Con una carrera cinematográfica que abarcó décadas y dejó un impacto indeleble en el mundo del cine, Fritz Lang se convirtió en uno de los directores más influyentes del expresionismo alemán y el cine negro. Nacido en Viena en 1890, Lang encontró su pasión en el arte y la exploración de la complejidad de la naturaleza humana. Con su estilo visual único y su enfoque innovador, Lang llevó al público a través de historias fascinantes, desde el apogeo de la ciencia ficción en “Metrópolis” hasta el lado oscuro de la mente humana en “M”. Su legado artístico y su influencia en el cine moderno todavía resuenan hoy en día, dejando una huella imborrable en la industria cinematográfica.

“Fritz Lang: Un explorador de la oscuridad en la naturaleza humana”
Fritz Lang, nacido en Viena en 1890, fue un destacado cineasta alemán de origen judío. Antes de dedicarse al cine, estudió pintura en Munich y París, y se interesó por el teatro expresionista y las teorías del dramaturgo Max Reinhardt. Su formación en estas áreas influyó en su enfoque cinematográfico.
Antes de comenzar su carrera como director, Lang viajó por el Próximo Oriente, África del Norte, Oceanía, China, Japón y Rusia, enviando sus dibujos a la prensa y coleccionando objetos exóticos. Durante la Primera Guerra Mundial, fue herido y condecorado, y en el hospital comenzó a escribir guiones para películas dirigidas por Joe May. Algunos de estos guiones fueron escritos en colaboración con su esposa, Thea von Harbou.
En 1919, Lang inició su carrera cinematográfica como guionista y actor, trabajando con reconocidos directores alemanes como Joe May y F.W. Murnau. Durante esta época, estuvo en contacto con los círculos creativos e intelectuales de Berlín, lo cual influyó en su desarrollo artístico. Sus primeras películas reflejaron la influencia del expresionismo alemán y del movimiento vanguardista europeo.
El cine de Lang se caracteriza por su fascinación por el lado oscuro de la naturaleza humana y su enfoque en los aspectos psicológicos y emocionales de los personajes. Sus películas son conocidas por su estilo visual único y su experimentación narrativa. Estos elementos se convirtieron en las señas de identidad del “Largo Fritz”, apodo que recibió a lo largo de su carrera.
Una de las primeras películas significativas de Lang como director fue “Dr. Mabuse, el jugador” en 1921, la cual es considerada como uno de los primeros thrillers psicológicos. Otra de sus obras icónicas es “Metrópolis” (1927), una influyente película de ciencia ficción que hoy en día es considerada una obra maestra. Esta película fue incluida en la Memoria del Mundo por la Unesco por su notable representación de la sociedad y su contenido humano y social.
A lo largo de la década de 1930, Lang consolidó su fama como maestro del cine negro con películas como “M” (1931), “El testamento del Dr. Mabuse” (1933), “Furia” (1936) y “Sólo se vive una vez” (1937). Estas obras exploran temas como el complejo de culpabilidad, la persecución del destino y el deseo de justicia.
Su último film, “Los crímenes del Dr. Mabuse”, fue lanzado en 1969. Fritz Lang falleció el 2 de agosto de 1976 en Los Ángeles, dejando un legado cinematográfico que ha influenciado a directores posteriores como Billy Wilder, Robert Siodmak, David Lynch y Christopher Nolan.
La obra de Fritz Lang destaca por sus innovadoras técnicas narrativas, su estilo visual y su exploración de la oscuridad de la naturaleza humana. Su cine ha dejado una huella duradera en el género del cine negro y ha sido reconocido como una figura destacada del expresionismo alemán y el cine de ciencia ficción.
Con películas como “Metrópolis”, su impacto social y estético también ha sido ampliamente apreciado, inspirando otras películas y obras literarias.
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