“Mary Shelley, reconocida narradora, dramaturga, ensayista y filósofa, dejó una profunda huella en la historia de la literatura con su obra más famosa: “Frankenstein o el moderno Prometeo”. Nacida en 1797 en Londres, su vida estuvo marcada por tragedias y desafíos que moldearon su talento y pensamiento creativo. Inspirada por el legado de su madre feminista Mary Wollstonecraft y por su pasión por la literatura, Mary Shelley se convirtió en una prolífica escritora que exploró temáticas como la responsabilidad científica, los límites morales y el poder de la creación. A través de su influencia en el género gótico y su creación del icónico personaje de Frankenstein, Shelley se convirtió en una figura clave en el desarrollo de la ciencia ficción y dejó un legado literario perdurable que sigue fascinando a lectores de todo el mundo.”

La vida y obra de Mary Shelley: Más allá de “Frankenstein”
Mary Shelley nació el 30 de agosto de 1797 en Londres, como Mary Wollstonecraft Godwin. Fue una reconocida escritora, dramaturga, ensayista y filósofa, conocida principalmente por ser la autora de la innovadora novela gótica “Frankenstein o El moderno Prometeo”, considerada el primer libro de ciencia ficción de la historia.
Hija de la escritora feminista Mary Wollstonecraft y del escritor William Godwin, el nacimiento de Mary estuvo marcado por la tragedia, ya que su madre falleció poco después de dar a luz. Criada por su padre, Mary desarrolló una profunda pasión por la literatura al leerle los pensamientos e ideas de su difunta madre, plasmados en numerosos libros.
La inmersión de Mary en los círculos literarios hizo que no fuera sorprendente que se enamorara del poeta Percy Bysshe Shelley. Su relación trascendió la conexión romántica y se convirtió en una colaboración literaria. Sin embargo, Mary enfrentó numerosos desafíos personales, incluida la pérdida de un embarazo en 1816. Durante esa época, la mortalidad materna y los nacimientos de niños muertos eran comunes, haciendo del parto una experiencia aterradora y angustiosa. Estas experiencias, junto con los avances sociales ocurridos durante la Revolución Industrial, los experimentos con la electricidad y los debates morales sobre los cambios en la sociedad, influyeron en el pensamiento creativo de Mary.
En 1817, Mary y Percy Bysshe Shelley visitaron a sus amigos Lord Byron y John Polidori. Después de una cena informal, Byron propuso un desafío: cada uno debía escribir un relato de terror para compartir entre ellos. La historia de Mary sorprendió a todos, y fue a través de este desafío que nació “Frankenstein”. Intrigados por la narrativa, Byron y Polidori animaron a Mary a expandir y publicar la historia.
La novela gótica explora los misterios de la creación y alude al mito clásico del titán que moldea a un hombre de arcilla. Sin embargo, a diferencia del mito, no es un dios quien castiga al falso creador, sino su propia creación. “Frankenstein o El moderno Prometeo” indaga en el miedo a las consecuencias de las nuevas tecnologías y los límites morales de quienes las utilizan. Aunque el libro se publicó por primera vez el 1 de enero de 1818, se descubrió un manuscrito mucho más crudo y oscuro en la biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford en el siglo XX. Esta versión, que data de finales de 1817, revela las perturbaciones profundas en la mente de Mary durante la creación de la novela.
Mary y Percy se mudaron más tarde a Italia, donde lamentablemente perdieron a dos hijos más poco después de su nacimiento. Finalmente, su cuarto hijo, Percy Florence, sobrevivió la primera infancia. Sin embargo, la felicidad de Mary fue efímera, ya que Percy Bysshe Shelley falleció ahogado, dejándola sola para criar a su hijo. Regresando a Inglaterra, Mary se dedicó a la educación de su hijo y continuó escribiendo novelas, incluyendo obras históricas y apocalípticas como “Valperga”, “Perkin Warbeck”, “El último hombre”, “Lodore” y “Falkner”.
La historia trágica de la familia Shelley con respecto al parto fue tan profunda que Percy Florence decidió no tener hijos biológicos y optó por la adopción, una decisión con la que Mary estuvo de acuerdo. En 1839, Mary comenzó a experimentar dolores de cabeza severos que la paralizaban durante horas. Se cree que pudo haber tenido un tumor cerebral, que finalmente provocó su muerte el 1 de febrero de 1851, cuando Mary tenía solo 53 años.
La vida de Mary Shelley estuvo marcada por desafíos personales y creativos, pero dejó una huella imborrable en la literatura con su obra maestra “Frankenstein”. Su exploración de temas como los límites de la ciencia, las responsabilidades de los creadores y las implicancias morales de los avances tecnológicos continúan resonando entre los lectores hasta el día de hoy.
Sus contribuciones a la ciencia ficción y su valiente exploración de ideas complejas afianzan su legado como una de las figuras literarias más importantes de su tiempo.
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