En el mágico laberinto de los corazones rotos y las nuevas ilusiones del legendario Orson Welles, una figura resplandeciente emerge, capturando su atención hasta el más profundo de sus sueños. Una mujer de ensueño, envuelta en el velo del cine y la moda, Rita Hayworth, irrumpe en su existencia, trazando un camino de vértigo y encanto. Con valentía y obstinación, Welles se sumerge en la partida de un juego apasionante, persiguiendo el amor y desafiando obstáculos impregnados de glamour, solo para descubrir que la realidad no siempre se refleja en las pantallas de plata. Esta es la historia cautivadora de dos almas enredadas en los hilos del destino, dejando una huella indeleble en la historia del séptimo arte, donde el amor, las tragedias y las maravillas de Hollywood convergen en un telón de fondos brillantes y desafíos profundos.



Hollywood y el romance tumultuoso de Orson Welles y Rita Hayworth.
El corazón de Orson Welles, uno de los cineastas más icónicos del siglo XX, no solo quedó intacto y enterito después de su rompimiento con la actriz Dolores del Río, sino que se llenó de nuevas esperanzas y expectativas. No pasó mucho tiempo antes de que su espíritu se viera cautivado por la imagen de una mujer bellísima que había visto en la portada de una revista. Tan intensa fue su fascinación que no dudó en contarles a sus amigos cercanos que, en cuanto tuviera la oportunidad de conocerla, le pediría matrimonio sin pensar dos veces.
Joseph Cotten, un íntimo amigo de Welles, se percató de la obsesión de Orson por esta estrella de Hollywood y decidió tomar cartas en el asunto. Con el objetivo de cumplir el deseo de su amigo y presentarle a la enigmática mujer, organizó una fiesta. Y así, en ese evento, Orson Welles tuvo el privilegio de conocer a Rita Hayworth, la pelirroja más famosa de la época dorada del cine. A pesar de que Rita Hayworth llegó acompañada por Victor Mature, otro reconocido actor de la época, esto no importó en lo más mínimo a Welles. Tampoco se dejó desanimar por la indiferencia y la manera en que Hayworth rechazó sus coqueteos iniciales. Determinado y persistente, al día siguiente de la fiesta, lo primero que hizo este impaciente enamorado fue tomar el teléfono y marcar el número de Hayworth. Y así fue, día tras día, llamada tras llamada, con la esperanza de conquistar su corazón.
Pasaron cinco largas semanas hasta que, finalmente, Hayworth cedió ante la insistencia de Welles y aceptó salir a cenar con él. Sin embargo, una vez que Welles tuvo la oportunidad de compartir tiempo con la mujer que le había cautivado de manera tan profunda, se dio cuenta de que la persona real de Rita no correspondía exactamente a la imagen de vampiresa sensual y hechicera que proyectaba en la pantalla. Aun así, no había duda de que, con su silueta perfecta y su cabellera rojiza admirable, su modo de andar a la vez provocativo y majestuoso, Hayworth era indudablemente tan hermosa como se mostraba en sus películas. Pero lo que más llamó la atención y más llenó de amor y ternura a Orson fue descubrir la vulnerabilidad de Rita, su ausencia total de afectación y su sencillez en la manera en que provocaba emociones en los demás.
En un giro inesperado del destino, Orson Welles y Rita Hayworth se casaron en 1943 y formaron una familia, siendo padres de una hija llamada Rebecca. Sin embargo, como ocurre en muchas relaciones, con el tiempo surgieron dificultades y desafíos. En 1947, durante el juicio de divorcio, Hayworth afirmó con tristeza: “No saben cuánto me esforcé por formar un hogar con el señor Welles. Pero él parecía no tener interés en establecer un hogar. Todas las noches me decía que anhelaba ser un hombre libre”. Estas palabras revelaron los desafíos internos y las diferencias que surgieron entre ellos como pareja.
A pesar de los altibajos y las circunstancias que llevaron a su divorcio, la historia de amor entre Orson Welles y Rita Hayworth continúa siendo fascinante para los fans y los críticos por igual. Su romance representa una época de glamour en Hollywood, pero también muestra la complejidad y las luchas personales que pueden surgir en una relación. La belleza y el talento de ambos actores, combinados con los desafíos y las tragedias que enfrentaron, han dejado un legado duradero en la historia del cine.
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