En el vasto y árido desierto de Sonora, una imagen majestuosa se alza sobre la planicie: los cactus gigantes de Sonora. Estos imponentes y enigmáticos seres, conocidos como Saguaros Carnegiea gigantea, han cautivado la curiosidad de científicos y exploradores durante décadas. Con alturas que alcanzan los 12 a 18 metros, estos gigantes del reino vegetal desafían las adversidades del entorno desértico, sorprendiendo con su longevidad y capacidad de adaptación. A medida que se desvelan los misterios detrás de su genoma y se exploran sus vínculos con las comunidades indígenas locales, nos adentramos en un fascinante viaje de descubrimiento en busca de las respuestas que estos gigantes del desierto guardan celosamente.



Investigación científica sobre los Saguaros: una mirada al genoma de los gigantes del desierto


En el vasto desierto de Sonora, se encuentra uno de los paisajes más impresionantes y fascinantes del mundo: los cactus gigantes de Sonora. Estas imponentes estructuras de la naturaleza, conocidas científicamente como “Saguaros Carnegiea gigantea”, han despertado la curiosidad de científicos y exploradores durante muchos años debido a su sorprendente tamaño y características únicas.

Los Saguaros son verdaderos gigantes entre las cactáceas, llegando a medir entre 12 y 18 metros de altura, aunque se han registrado ejemplares aún más altos. Su diámetro puede alcanzar hasta los 65 centímetros y su color verde brillante en la juventud se transforma en un tono grisáceo a medida que envejecen. Pero lo más sorprendente de todo es su capacidad para sobrevivir en un entorno tan inhóspito.

A pesar de su imponente tamaño, los Saguaros tienen raíces relativamente poco profundas, extendiéndose solo unos 60 centímetros bajo tierra. Esto es realmente asombroso si consideramos que estas cactáceas deben soportar temperaturas extremas y enfrentarse a fuertes vientos en el desierto de Sonora. La habilidad de estos gigantes cactáceos para adaptarse a estas condiciones adversas ha desconcertado a los científicos durante mucho tiempo.

Recientemente, investigadores de la Universidad de Arizona y de la UNAM han llevado a cabo un estudio para comprender mejor los mecanismos biológicos de los Saguaros. Han mapeado el genoma de estas cactáceas y han hecho un descubrimiento sorprendente: prácticamente no se han encontrado genes responsables de la fotosíntesis en estos ejemplares. Esto ha llevado a los científicos a plantear la hipótesis de que estas plantas han desarrollado una forma alternativa de obtener azúcares a partir de la luz solar.

El estudio científico de los Saguaros comenzó hace más de 80 años, cuando los primeros investigadores comenzaron a maravillarse con estas plantas únicas. A medida que las generaciones de científicos se sucedieron, se ha ido acumulando una cantidad significativa de información sobre estas cactáceas. Por ejemplo, se ha descubierto que a pesar de que una planta adulta puede producir hasta 40 millones de semillas, la mayoría de ellas son consumidas por los animales y solo unas pocas tienen la oportunidad de germinar. Además, una vez que germinan, tardan aproximadamente 40 años en alcanzar un metro de altura. Esto nos da una perspectiva sobre la dificultad de ser un Saguaros en el desierto implacable.

Los Saguaros son criaturas longevas, pudiendo vivir hasta 200 o incluso 300 años. A lo largo de tantos años, diferentes generaciones de científicos han trabajado para comprender qué factores afectan su crecimiento y qué condiciones climáticas son propicias para su desarrollo. Durante la década de 1930, se creía que la población de Saguaros estaba disminuyendo rápidamente. Sin embargo, entre las décadas de los 60 y 90, las condiciones de humedad fueron favorables para el florecimiento de una nueva generación de plantas gigantes.

Estas cactáceas también desempeñan un papel importante en la vida de las comunidades indígenas, como los pápagos, quienes utilizan los troncos de los Saguaros para construir viviendas. Además, aprovechan sus frutos, flores y semillas como alimentos importantes. Incluso preparan un vino ceremonial a partir de la pulpa de los frutos de los Saguaros, utilizado en rituales para pedir por la lluvia.

Aunque mucho se ha descubierto sobre los Saguaros, aún queda mucho por aprender. ¿Por qué tardan hasta 69 años en florecer por primera vez? ¿Cómo logran producir azúcares para sus flores y frutos sin los genes convencionales para la fotosíntesis? Estas incógnitas continúan llamando la atención de científicos y entusiastas de la naturaleza en todo el mundo.

Los cactus gigantes de Sonora son un testimonio asombroso de la belleza y resiliencia de la naturaleza. A medida que continuamos explorando y estudiando estos gigantes del desierto, sin duda desvelaremos más secretos sobre su fascinante existencia.


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