Adéntrate en el intrigante mundo del cine y ponte frente a la pantalla para descubrir a una de las actrices más legendarias de todos los tiempos. Desde sus humildes comienzos en el Bronx de Nueva York hasta conquistar Hollywood y Broadway, Lauren Bacall cautivó a las audiencias con su mirada intensa y su elegante presencia. Entre apodos curiosos y desafíos personales, su historia se entrelaza con la grandeza del Séptimo Arte, dándonos una visión fascinante de una vida dedicada al arte en toda su esencia. Prepárate para sumergirte en la aventura cinematográfica de Lauren Bacall, una mujer cuya pasión y talento desafiaron todas las expectativas y dejaron una huella imborrable en la historia del cine.



Lauren Bacall: Una vida dedicada al arte en el cine y el teatro.


El universo del séptimo arte alberga a muchos personajes memorables que han dejado huellas indelebles en nuestra historia cultural, y una de estas inolvidables personalidades es Betty Joan Weinstein Perske, mejor conocida como Lauren Bacall. Nacida en una familia humilde en el distrito Bronx de Nueva York, Bacall demostró su determinación y amor por el arte desde una temprana edad.

Al pasar de los años, se consagró y se ganó el apodo de ‘la mirada’, una referencia a su penetrante y distintiva forma de observar que hipnotizaba tanto a la audiencia como a sus compañeros de reparto. Su espíritu enérgico y su agitado estilo de moverse le valieron también el apodo de ‘molino de viento’.

Al inicio de su carrera, trabajó como acomodadora en el Saint-James Theater y tomó cursos de actuación en la Academia de Arte Dramático de Nueva York. Mientras luchaba con su situación financiera, Lauren también se desempeñó como modelo publicitaria en 1943. Este paso fue crucial en su carrera, ya que su cara fue vista en la revista Harper’s Bazaar por la esposa del director Howard Hawks, quien convenció a su marido para que la contratara.

Pese a sus modestos comienzos, Bacall aprovechó cada oportunidad y pronto se destacó como actriz. Su primer papel importante fue en “Las modelos”, un musical de 1943. Pero fue en 1944, con “Tener y no tener”, donde demostró su verdadero potencial. Sin embargo, la obra que realmente la catapultó al estrellato fue “El sueño eterno” en 1946.

Bacall no solo se hizo famosa por su talento, sino también por su compromiso con su arte. A pesar de sus constantes enfrentamientos con la productora Warner Brothers, no cedió y logró terminar con su contrato en 1950. A partir de ahí, se aventuró con otras productoras y con diferentes roles, pero fue en Broadway donde encontró un terreno más fértil para sus habilidades dramáticas.

Después de la muerte de su esposo, Humphrey Bogart, en 1957, se alejó de la pantalla por un tiempo, y volcó su energía en el teatro. Este período de su carrera también destacó con notables actuaciones en Broadway en éxitos como ‘Flor de cactus’ y ‘Aplauso’, logrando un premio Tony por el último.

Tras nueve años de ausencia del cine, Lauren Bacall hizo un fuerte regreso en 1974 con su papel en “Asesinato en el Orient Express”. Posteriormente, en 1996, recibió su única nominación al Óscar como mejor actriz de reparto por su trabajo en “El amor tiene dos caras”. Cabe destacar que aunque nunca ganó un Óscar en competencia, se le otorgó un Óscar honorífico por su contribución al cine en el 2009.

Las últimas etapas de su vida estuvieron marcadas por una serie de desafíos de salud, incluyendo un derrame cerebral que finalmente condujo a su muerte el 12 de agosto de 2014. Sin embargo, hasta su último aliento, Lauren Bacall demostró ser una de las más grandes figuras de la pantalla grande y pequeña, manteniendo siempre esa ‘mirada’ que la hizo tan especial y tan diferente al resto.


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