En un recóndito rincón del mundo musical, donde el pasado y el futuro se entrelazan en una armonía inesperada, surge la fascinante figura de Clara Rockmore. Creadora de melodías sin tocar un instrumento físico, esta prodigiosa violinista nos transporta a un mundo sonoro único que desafía los límites de la imaginación y la técnica. Su encuentro fortuito con el theremin, ese enigmático instrumento que desafía las leyes de la física y la música, marcó el inicio de una asombrosa travesía en la electrificación del sonido. Sumérgete en el relato de una mujer excepcional, cuyas notas fluyen en el corazón de la música electrónica y cuyo legado resuena aún en nuestros oídos con una magia indescriptible.



Clara Rockmore: La virtuosa que revolucionó la música con el theremin.


Clara Rockmore (Vilna, 1911-1998) fue una prodigiosa violinista que, a pesar de enfrentarse a dificultades físicas que la apartaron de su instrumento favorito, logró destacarse como pionera en el ámbito de la música electrónica gracias al theremin, un instrumento revolucionario que se toca “sin tocarlo”. Su historia es la de una artista extraordinariamente talentosa que se reinventó y dejó una huella indeleble en el mundo de la música.

Clara Rockmore mostró un talento innato para el violín desde temprana edad y se encontraba en el camino de convertirse en una virtuosa reconocida. Sin embargo, una enfermedad ósea derivada de problemas de desnutrición infantil la obligó a abandonar su amado instrumento. Esta separación forzosa fue devastadora para Clara, quien la describió como una “tragedia”. No obstante, ese revés no la alejó de la música, sino que fue el catalizador que la condujo hacia una nueva forma de expresión: el theremin.

Los caminos de Clara Rockmore y Léon Theremin, el inventor del theremin, se cruzaron en 1928 en la ciudad de Nueva York. Teniendo tan solo 18 años, Clara quedó fascinada por este instrumento único desde el primer momento en que lo vio. Léon Theremin le brindó la oportunidad de experimentar con el instrumento y, según los relatos de la época, Clara lo tocó con una sensibilidad y precisión casi sobrenaturales, como si hubiera nacido para tocarlo.

Este encuentro marcó un punto de inflexión en la vida de Clara Rockmore y también en la historia de la música. Sus conocimientos musicales previos y su oído excepcional fueron fundamentales para que Léon Theremin pudiera perfeccionar su invención. Gracias a la colaboración entre ambos, se realizaron importantes modificaciones al theremin, como la ampliación del rango de octavas de 3 a 5, lo que permitió a Clara interpretar piezas más rápidas y con mayor precisión. Además, se logró un control más rápido del volumen y el tono del instrumento.

A pesar de no haber recibido ninguna formación específica sobre cómo tocar el theremin, Clara Rockmore desarrolló su propio método de ejecución, basado en movimientos precisos y en sus habilidades innatas. Su destreza llegó a un nivel de fusión con el instrumento que solo estaba reservado a pianistas o violinistas hasta ese momento. Clara se dedicó en cuerpo y alma a elevar el theremin al nivel de cualquier instrumento clásico. Para lograrlo, no dudó en interpretar piezas de renombrados compositores como Bach, Chopin, Schubert o Saint-Saëns. Consideraba que el theremin era un instrumento melódico y criticaba la tendencia de los compositores de su época a crear obras plagadas de efectos y ruidos en lugar de melodías memorables.

A lo largo de su carrera, Clara Rockmore dejó una profunda impresión en la música electrónica. Su virtuosismo y su dedicación inquebrantable al theremin inspiraron a futuros músicos a explorar las posibilidades sonoras de este instrumento revolucionario. Clara demostró que el theremin podía ser un medio de expresión artística legítimo y sofisticado, capaz de transmitir emociones y belleza de la misma manera que un violín o un piano.

El legado de Clara Rockmore trasciende el tiempo y sigue resonando en la música electrónica de hoy en día. Su historia nos recuerda que, a pesar de los obstáculos que la vida pueda poner en nuestro camino, con pasión, dedicación y un espíritu innovador, podemos encontrar nuevas formas de expresión y dejar una marca perdurable en el mundo.

Clara Rockmore fue una verdadera pionera y su contribución a la música siempre será recordada y admirada.


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