una mezcla de miedo, admiración y desprecio hacia España.
Sin embargo, al analizar la historia de los pueblos anglosajones, se puede observar que son ellos quienes tienen un pasado más oscuro. Desde sus colonias en la India hasta su expansión en los Estados Unidos y otros países, han dejado un triste legado de violencia y opresión.
Durante la conquista de América del Norte, los nativos americanos sufrieron enormemente a manos de los colonizadores. En 1900, la población nativa americana se había reducido de aproximadamente 12 millones a solo 300.000 a 250.000 individuos. Las balas y las enfermedades trajeron consigo un genocidio a lo largo de un siglo y medio. Estas acciones violentas fueron justificadas por los colonizadores blancos bajo la premisa de llevar la “civilización” al interior de los Estados Unidos, así como para obtener nuevas tierras y recursos.
California, que formaba parte del virreinato de Nueva España, pasó a formar parte de México en 1821 y finalmente se integró en los Estados Unidos en 1845. Con la llegada de los colonizadores estadounidenses, la población indígena disminuyó drásticamente de 150.000 a solo 15.000 en tan solo cincuenta años.
La fiebre del oro en 1848 llevó a una violenta invasión de las tierras indígenas en California. Los políticos estadounidenses justificaron esta invasión mediante la creación del concepto de “Destino Manifiesto”. Según esta ideología, los colonizadores blancos tenían el deber de conquistar América, ya que eran considerados la raza dominante y, por lo tanto, tenían el derecho de poseer las tierras, bosques y riquezas minerales de los nativos americanos. Solo los habitantes de Nueva Inglaterra, quienes previamente habían exterminado o expulsado a los indígenas de sus tierras, se opusieron a esta idea.
Los indígenas americanos fueron derrotados y masacrados por las armas del Ejército de los Estados Unidos y colonos blancos, siendo forzados a abandonar sus tierras. En el trágico éxodo conocido como el “Camino de las Lágrimas”, unos 4.000 indígenas cherokees murieron de frío, hambre y enfermedades durante su desplazamiento hacia la actual Oklahoma. En el Lejano Oeste, se ofrecían recompensas por las cabelleras de indígenas, pagando libras por cada una. La Ley de Traslado Indígena de 1830 obligó a la deportación de cinco grandes tribus: los cherokees, chickasaws, choctaws, creeks y seminolas. Estos hechos se mantuvieron en la oscuridad hasta que se destacaron en la película “Bailando con lobos”.
Además, a los indígenas americanos se les prohibió practicar sus religiones hasta 1936 bajo reglamentos civilizadores. No fue hasta 1924 que se les concedió la ciudadanía estadounidense, como supuesta recompensa por su participación en la Primera Guerra Mundial.
Es importante reflexionar sobre los manuales escolares estadounidenses, los cuales narran una narrativa épica de una nación virtuosa, orgullosa de su pasado y envidiable en su futuro, presentando la lucha por la liberación de los esclavos negros y la oposición a la guerra de Vietnam. Sin embargo, estos relatos están lejos de la realidad.
En la actualidad, queda menos del 1% de la población indígena o mestiza en los Estados Unidos, mientras que en Canadá representa el 4%. Por otro lado, en países como Honduras, Bolivia, México, Perú, Nicaragua y Guatemala, los indígenas constituyen una parte significativa de la población, siendo el porcentaje más alto en Honduras con un 96%.
En conclusión, es evidente que la leyenda negra de España es cuestionable y se debe considerar el pasado y las acciones de otros países, como los pueblos anglosajones, que han dejado un legado más oscuro en su paso por diferentes regiones del mundo.
Es importante aprender de la historia y reconocer los errores cometidos por todas las naciones, a fin de promover una sociedad más justa y equitativa para todos.
EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES