En el oscuro y vibrante mundo del boxeo, una figura emerge como un enigma indeleble: Charles “Sonny” Liston. Su vida, una mezcla de tragedia y triunfo, lo llevó desde los campos de algodón de Arkansas hasta los titulares de las noticias deportivas en todo el mundo. Liston, un hombre de orígenes humildes y un pasado turbulento, se forjó en el crisol de la prisión, donde encontró redención en los guantes. Pero su ascenso meteórico en el ring estuvo marcado por la controversia, la sospecha de vínculos con la mafia y un destino trágico y misterioso que dejó una sombra sobre su legado. En este relato, exploraremos la fascinante y enigmática vida de Sonny Liston, un campeón temido y olvidado cuya historia trasciende los límites del cuadrilátero.



Charles “Sonny” Liston: el campeón temido y olvidado
Charles “Sonny” Liston fue uno de los boxeadores más dominantes y controvertidos de la historia. Su vida estuvo marcada por la pobreza, la violencia, el racismo y el crimen. Su carrera estuvo llena de triunfos y fracasos, de gloria y misterio. Su legado ha sido eclipsado por sus rivales más famosos, pero su huella en el deporte es innegable.
Orígenes humildes y duros
Liston nació el 8 de mayo de 1932 en Sand Slough, Arkansas, una zona rural donde predominaban los campos de algodón. Fue el número 24 de los 25 hijos que tuvo su padre, Tobey Liston, un granjero alcohólico y abusivo que los sometía a trabajos forzados. Su madre, Helen Baskin, lo abandonó cuando él tenía ocho años y se mudó a St. Louis, Missouri.
Liston creció en un ambiente hostil y sin educación. No sabía leer ni escribir, y tampoco tenía una fecha exacta de nacimiento. Se escapó de casa varias veces, buscando una vida mejor, pero siempre terminaba en problemas con la ley. A los 13 años fue arrestado por robar una gallina y enviado a un reformatorio. A los 15 años fue acusado de asaltar a un hombre y condenado a cinco años de prisión en la Penitenciaría Estatal de Missouri.
Fue en la cárcel donde descubrió el boxeo, gracias a un sacerdote católico llamado Alois Stevens, que dirigía un programa de rehabilitación para los reclusos. Stevens vio el potencial de Liston, que medía 1,85 metros y pesaba más de 90 kilos, y lo entrenó para que canalizara su agresividad en el ring. Liston se convirtió en el campeón de la prisión y obtuvo una libertad condicional anticipada en 1952.
Ascenso meteórico y obstáculos constantes
Liston se mudó a St. Louis, donde se reencontró con su madre y sus hermanos. Allí conoció al entrenador John Vitale, que lo llevó al gimnasio Jefferson Barracks y lo preparó para su debut profesional. El 2 de septiembre de 1953, Liston noqueó a Don Smith en el primer asalto, iniciando una racha de cinco victorias consecutivas por la vía rápida.
En su sexta pelea, Liston se enfrentó a John Summerlin en Detroit, un rival con un récord de 22-1 que lo puso a prueba. La pelea fue transmitida por televisión a nivel nacional, lo que le dio a Liston una gran exposición mediática. Liston ganó por decisión dividida en ocho asaltos, demostrando su fortaleza y resistencia.
En su siguiente combate, Liston volvió a vencer a Summerlin por decisión unánime en diez asaltos. Sin embargo, en su octava pelea sufrió su primera derrota ante Marty Marshall, un ex sparring de Joe Louis que le fracturó la mandíbula con un gancho izquierdo en el primer round. Liston aguantó hasta el final, pero perdió por decisión dividida en ocho asaltos.
Liston se recuperó de la lesión y volvió al ring con más determinación. En 1955 ganó seis peleas, cinco por nocaut, incluyendo la revancha con Marshall, al que derrotó por nocaut técnico en el sexto asalto. En 1956 ganó la trilogía con Marshall por decisión unánime en diez asaltos, pero también tuvo otro altercado con la policía. Fue arrestado por agredir a un oficial durante una redada en un bar clandestino, lo que le valió una sentencia de nueve meses en la cárcel.
Liston perdió todo el año 1957 sin pelear, lo que afectó su progreso y su reputación. Muchos promotores y boxeadores lo evitaban por sus antecedentes penales y su vinculación con la mafia, que lo apoyaba financieramente. Liston también era visto con recelo por la opinión pública, que lo consideraba un matón y un delincuente.
En 1958, Liston regresó al boxeo con más hambre de victoria. Ganó ocho peleas, siete por nocaut, ante rivales de mayor nivel, como Ernie Cab, Bert Whitehurst y Wayne Bethea. Liston se convirtió en uno de los principales contendientes al título mundial de los pesos pesados, pero el campeón Floyd Patterson y su mánager Cus D’Amato se negaban a enfrentarlo.
En 1959, Liston continuó su camino hacia la corona con cuatro victorias más, todas por nocaut. Destacaron sus triunfos sobre Mike DeJohn, Cleveland Williams y Niño Valdés, tres de los mejores pesos pesados del momento. Liston demostró su poderío y su técnica, basados en una potente izquierda y una derecha devastadora.
En 1960, Liston ganó cinco peleas más, cuatro por nocaut. Repitió su victoria sobre Williams, al que noqueó en el segundo asalto. También venció a Roy Harris, Zora Folley y Eddie Machen, tres aspirantes al título que habían sido rechazados por Patterson. Liston se consolidó como el retador número uno, pero seguía sin tener la oportunidad de disputar el cinturón.
En 1961, Liston tuvo otro contratiempo legal. Fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y portar un arma sin licencia. La Comisión Atlética de Pensilvania le suspendió la licencia de boxeo por un año fiscal, lo que le impidió pelear en ese estado y en otros que le seguían. Liston volvió a ser marginado por el mundo del boxeo, que lo consideraba un mal ejemplo para el deporte.
Conquista y pérdida del título mundial
Liston no se rindió ante las adversidades y siguió presionando para obtener su chance por el título. Finalmente, en 1962, logró que Patterson aceptara enfrentarlo, gracias a la intervención del presidente John F. Kennedy y del actor Frank Sinatra, que eran amigos del campeón. La pelea se pactó para el 25 de septiembre de 1962 en el Comiskey Park de Chicago.
Liston llegó al combate con un récord de 33-1, con 23 nocauts. Patterson tenía un récord de 38-2, con 28 nocauts. La pelea fue breve e intensa. Liston salió a buscar el nocaut desde el inicio, mientras que Patterson intentó moverse y contragolpear. Sin embargo, Liston conectó una poderosa derecha al mentón de Patterson en el primer minuto, que lo envió a la lona. Patterson se levantó tambaleante, pero Liston lo remató con otra derecha que lo dejó inconsciente. El árbitro Frank Sikora detuvo la pelea a los dos minutos y seis segundos del primer asalto.
Liston se convirtió en el nuevo campeón mundial de los pesos pesados, rompiendo el récord de Joe Louis como el más rápido en ganar el título por nocaut. Sin embargo, su triunfo no fue celebrado por la mayoría de los espectadores, que abuchearon al nuevo monarca. Liston tampoco recibió el reconocimiento de la prensa ni de las autoridades deportivas, que lo ignoraron o lo criticaron.
Liston tuvo que conceder una revancha obligatoria a Patterson, que se realizó el 22 de julio de 1963 en el Convention Center de Las Vegas. La pelea fue aún más corta que la primera. Liston salió a repetir su estrategia ofensiva, mientras que Patterson trató de sorprenderlo con un golpe rápido. Sin embargo, Liston bloqueó el ataque de Patterson y le respondió con una izquierda al mentón que lo derribó. Patterson intentó levantarse, pero cayó nuevamente. El árbitro Harry Krause contó hasta diez y declaró el nocaut a los dos minutos y diez segundos del primer asalto.
El desafío de Cassius Clay (Muhammad Ali)
Liston buscó un nuevo rival para defender su título, pero no encontró ninguno que le ofreciera una buena bolsa o una buena reputación. Los mejores pesos pesados del momento, como Sonny Banks, Doug Jones y Henry Cooper, habían sido derrotados por un joven y carismático boxeador llamado Cassius Clay, que se había proclamado campeón olímpico en Roma 1960 y que tenía un récord invicto de 19-0, con 15 nocauts.
Clay era todo lo contrario a Liston. Era elocuente, divertido, arrogante y provocador. Se ganó el apodo de “The Louisville Lip” (El labio de Louisville) por su forma de hablar y de rimar. Era un maestro del autopromoción y del espectáculo. También era un activista político y social, que se había convertido al islam y que apoyaba al movimiento de los derechos civiles.
Clay retó públicamente a Liston varias veces, llamándolo “oso feo” y “tonto”. Lo siguió hasta su casa, lo insultó en la calle, lo interrumpió en sus entrenamientos y lo desafió en sus conferencias de prensa. Clay logró captar la atención de los medios y del público, que se dividieron entre los que lo admiraban y los que lo odiaban.
Liston aceptó el reto de Clay, pensando que sería una pelea fácil y lucrativa. La pelea se pactó para el 25 de febrero de 1964 en el Convention Center de Miami Beach. Liston llegó al combate con un récord de 35-1, con 25 nocauts. Clay tenía un récord de 19-0, con 15 nocauts. Liston era el favorito por una amplia ventaja, pero Clay confiaba en su velocidad y su inteligencia.
La pelea fue una de las más memorables e históricas de todos los tiempos. Clay sorprendió a Liston desde el primer asalto, moviéndose con agilidad y golpeando con precisión. Liston intentó acorralar a Clay y castigarlo con su fuerza, pero no pudo alcanzarlo ni intimidarlo. Clay le hablaba a Liston durante la pelea, burlándose de él y desafiándolo.
En el tercer asalto, Clay abrió un corte sobre el ojo izquierdo de Liston, algo que nunca le había pasado al campeón. En el cuarto asalto, Clay sufrió una irritación en los ojos, posiblemente causada por una sustancia que le habían aplicado a Liston para cerrar la herida. Clay no veía bien y le pidió a su esquina que le cortaran los guantes. Su entrenador Angelo Dundee lo calmó y le limpió la cara.
En el quinto asalto, Clay recuperó la visión y volvió a dominar a Liston con su rapidez y su técnica. En el sexto asalto, Clay castigó a Liston con una serie de golpes que lo hicieron retroceder. Liston estaba cansado, herido y frustrado. Al final del asalto, regresó a su esquina y se sentó en el taburete. No se levantó para el séptimo asalto.
Clay se convirtió en el nuevo campeón mundial de los pesos pesados por abandono. Saltó al centro del ring y gritó: “¡Soy el más grande! ¡Soy el más grande! ¡Le dije al mundo!”. Luego se acercó a la prensa y les dijo: “¡Comedme vuestras palabras!”. Fue una victoria sorprendente e histórica, que marcó el inicio de una leyenda.
El final trágico y misterioso
Liston no aceptó su derrota ante Clay y pidió una revancha inmediata. La pelea se pactó para el 16 de noviembre de 1964 en Boston, pero se pospuso por una lesión de Clay. Mientras tanto, Clay cambió su nombre por Muhammad Ali, tras afiliarse a la Nación del Islam, una organización religiosa radical que predicaba la supremacía negra y el separatismo racial.
La pelea se realizó finalmente el 25 de mayo de 1965 en Lewiston, Maine, una pequeña ciudad que fue elegida por motivos de seguridad. Liston llegó al combate con un récord de 35-2, con 25 nocauts. Ali tenía un récord de 20-0, con 16 nocauts. Ali era el favorito, pero Liston esperaba recuperar su título y su orgullo.
La pelea fue una de las más extrañas y polémicas de la historia. Duró solo un minuto y 44 segundos. En el primer asalto, Ali se movió con soltura y golpeó a Liston con su jab. Liston trató de acercarse a Ali, pero no pudo conectar ningún golpe significativo. En un momento, Ali lanzó una rápida derecha que apenas rozó el mentón de Liston, que cayó al suelo.
Ali no fue a una esquina neutral, sino que se quedó sobre Liston, gritándole que se levantara. El árbitro Jersey Joe Walcott no inició el conteo, sino que trató de separar a los boxeadores. Liston se levantó después de unos segundos, pero Walcott no se dio cuenta. La pelea continuó brevemente, hasta que un periodista le avisó a Walcott que Liston había estado más de diez segundos en la lona. Walcott detuvo la pelea y declaró el nocaut a favor de Ali.
La pelea fue recibida con incredulidad y sospecha por parte del público y los medios. Muchos creyeron que Liston se había dejado caer o que había sido sobornado por la mafia para perder. Otros pensaron que Ali había usado algún truco o que había golpeado a Liston con un puñetazo ilegal. El golpe de Ali fue bautizado como “el puñetazo fantasma” o “el ancla de Lewiston”.
Liston nunca pudo explicar lo que pasó en esa pelea. Dijo que el golpe de Ali le había dolido y que no había escuchado el conteo del árbitro. También dijo que no se había levantado porque temía que Ali lo golpeara de nuevo. Su imagen quedó dañada y su carrera en declive.
Liston siguió peleando hasta 1970, ganando 14 peleas y perdiendo una. Su última pelea fue el 29 de junio de 1970 en Jersey City, Nueva Jersey, donde noqueó a Chuck Wepner en el noveno asalto. Liston tenía 38 años y un récord de 50-4, con 39 nocauts.
Liston fue encontrado muerto por su esposa Geraldine en su casa de Las Vegas el 5 de enero de 1971. Geraldine había estado fuera dos semanas y al volver encontró el cuerpo de Liston en la cama, en estado de descomposición. Geraldine llamó al abogado y al médico de Liston, pero no avisó a la policía hasta varias horas después.
La causa oficial de la muerte de Liston fue una sobredosis accidental de heroína y morfina, aunque nunca se hizo una autopsia. En la casa se encontraron jeringas, agujas y otras drogas. Sin embargo, muchos dudaron de esta versión y especularon con otras posibilidades, como un asesinato por parte de la mafia, un suicidio o una venganza.
Liston fue enterrado en el cementerio Paradise Memorial Gardens en Las Vegas, Nevada. Su lápida lleva la inscripción: “Un hombre”.
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