“En la constelación de estrellas que brillaron durante la época dorada de Hollywood, hay una que resplandece con un brillo especial. Su nombre es Janet Gaynor, la primera actriz en ser galardonada con un Oscar, cuya carrera trascendió la transición del cine mudo al sonoro. Su talento no solo se limitó a la gran pantalla; también dejó su huella en el mundo del arte y en los corazones de quienes la conocieron. Adentrémonos en la fascinante vida y legado de esta icónica estrella de cine.”



Janet Gaynor: la primera ganadora del Oscar


Janet Gaynor fue una actriz estadounidense que hizo historia al ser la primera en recibir el premio Oscar a la mejor actriz en 1929. Su carrera abarcó desde el cine mudo hasta el sonoro, y demostró su talento y versatilidad en diversos géneros y papeles. Además de actriz, fue pintora y madre, y vivió una vida llena de éxitos y desafíos.


Sus orígenes y sus primeros pasos en el cine

Janet Gaynor nació con el nombre de Laura Augusta Gainor el 6 de octubre de 1906 en Filadelfia, Pensilvania. Era la hija menor de Laura Buhl y Frank De Witt Gainor, un pintor que le enseñó a cantar, bailar y hacer acrobacias. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía ocho años, y se mudó con su madre y su hermana a Chicago, donde su madre se casó con un electricista llamado Harry C. Jones. Más tarde, la familia se trasladó a San Francisco, donde Janet asistió al instituto y participó en obras de teatro escolares.

En 1923, tras graduarse del instituto, Janet decidió seguir su sueño de ser actriz y se fue a Los Ángeles con una amiga. Allí empezó a trabajar como extra en películas mudas, sin cobrar nada a cambio. También consiguió un empleo en una zapatería para poder pagar el alquiler. Durante esos años, adoptó el nombre artístico de Janet Gaynor, inspirado por una actriz llamada Janet Sully que había visto en una revista.

En 1926, Janet tuvo su primera gran oportunidad cuando fue seleccionada como una de las WAMPAS Baby Stars, un grupo de jóvenes actrices prometedoras elegidas cada año por la Western Association of Motion Picture Advertisers. Ese mismo año, protagonizó su primera película, Johnstown Flood, dirigida por Irving Cummings. La película fue un éxito y llamó la atención de los productores de la Fox Film Corporation, que le ofrecieron un contrato.


Su consagración como estrella del cine mudo

Janet Gaynor se convirtió pronto en una de las estrellas más populares del cine mudo, gracias a su belleza delicada, su expresividad y su química con sus coprotagonistas. Entre 1927 y 1928, protagonizó tres películas que marcaron su carrera: El séptimo cielo (1927), El ángel de la calle (1928) y Amanecer (1927). Las dos primeras fueron dirigidas por Frank Borzage y coprotagonizadas por Charles Farrell, con quien formó una de las parejas más famosas del cine. La tercera fue dirigida por F. W. Murnau, uno de los maestros del expresionismo alemán.

Estas tres películas fueron aclamadas por la crítica y el público, y le valieron a Janet Gaynor el primer premio Oscar a la mejor actriz en la historia del cine. En aquella época, el premio se otorgaba por el conjunto de trabajos realizados en un año y no por una sola película. Janet recibió la estatuilla el 16 de mayo de 1929 en el Hollywood Roosevelt Hotel, en una ceremonia sencilla que duró solo quince minutos.


Su transición al cine sonoro

Janet Gaynor supo adaptarse al cambio del cine mudo al sonoro, que supuso el fin de muchas carreras en Hollywood. A diferencia de otras actrices mudas que tenían voces inadecuadas o acentos extranjeros, Janet tenía una voz dulce y clara que le permitió seguir trabajando sin problemas. Además, aprendió a memorizar largos diálogos y a transmitir emociones con el tono vocal.

Su primera película sonora fue Sunny Side Up (1929), un musical dirigido por David Butler y coprotagonizado por Charles Farrell. La película fue un éxito y demostró que Janet podía cantar y bailar además de actuar. A partir de entonces, Janet alternó películas musicales con dramas románticos, comedias y adaptaciones literarias.

Entre sus películas más destacadas de los años 30 se encuentran Deliciosa (1931), una comedia musical dirigida por David Butler y coprotagonizada por Charles Farrell; Adorable (1933), una comedia romántica dirigida por William Dieterle y coprotagonizada por Herbert Marshall; El pequeño coronel (1935), un drama histórico dirigido por David Butler y coprotagonizado por Lionel Barrymore y Shirley Temple; y Ha nacido una estrella (1937), un drama romántico dirigido por William A. Wellman y coprotagonizado por Fredric March.

Por su papel en Ha nacido una estrella, Janet Gaynor recibió su segunda nominación al Oscar a la mejor actriz, pero perdió frente a Luise Rainer por La buena tierra. Ha nacido una estrella fue la primera versión de una historia que se ha repetido varias veces en el cine, con Judy Garland, Barbra Streisand y Lady Gaga como protagonistas.


Su retiro y su vida posterior

En 1938, Janet Gaynor decidió retirarse del cine para dedicarse a su familia. Ese año se casó con Gilbert Adrian, un famoso diseñador de vestuario que había trabajado con ella en varias películas. La pareja tuvo un hijo, Robin, en 1940. Janet solo volvió a actuar ocasionalmente en el teatro y la televisión, como en la obra The Quiet Room (1951) o en la serie The Love Boat (1981).

Janet también se dedicó a su otra pasión artística, la pintura. Expuso sus obras en varias galerías y museos, y recibió elogios por su estilo impresionista. Su marido Gilbert murió en 1959, y ella se casó en 1964 con Paul Gregory, un productor teatral.

En 1982, Janet sufrió un grave accidente de tráfico cuando viajaba en un taxi con su marido, su amiga la actriz Mary Martin y el representante de esta, Ben Washer. El taxi fue embestido por un coche conducido por un conductor ebrio. Washer murió en el acto, y Janet quedó gravemente herida. Aunque sobrevivió al accidente, su salud se deterioró progresivamente.

Janet Gaynor falleció el 14 de septiembre de 1984 en Palm Springs, California, a los 77 años, a causa de una neumonía. Fue enterrada en el cementerio Hollywood Forever, junto a su primer marido Gilbert Adrian.


Su legado

Janet Gaynor fue una de las actrices más queridas y respetadas de Hollywood. Su carrera abarca más de cincuenta películas, que reflejan la evolución del cine desde el mudo hasta el sonoro. Su talento y su carisma le hicieron ganar el primer Oscar a la mejor actriz y ser nominada dos veces más. Su imagen de chica dulce e inocente contrastaba con su personalidad fuerte e inteligente.

Janet Gaynor dejó una huella imborrable en la historia del cine y en el corazón de sus fans. Su estrella brilla en el Paseo de la Fama de Hollywood desde 1960.



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