En un lienzo impregnado de misterio y belleza renacentista, emerge una escena intrigante que nos transporta a la antigua mitología romana. Vertumno y Pomona, la pintura cautivadora de Francesco Melzi, nos invita a adentrarnos en un mundo de dioses y diosas, de seducción y simbolismo. Con sus vívidos colores, su técnica sutil y sus plantas que susurran secretos ocultos, esta obra maestra despierta nuestra curiosidad y nos sumerge en un viaje a través del tiempo hacia la mente de un artista renacentista y la eterna lucha por el amor y el deseo. Adelante, vamos a desvelar los misterios que se ocultan entre sus pinceladas y descubrir el legado perdurable de Melzi.

“El legado de Francesco Melzi: Descubriendo la verdadera historia tras Vertumno y Pomona“
El cuadro “Vertumno y Pomona” es una obra realizada por Francesco Melzi, discípulo y colaborador de Leonardo da Vinci, y data aproximadamente del periodo entre 1518 y 1522. Esta pintura se ubica dentro del estilo denominado “leonardesco”, el cual fue adoptado por los seguidores y seguidoras de Leonardo, y se caracteriza por el uso de rasgos faciales femeninos típicos de las obras de Leonardo, como los ojos bajos y una sonrisa tensa, así como por la técnica del sfumato y una representación minuciosa de elementos geológicos y botánicos propios de dicho estilo.
La composición de “Vertumno y Pomona” se basa en referencias conocidas de Leonardo. Por ejemplo, comparte el mismo esquema de color que la obra “La virgen, el niño Jesús y Santa Ana” del propio Da Vinci. Además, las montañas del fondo, en particular el puente a la izquierda, están inspiradas por el fondo utilizado en el famoso cuadro de Leonardo, “La Gioconda”.
Gran parte de la interpretación de esta pintura se basa en el simbolismo de las plantas que rodean a las figuras representadas. Uno de los elementos principales es la presencia de un olmo y una vid en el centro de la composición. Esta elección vegetal hace referencia a un pasaje del libro XIV de “Las metamorfosis” de Ovidio, donde se describe cómo Vertumno intenta seducir a Pomona utilizando la parábola del olmo y la vid.
Es importante destacar que comúnmente se utilizaban olmos podados como soportes para las vides, por lo cual los autores latinos los interpretaban como símbolo de matrimonio. En el primer plano de la pintura de “Vertumno y Pomona” también se puede apreciar una planta conocida como aguileña, la cual es un símbolo de fertilidad y que también ocupa un lugar destacado en otra obra de Melzi, “La Flora”, conservada en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Debido a la calidad y al estilo pictórico de esta obra, en varias ocasiones se ha llegado a confundir con auténticas creaciones de Leonardo da Vinci. De hecho, en 1995 se descubrieron restos de la firma de Melzi en el cuadro. Estos restos se conservan en forma de las letras griegas “S” y “H” en una roca cercana al pie de Vertumno. Se sabe que la pintura mantuvo la firma al menos hasta el siglo XVIII, y es muy probable que esta se haya eliminado para poder venderla como una obra de Leonardo.
En cuanto a las características técnicas, “Vertumno y Pomona” fue realizada con pintura al óleo sobre madera y posteriormente fue transferida a lienzo. La obra se encuentra en la Gemäldegalerie de Berlín, Alemania, y tiene unas dimensiones de 186 cm de altura por 135.5 cm de ancho.
En resumen, “Vertumno y Pomona” es una pintura ejecutada por Francesco Melzi, discípulo de Leonardo da Vinci, en el estilo “leonardesco” característico de los seguidores de Leonardo. La obra representa al dios romano Vertumno disfrazado de anciana, intentando cortejar a Pomona, diosa romana de la fruta.
La interpretación se basa en el simbolismo de las plantas presentes en la composición, como el olmo y la vid, y la presencia de la firma de Melzi en el cuadro ha llevado a confusiones sobre su autoría, siendo confundida en varias ocasiones con obras de Leonardo da Vinci.
EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES