Ricardo Rojas, reconocido poeta, dramaturgo, orador, político e historiador argentino, dejó un legado sólido y duradero en la cultura y la historia de su país. Nacido en San Miguel de Tucumán en 1882, Rojas se destacó tanto por su producción literaria como por su participación activa en la vida política y académica de Argentina. A través de su obra y sus contribuciones como rector de la Universidad de Buenos Aires, Rojas dejó una huella imborrable en la sociedad argentina y se convirtió en una figura influyente en el ámbito de las artes y la educación. En este artículo, exploraremos en detalle la vida y las múltiples facetas de Ricardo Rojas, analizando su impacto en el ámbito cultural y su lucha por la justicia social.



Ricardo Rojas: Un exilio forzado y su influencia en la cultura argentina.


Ricardo Rojas es un destacado poeta, dramaturgo, orador, político e historiador argentino nacido el 16 de septiembre de 1882 en San Miguel de Tucumán y fallecido el 29 de julio de 1957 en Buenos Aires. Aunque nació en Tucumán, la influencia de su linaje materno y parte de su crianza en Santiago del Estero fueron aspectos determinantes en su vida.

Hijo de Absalón Rojas y Rosario Sosa, Rojas pasó su infancia en Antajé, una pequeña localidad de Santiago del Estero. Desde joven, Rojas se mostró interesado por las letras y la historia, y decidió trasladarse a Buenos Aires para continuar su formación académica.

En Buenos Aires, Rojas logró destacarse tanto en el ámbito académico como político. Llegó a convertirse en rector de la Universidad de Buenos Aires durante el mandato de Hipólito Yrigoyen, ocupando este cargo entre 1926 y 1930. Esta posición le permitió influir en el desarrollo de la educación superior y promover diversas reformas en beneficio de la comunidad universitaria.

Además de su carrera en la academia, Rojas también incursionó en la política. Militante de la Unión Cívica Radical, fue arrestado y enviado a prisión en Ushuaia después del golpe “cívico-militar” de 1930. Fue desterrado a la Isla Grande de Tierra del Fuego, donde vivió confinado en una pequeña casa de madera ubicada a 80 metros de la Avenida Maipú. Durante su tiempo en el destierro, debía firmar diariamente en la comisaría para demostrar su presencia en el lugar. Su única forma de escapar hubiera sido por barco.

Durante su exilio forzado, Rojas encontró refugio en su pasión por la literatura e hizo importantes contribuciones a la cultura argentina. Escribió su obra “Archipiélago” en la que exploró la historia de los yaganes y los onas, basándose en el pensamiento de Charles Darwin sobre estas comunidades indígenas. Esta obra se convirtió en una referencia importante para comprender la vida y las costumbres de estos pueblos autóctonos.

Además de su destacada labor como escritor y académico, Rojas también se desempeñó como director del instituto petrolífero de Argentina, conocido como Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Bajo su dirección, esta compañía estatal nacional de explotación de hidrocarburos logró importantes avances y contribuciones al desarrollo económico del país.

La vida y obra de Ricardo Rojas constituyen un legado importante en la historia y cultura argentina. Su compromiso con la educación, la política y la defensa de los derechos humanos le convierte en un referente para las futuras generaciones de intelectuales y líderes. A través de sus escritos y contribuciones, Rojas dejó un valioso testimonio de la diversidad cultural y la riqueza histórica de Argentina.


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