En un escenario lleno de luces y energía, donde las notas de guitarra chocan con la euforia del público, emerge una figura que se convierte en la personificación misma del rock mexicano. Un hombre cuyo nombre resuena en los corazones de aquellos que aman la música: Johnny Laboriel. Su voz, su estilo y su inigualable pasión han dejado una huella imborrable en la historia musical de México. Pero, ¿quién es este enigmático y carismático artista? ¿Cómo logró forjar su legado en la época de oro del rock and roll? Adéntrate con nosotros en el fascinante mundo de Johnny Laboriel, donde la música se fusiona con su ascendencia hondureña y se despliega en un espectáculo único e inolvidable. Prepárate para sumergirte en una experiencia sonora llena de ritmo, melodía y la incomparable energía que solo Johnny Laboriel puede brindar.

“Los Rebeldes del Rock: La banda que catapultó a Johnny Laboriel al estrellato”
Johnny Laboriel, una icónica figura de la música, nació en la Ciudad de México el 9 de Julio de 1942. Su carrera en la música en sí, es un amplio panorama de olas y melodías eclécticas que pueden remontarse cuando aún era un niño con raíces profundamente cultivadas en su ascendencia hondureña, un componente fundamental de su marcado estilo musical.
Su etnia proviene de una ciudad hondureña particularmente conocida por su pasión y ritmo, La Ceiba. Sus padres, el actor y compositor Juan José Laboriel y la actriz Francisca López de Laboriel, eran oriundos de este lugar vibrante, lo que acentuó su sensibilidad hacia la música y su inclinación hacia la interpretación desde una edad temprana.
Tenía dos hermanos, Abraham Laboriel, un consumado bajista, y Ela Laboriel, una cantante con su propio talento destacado, ambos influenciados por el entorno musical en el que crecieron. Se podría decir que la familia Laboriel estaba destinada a tener una inclinación hacia las artes, dada su ascendencia y el marco cultural en el que se criaron.
Johnny Laboriel emergió en una era donde el rock and roll estaba ganando impulso en la sociedad mexicana. Junto con esta oleada de artistas emergentes, entre los que destacaban Angélica María, César Costa, Enrique Guzmán, Alberto Vázquez, y Manolo Muñoz, Johnny Laboriel se convirtió en uno de los principales exponentes del rock and roll mexicano.
Fue en la banda Los Rebeldes del Rock donde Laboriel encontró la plataforma ideal para su expansión como artista. Su sonido y su estilo rápidamente se volvieron sinónimos de lo que se conocía en ese entonces como la época de oro del rock and roll en México. Sin embargo, su posición en la banda fue más allá de solo ser uno de los vocalistas. Laboriel se convirtió en un ícono, una representación viviente de la vibrante época musical del rock and roll.
A pesar de su gran éxito con Los Rebeldes del Rock, Johnny Laboriel aún tenía un camino por recorrer como artista. En 1963 decidió embarcarse en una carrera en solitario, donde logró más de 50 éxitos en la radio. Esta etapa de su vida artística mostró su versatilidad como cantante, interpretando una variedad de géneros musicales que consolidaron más aún su lugar en la historia de la música mexicana.
Otro de sus grandes logros fue su participación en el Festival OTI de la Canción, donde representó a México en nueve ocasiones. En 1978, su interpretación de la canción “Señora Corazón” de Felipe Gil le valió el quinto lugar en la eliminatoria nacional, otro testimonio de su gran talento y versatilidad como cantante.
Johnny Laboriel, con su distintiva voz y estilo, dejó una huella imborrable en la música mexicana. A pesar de su partida, su legado sigue vivo en las melodías que interpretó y en la influencia que tuvo en la música de su país, y a nivel mundial.
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