Bienvenidos a esta fascinante entrada que nos llevará a explorar el asombroso templo de Otagi Nenbutsu en la encantadora ciudad de Kioto. Este pequeño tesoro escondido en la región de Arashiyama nos invita a sumergirnos en su arquitectura sencilla y austera, pero lo que realmente lo distingue es la increíble estatuaria que lo adorna. Con más de mil estatuas de Buda esparcidas por todo el complejo, cada una con expresiones únicas y cubiertas por el envejecido musgo, Otagi Nenbutsu nos regala una experiencia visualmente cautivadora y espiritualmente enriquecedora. Acompáñenos en este viaje a través de la historia, la naturaleza y la serenidad que nos ofrece este rincón mágico de Kioto.





LOS BUDAS DE OTAGI NENBUTSU JI, KIOTO.
Otagi Nenbutsu es un pequeño templo ubicado en la hermosa región de Arashiyama, en las afueras de la fascinante ciudad de Kioto, Japón. Este encantador templo sigue el patrón arquitectónico de muchas otras edificaciones religiosas en el país, con pequeños pabellones dispersos estratégicamente, cuidadosamente empotrados en la topografía y en armonía con el entorno natural.
A primera vista, el aspecto general de Otagi Nenbutsu puede parecer sencillo y austero en comparación con las imponentes y famosas estructuras de Kioto que hemos explorado anteriormente en esta blog. Sin embargo, lo que hace que este templo sea realmente especial es la fascinante estatuaria que lo adorna. En todo el complejo, se encuentran más de mil pequeñas estatuas del Buda dispuestas en diferentes áreas, y tanto su apariencia inusual como el efecto del musgo que las cubre, enriqueciéndolas con tonos y formas únicos, las convierten en motivos irresistibles para captar en una fotografía.
Los orígenes del templo Otagi Nenbutsu se remontan a la era Heian (794-1185), en los primeros años de la historia de Kioto, cuando fue fundado por la Emperatriz Shotoku en las orillas del río Kamo. Desafortunadamente, el templo fue destruido por una inundación, pero fue reconstruido como un anexo del famoso templo Enryaku ji, ubicado cerca de la majestuosa montaña Hiei al norte de Kioto. Sin embargo, la guerra civil del siglo XIII volvió a dejar su huella en este lugar sagrado y nuevamente fue arrasado. Finalmente, en 1922, Otagi Nenbutsu fue trasladado a su ubicación actual, un tanto apartado de la ajetreada zona turística de Arashiyama.
Arashiyama es una de las zonas más populares para los visitantes de Kioto y atrae multitudes, especialmente durante el otoño, cuando las hojas de arce se tiñen de colores vibrantes y cubren las laderas de las montañas circundantes. Este espectáculo natural ha sido admirado durante siglos y ha inspirado la creación de numerosos templos y jardines en la zona, como el hermoso Tenryuji, por ejemplo. Sin embargo, el templo Otagi Nenbutsu se encuentra un poco apartado de las hordas de turistas que invaden Arashiyama, lo que le otorga cierta tranquilidad y privacidad.
El conjunto de Otagi Nenbutsu consta de cinco pabellones alineados de forma paralela, detalladamente orientados hacia el Este y cuidadosamente empotrados en la topografía. Esta disposición específica permite que los pabellones se integren armoniosamente con el hermoso paisaje natural, minimizando su impacto visual y creando una sensación de ser parte de la naturaleza circundante. Desde el exterior, el templo pasa desapercibido, como un secreto bien guardado, esperando ser descubierto.
Las estatuas de Otagi Nenbutsu son conocidas como rakan o arhat, y representan a los 500 discípulos de Buda que alcanzaron el estado del nirvana. Estas esculturas fueron creadas por escultores aficionados, bajo la dirección del talentoso Kocho Nishimura. Lo más destacado de estas estatuas es su variedad de expresiones que van desde lo humorístico hasta lo novedoso, ecléctico o incluso exótico. Estas representaciones difieren radicalmente de las tradicionales representaciones de Budas que se encuentran en templos en Japón y el Sudeste Asiático. Para aquellos que deseen comparar, pueden visitar el cercano templo de Sanjusangen-do, que alberga cientos de estatuas de Budas representadas de forma más ortodoxa.
En conclusión, el templo de Otagi Nenbutsu en Kioto es un tesoro escondido en medio de la hermosa región de Arashiyama. Su aparente sencillez arquitectónica contrasta con la riqueza de su estatuaria única y la tranquilidad que se respira en el lugar. Un paseo por sus jardines y la contemplación de las expresivas estatuas rakan brindan una experiencia espiritual y estética inigualable.
Desde su fundación en la antigua capital hasta su ubicación actual, Otagi Nenbutsu ha resistido el paso del tiempo y continúa fascinando a aquellos que se aventuran a descubrirlo.
El CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES