La literatura italiana del siglo XX fue enriquecida por la presencia de un destacado poeta y periodista: Salvatore Quasimodo. Nacido el 20 de agosto de 1901, Quasimodo se convirtió en una figura emblemática del movimiento hermético en Italia y dejó un legado poético que lo llevó a recibir el prestigioso Premio Nobel de Literatura en 1959. Su obra se caracteriza por una primera etapa de poemas escuetos y simbólicos, pero posteriormente evolucionó hacia una poesía más clara y comprometida con la problemática social de su tiempo.

“Salvatore Quasimodo: Del hermetismo a la claridad poética”
Salvatore Quasimodo (1901-1968) fue un reconocido poeta y periodista italiano, considerado uno de los máximos exponentes del movimiento hermético en la literatura italiana del siglo XX. Nació el 20 de agosto de 1901 en la ciudad de Modica, Sicilia, en el seno de una familia de origen humilde.
Desde joven, mostró un gran interés por la literatura y la poesía, lo que lo llevó a estudiar filología clásica en la Universidad de Messina. Durante su carrera universitaria, Quasimodo entró en contacto con importantes poetas de la época, como Giuseppe Bonaviri y Mario Rapisardi, quienes influyeron en su desarrollo literario.
En 1930, Quasimodo comenzó a trabajar como profesor de italiano y latín en un instituto de enseñanza secundaria en Sicilia. Paralelamente, colaboró como periodista en diversos periódicos y revistas literarias, lo que le permitió establecer contactos con otros escritores y poetas de renombre.
En 1938, publicó su primer poemario, “Acque e terre”. Sin embargo, su consagración como poeta llegaría en la década de 1940 con la publicación de la antología “Y de repente la noche” (1942), donde se evidencia su estilo hermético y simbolista.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Quasimodo fue llamado a servir en el ejército italiano como oficial de comunicaciones. Esta experiencia tuvo un profundo impacto en su poesía, y tras el fin de la guerra abandonó el hermetismo y comenzó a abordar temas de índole social y político en su obra.
A partir de la década de 1950, Quasimodo se convirtió en una figura destacada en la escena literaria italiana y obtuvo reconocimiento internacional. En 1959, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento a su destacada contribución a la poesía contemporánea.
En sus poemas, Quasimodo exploró la relación entre la experiencia humana y el entorno natural, utilizando una prosa lírica y evocadora. Sus versos están impregnados de una profunda reflexión sobre la condición humana, la libertad y la opresión, así como un fuerte compromiso con la justicia social.
Salvatore Quasimodo fue también un activo defensor de los derechos civiles y participó activamente en movimientos políticos de izquierda. A lo largo de su vida, publicó numerosas obras poéticas, ensayos y traducciones de poetas extranjeros, destacándose su labor como traductor de la obra de William Shakespeare al italiano.
Quasimodo falleció el 14 de junio de 1968 en Nápoles, Italia, dejando un legado literario que continúa siendo valorado y estudiado en la actualidad. Su obra ha sido considerada una de las más importantes e influyentes de la poesía italiana del siglo XX, y su estilo ha dejado una profunda huella en las generaciones venideras de poetas y escritores.
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