En la historia de España, el nombre de Calvo Sotelo resuena como un importante protagonista de la política y la transición democrática. Sin embargo, su legado trasciende más allá de su papel como presidente del gobierno durante la dictadura. Calvo Sotelo se convirtió en una figura emblemática tanto en la lucha por la democracia como en la defensa de los derechos humanos en España. Su trágico asesinato sacudió al país y desencadenó una serie de sucesos que marcaron un antes y un después en la historia de la nación. En esta entrada, exploraremos la vida y el impacto de Calvo Sotelo, así como los desafíos y logros que surgieron durante la transición política hacia la democracia en España.



El legado político y la búsqueda de justicia tras el asesinato de Calvo Sotelo”


José Calvo Sotelo, nacido el 6 de mayo de 1893 en Tui, España, y fallecido el 13 de julio de 1936 en Madrid, fue un político ultraderechista español y una figura importante en la historia política de España antes de la Guerra Civil española. Su asesinato precipitó la sublevación militar y el inicio de la guerra.

Calvo Sotelo provenía de una destacada familia de intelectuales y políticos. Era el hermano mayor del renombrado dramaturgo Joaquín Calvo Sotelo. Después de estudiar derecho en Zaragoza y Madrid, se doctoró con un premio extraordinario en la Universidad de Madrid. En 1916, ingresó en el Cuerpo de Abogados del Estado, lo que marcó el comienzo de su carrera política.

Desde sus primeros años, Calvo Sotelo se involucró en la política y se unió al partido de Antonio Maura. Sus primeras obras escritas, como “El proletariado ante el socialismo y el maurismo” (1917) y “La doctrina del abuso del derecho subjetivo” (1917), revelaban su interés por las reformas y su inclinación autoritaria.

En 1919, Calvo Sotelo fue elegido diputado a las Cortes por el distrito de O Carballiño, y en 1921 fue nombrado gobernador civil de Orense y luego Valencia. Sin embargo, su carrera política ganó relevancia durante la Dictadura del general Primo de Rivera (1923-1929), aunque siempre mantuvo cierta distancia con el antiparlamentarismo del régimen. Ocupó cargos importantes en la administración, como la Dirección General de la Administración, donde implementó reformas para resolver los problemas de la administración local y provincial.

En 1925, Calvo Sotelo fue nombrado Ministro de Hacienda por Primo de Rivera. Durante su mandato, intentó llevar a cabo reformas económicas y crear un Estado intervencionista. Algunas de sus decisiones más importantes incluyeron la creación del Monopolio de Petróleo (CAMPSA), la nacionalización de empresas y la promulgación de leyes para combatir el contrabando y la defraudación. Sin embargo, su política económica fue ampliamente criticada por la oposición y las clases oligárquicas.

Con la caída de la Dictadura en 1929, Calvo Sotelo dimitió como Ministro de Hacienda pero continuó su actividad política, intentando crear el partido Unión Monárquica Nacional durante el gobierno provisional de Dámaso Berenguer. Sin embargo, la proclamación de la Segunda República en 1931 lo obligó a exiliarse en Lisboa y luego en París. Durante su exilio, se radicalizó políticamente y se acercó a ideólogos del autoritarismo francés, como Charles Maurras.

Regresó a España en mayo de 1934 luego de una amnistía, y en las elecciones de noviembre de ese año fue elegido diputado por Orense y La Coruña, representando al partido Renovación Española. Calvo Sotelo intentó crear un amplio grupo político, el Bloque Nacional, que promovía una monarquía totalitaria. Sin embargo, el partido no tuvo el éxito esperado, y Calvo Sotelo intentó unirse a Falange Española, aunque fue rechazado por José Antonio Primo de Rivera debido a sus diferencias ideológicas.

Tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, Calvo Sotelo fue elegido diputado por Orense. Sin embargo, su postura política radical y antirrepublicana provocó constantes enfrentamientos con las fuerzas izquierdistas en el parlamento. El 13 de julio de 1936, fue sacado de su domicilio y asesinado en una camioneta de la Guardia de Asalto. Su muerte fue considerada por los sublevados como un acto que justificaba la rebelión militar que pronto desencadenaría la Guerra Civil española.

José Calvo Sotelo fue una figura polémica y controvertida en la política española de su tiempo. Su asesinato y su papel como catalizador de la Guerra Civil española lo convirtieron en un mártir para los sectores de la derecha. Su legado sigue siendo objeto de debate y reflexión en la historia política de España.


EL CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES