Bienvenidos a este artículo que explora las fascinantes mujeres rubias que formaron parte del mundo cinematográfico de Alfred Hitchcock. El reconocido cineasta británico tenía una predilección por las rubias elegantes y sofisticadas, las cuales encarnaban sus ideales de feminidad y misterio. Desde Grace Kelly hasta Tippi Hedren, estas actrices se convirtieron en las musas de Hitchcock y protagonizaron algunas de sus películas más icónicas. Acompáñanos en este recorrido por el encanto y la obsesión que rodearon a estas mujeres que dejaron una huella imborrable en el legado del director.



Las Mujeres de Hitchcock: Rubias, Elegantes y Obsesiones Parafílicas


Alfred Hitchcock, el famoso cineasta británico, es reconocido por ser un maestro del suspense y por su predilección por las mujeres rubias en sus películas. Actrices como Grace Kelly, Tippi Hedren, Ingrid Bergman y Eva Marie Saint se convirtieron en algunas de sus musas más emblemáticas.

Hitchcock tenía una frase ilustrativa de sus obsesiones: “Las rubias hacen mejor de víctimas. Son como la nieve virgen que muestra las huellas de sangre”. Este dicho revela su fascinación por las rubias y por el suspense en sus historias.

Estas actrices debían cumplir con requisitos muy precisos para protagonizar sus películas. Debían ser elegantes, clásicas, inteligentes y un tanto frías, además de lucir una melena platino característica. Tippi Hedren, Ingrid Bergman y Grace Kelly encajaban a la perfección con estos requisitos y colaboraron en algunos de los proyectos más conocidos de Hitchcock. Sin embargo, cada una de ellas experimentó una relación distinta con el director en términos de obsesión. Mientras que Bergman mantuvo una relación cordial con él, Kelly fue objeto de una devoción incondicional y Hedren sufrió acoso directo.

No todas las protagonistas de Hitchcock fueron rubias perfectas. Actrices como Joan Fontaine, Tallulah Bankhead, Marlene Dietrich y Julie Andrews también dejaron su huella en sus películas.

Hitchcock elegía actrices rubias y sofisticadas porque buscaba “mujeres de mundo, verdaderas damas que se transformarán en prostitutas en el dormitorio”. Consideraba que las mujeres inglesas, suecas, alemanas del norte o escandinavas eran más interesantes desde el punto de vista sexual, en comparación con las latinas, italianas o francesas. A diferencia de figuras como Marilyn Monroe o Brigitte Bardot, que según él tenían el sexo “inscrito en todos los rasgos de su persona”, Hitchcock creía que las mujeres inglesas, con su apariencia de institutriz, podían sorprender con su sensualidad en situaciones inesperadas, como desabrochar la bragueta de un hombre en un taxi.

Ingrid Bergman (1915-1982) fue la primera actriz con la que Hitchcock se obsesionó, a pesar de no ser exactamente rubia, sino castaña clara. A lo largo de su carrera, Bergman colaboró en varias películas con el director y mantuvo una buena relación con él hasta su muerte.

Grace Kelly (1929-1982), conocida por su elegancia y distinción, encarnó a la perfección el ideal femenino de Hitchcock. En “La ventana indiscreta” (1954), su personaje sirve de modelo en contraposición al protagonista masculino, quien prefiere observar a través de la ventana. Kelly fue un gran mito erótico para el director, pero su relación se vio afectada cuando ella abandonó el cine para convertirse en princesa de Mónaco.

Kim Novak (nacida en 1933) protagonizó “Vértigo” (1958), película para la cual Hitchcock inicialmente había elegido a Vera Miles, pero tuvo que reemplazarla debido a un embarazo. Novak tuvo conflictos con el director en cuanto a peluquería y vestuario, ya que estaban originalmente pensados para Miles. A pesar de que Hitchcock nunca se sintió completamente cómodo con Novak, su interpretación en la película recibió elogios de la crítica.

Tippi Hedren (nacida en 1930) fue descubierta por Hitchcock en un anuncio de televisión y se convirtió en su última gran obsesión. Durante el rodaje de “Los pájaros” (1963), Hitchcock sometió a Hedren a una tortura psicológica e incluso física. A pesar de ello, Hedren dejó una impresión duradera en la filmografía de Hitchcock.

Eva Marie Saint (nacida en 1924) interpretó a una rubia fría y calculadora en “Con la muerte en los talones” (1959). Aunque su verdadera personalidad distaba mucho de eso, Hitchcock la encasilló en este tipo de rol. Hitchcock tuvo influencia incluso en la elección del vestuario de la película, visitando junto a Saint las tiendas para seleccionar los vestidos que luciría en la cinta.

En síntesis y para terminar, las actrices rubias y elegantes fueron protagonistas en la filmografía de Alfred Hitchcock, cumpliendo con sus requisitos de feminidad, sofisticación y un toque de frío. Aunque algunas sufrieron obsesiones y acosos por parte del director, todas dejaron una marca en la historia del cine y en el legado de Hitchcock como uno de los grandes maestros del suspense.


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