Alumbrando la gran pantalla durante la Edad de Oro de Hollywood, con una elegancia única y una presencia inconfundible, emerge la figura de Claudette Colbert. Desde sus humildes inicios en las tablas de Broadway hasta el clamoroso aplauso de la meca del cine, su viaje fue un fascinante recorrido lleno de desafíos, triunfos y una transformación excepcionalmente radiante. Nacida como Émilie Claudette Chauchoin en Francia pero forjada en la efervescencia de Nueva York, Colbert se desplegó ante el mundo, reelaborando las instrucciones de actuación y dejando en su camino una serie de momentos filmográficos icónicos que aún resuena en la memoria colectiva. Con una carrera que se extendió más allá de la pantalla grande a la dirección y la televisión, Claudette Colbert personificó la versatilidad y el ingenio, abordando cada papel con valentía y perspicacia.



La trayectoria cinematográfica de Claudette Colbert: De Broadway a la fama en Hollywood”


Claudette Colbert, cuyo nombre de nacimiento fue Émilie Claudette Chauchoin, nació el 13 de septiembre de 1903 en Saint-Mandé, Francia, aunque creció en Nueva York tras emigrar con su familia a los Estados Unidos cuando apenas era una niña. Desde muy joven, sintió una gran pasión por la actuación y decidió seguir una carrera en las artes escénicas, lo que la llevó a inscribirse en la Art Students League of New York, una escuela prestigiosa donde pudo estudiar rigurosamente el arte del drama y la técnica actoral.

Su carrera actoral comenzó en el teatro de Broadway en la década de 1920, donde tuvo la oportunidad de interpretar una amplia gama de papeles. Sus primeras apariciones en el cine fueron con la Paramount Pictures en 1927. Aunque su primer film, “For the Love of Mike”, fue un fracaso en taquilla, Colbert no se desanimó y regresó al teatro con energías renovadas.

En 1929, el director Hobart Henley la eligió para su película “The Lady Lies”, que resultó ser todo un éxito y marcó la revitalización de su carrera en el cine. Esta película, que demostró que su talento podía brillar en la gran pantalla, marcaría un punto de inflexión y conllevaría un constante flujo de papeles cinematográficos para Colbert en los años siguientes.

Durante la década de 1930, Colbert se convirtió en una de las más grandes estrellas del cine, protagonizando películas que se convertirían en clásicos. En 1934, la actriz tuvo uno de sus mayores éxitos con “Cleopatra”, dirigida por Cecil B. DeMille, donde demostró su gran versatilidad interpretativa al encarnar a la icónica reina egipcia.

Pocos meses después de “Cleopatra”, Colbert consiguió otro gran hit con “Sucedió una noche” (1934), una comedia romántica que protagonizó junto a Clark Gable. Su arrestada interpretación fue reconocida con un premio Óscar a la Mejor Actriz, lo que reafirmó su posición como una de las más prominentes actrices de la época.

En la década de 1940, Colbert probó fortuna en la televisión, medio en el que consiguió mantener su popularidad. Además, se aventuró en la dirección, con su película “Texas Lady” de 1955 siendo un ejemplo de su habilidad en esta área.

Colbert continuó trabajando tanto en la televisión como el cine hasta 1987, demostrando su compromiso y pasión por la actuación durante toda su trayectoria. A partir de ese año, decidió dedicarse por completo al teatro, regresando a sus primeras raíces, hasta 1992.

En su vida privada, Colbert se casó dos veces, siendo su segundo matrimonio, con Joel Pressman, el que duró hasta la muerte de este en 1968. Capitalizó su fama para ser una activa defensora de la diversidad en la industria del cine y apoyó diversos proyectos filantrópicos.

Claudette Colbert murió el 30 de julio de 1996 en Speightstown, Barbados, a los 92 años, tras varias apoplejías consecutivas. Su legado todavía perdura y su contribución a la evolución de la actuación en el cine sigue siendo recordada y elogiada.


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