Adentrándonos en un mundo de alturas vertiginosas y paisajes exuberantes, nos encontramos con el Ascensor Bailong, una maravilla arquitectónica que desafía los límites de la imaginación y la sustentabilidad. Enclavado en las profundidades de la impresionante reserva boscosa del Parque Nacional de Zhangjiajie, en China, este elevador gigante se eleva hacia el cielo como los cien dragones de su nombre, prometiéndonos un viaje hacia las alturas más asombrosas y una perspectiva panorámica plagada de controversia y maravillas naturales. Adelante, aventurémonos en lo más alto de esta imponente creación, donde la arquitectura audaz y la naturaleza se entrelazan en un baile fascinante y enigmático.



El impresionante Ascensor Bailong y su impacto en la reserva forestal de Zhangjiajie


El Ascensor Bailong, también conocido como ‘Elevador Cien Dragones’, es una obra arquitectónica notablemente ambiciosa, incrustada en uno de los parques nacionales más impresionantes de toda China. No es solo la altura de esta construcción lo que fascina a su multitud de visitantes y críticos, sino también la experiencia panorámica que ofrece del paisaje circundante.

Erigido en el Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, esta construcción, de 335 metros de altura, da a los visitantes la oportunidad de ver una gran extensión del paisaje natural, que es un recurso inestimable y un patrimonio natural de la humanidad. Según informes locales, puede transportar a hasta 50 personas en un solo viaje, lo que significa que puede llevar a cientos de personas cada hora a ver la verdadera belleza del paisaje escénico durante la temporada alta.

El término ‘Bailong’ significa ‘Cien Dragones’ en chino, lo que refleja su impresionante tamaño. Su construcción ya ha sido reconocida por los Registros Mundiales Guinness por ser el elevador ‘al aire libre más alto, más rápido y más cargado del mundo’. En pocas palabras, ofrece una experiencia única a sus usuarios y es verdaderamente incomparable con cualquier otro elevador en el mundo.

Sin embargo, como con cualquier construcción de esta magnitud, ha habido críticas al Ascensor Bailong. En particular, ha habido preocupaciones por su impacto ambiental. El elevador se empezó a construir en 1999 sin el aval de la UNESCO, que había catalogado al parque nacional como Patrimonio de la Humanidad años antes. Esto naturalmente provocó la ira de los grupos de conservación y ecologistas.

Había temores acerca de cómo la construcción y el funcionamiento continuado del elevador podrían perturbar la tranquila belleza de la reserva boscosa y causar un daño irreparable al ecosistema. Como resultado de la presión de estos grupos, en un momento se pensó que el Ascensor Bailong podría ser demolido para evitar el daño ambiental.

No obstante, las autoridades locales habían llegado a apreciar la importancia económica del turismo traído a la zona por el elevador. Más que solo las ganancias directas por billetes vendidos, el elevador también trae a la región una mayor visibilidad y tráfico de turistas, lo que a su vez ha traído beneficios a la economía local. Por tanto, a pesar de las críticas, el elevador continúa en funcionamiento en la actualidad.

En resumen, el Ascensor Bailong es una hazaña de ingeniería que ha desatado un debate entre la importancia del turismo y del medio ambiente. Con los años, ha logrado convertirse en uno de los destinos turísticos más importantes de China, a pesar de las críticas sobre el impacto ecológico que puede haber causado en la reserva boscosa.

Lo cierto es que continúa ofreciendo a los visitantes una experiencia turística única en medio del parque nacional.


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