En el resplandor de los reflectores y entre los aplausos efusivos, la vida y carrera de Tyrone Power se desenvolvían como un impresionante guion de Hollywood. Sin embargo, detrás de esa fachada gloriosa, las sombras de la tragedia se ocultaban aguardando su oportunidad. Nadie podía imaginar que el último acto de la vida de Power, el galán de la pantalla plateada, se teñiría de una inesperada y dolorosa despedida. Un capítulo final que escribiría su nombre en la historia del cine para siempre, dejando un legado que trascendería los límites de la pantalla y se grabaría en el corazón de aquellos que lo admiraron y amaron su arte. Pero, ¿cómo se desvaneció la estrella y qué secreciones guarda su destino trágico? Adentrémonos en ese oscuro y fascinante último acto de la vida de Tyrone Power.



La impactante partida de una leyenda de Hollywood: Tyrone Power


Tyrone Power, un reconocido actor de Hollywood, experimentó una tragedia inesperada que sacudió a la industria del entretenimiento. Nadie sabía que, solo horas antes de su muerte prematura, Power había disfrutado del estreno de su película anterior, “Testigo de cargo”, en la Gran Vía de Madrid. Había elogiado la calidad del doblaje y parecía estar de buen ánimo. La noche anterior a su muerte, había cenado en un conocido restaurante con la Marquesa de Quintanilla y el famoso torero Luis Miguel Dominguín. Se habían hecho planes para reunirse nuevamente en unos días para otra comida.

Power había llegado recientemente a Madrid desde Zaragoza, donde había estado filmando escenas para su próxima película, “Salomón y la Reina de Saba”, junto a su última esposa, Deborah Jean Montgomery Minardos. El clima otoñal resultaba desafiante, ya que los actores tenían que soportar el frío mientras usaban los escasos trajes típicos de las historias bíblicas. La película se rodó en los estudios “Sevilla Films” de Madrid, que hoy en día ya no existen.

Durante el rodaje, Power comenzó a sentirse mal. Acababan de terminar varias tomas de una escena en la que su personaje era derrotado por su hermano traidor y caía al suelo. Repentinamente, con el rostro pálido, se agarró el hombro y le indicó al director, King Vidor, que necesitaba un descanso.

La enfermera del equipo acompañó a Power a su camerino, donde de inmediato tomó un vaso de coñac. Sin embargo, su estado empeoró rápidamente, lo que llevó al coproductor, Ted Richmond, a ponerlo en el auto de Gina Lollobrigida y llevarlo rápidamente a su hotel. Al llegar, Power se desplomó y fue trasladado rápidamente a la Clínica Ruber, donde se declaró su muerte. La causa de la muerte se determinó como un infarto agudo de miocardio. Y así, todavía vestido con su vestuario de botas, estola y brazalete, fue llevado a la morgue de la clínica.

La repentina muerte de Tyrone Power dejó al mundo en estado de shock y luto. Marcó el final de una destacada carrera caracterizada por su encanto, talento y presencia indiscutible en la pantalla. Nacido en 1914 en una familia de actores, Power se elevó al estrellato en la década de 1930 y se convirtió en uno de los hombres principales más importantes de Hollywood.

El legado de Power se extendió más allá de sus interpretaciones en la pantalla grande. Era conocido por su versatilidad, pasando sin esfuerzo entre géneros y cautivando al público con su intensidad dramática y su habilidad para la comedia. Su interpretación de personajes en películas como “El signo del Zorro” (1940), “El filo de la navaja” (1946) y “Testigo de cargo” (1957) mostró su increíble versatilidad como actor.

Más allá de sus logros profesionales, la vida personal de Power era objeto de fascinación para muchos. Sus relaciones con figuras destacadas como Linda Christian, Ava Gardner y Annabella, entre otras, mantuvieron a los tabloides ocupados. Sin embargo, se creía que fue su matrimonio con Deborah Jean Montgomery Minardos, su quinta y última esposa, lo que le trajo felicidad y estabilidad.

La repentina muerte de Power a los 44 años puso de manifiesto la naturaleza trágica e impredecible de la vida. También puso de relieve el costo que las presiones de la fama y una exigente carrera cinematográfica pueden tener en las personas, tanto física como emocionalmente. A medida que la noticia de su fallecimiento se extendió, los fanáticos, colegas y amigos lloraron la pérdida de un verdadero talento y expresaron su incredulidad ante el final prematuro de una era en el cine.

El legado de Tyrone Power perdura a través de sus películas, que continúan cautivando al público en la actualidad. Sus contribuciones al mundo del entretenimiento, su presencia magnética en la pantalla y su dedicación a su oficio serán recordados para siempre. Aunque su vida se vio truncada, su impacto en la pantalla grande sigue siendo un testimonio perdurable de su talento y artesanía.


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