En las vastas praderas de West Brookfield, Massachusetts, nació Lucy Stone en 1818, desafiando desde su infancia las estructuras patriarcales que intentaban confinarla. En un tiempo donde las mujeres eran silenciadas, Stone se erigió como una voz intrépida, luchando no solo contra la opresión de género en su hogar, sino también contra las cadenas de la esclavitud que asolaban la nación. Armada con el griego y el hebreo, desentrañó las interpretaciones sexistas de la Biblia, forjando su propio camino educativo. Desde las aulas del Oberlin College hasta los estrados de las convenciones de derechos de las mujeres, Stone desafió no solo el statu quo, sino también las divisiones internas del movimiento sufragista del siglo XIX. Aunque su voto le fue negado en vida, Lucy Stone dejó un legado imborrable, esculpido en las páginas de la historia estadounidense como una precursora incansable de la igualdad y la justicia.



El Legado de Lucy Stone: Luchadora por los Derechos de las Mujeres”


Lucy Stone nació el 13 de agosto de 1818 en West Brookfield, Massachusetts, en una familia de granjeros. Desde niña, se rebeló contra la autoridad patriarcal de su padre, que trataba a su madre como una sirvienta y le negaba el acceso a la educación. Lucy se propuso aprender griego y hebreo para poder leer la Biblia en su idioma original y cuestionar las interpretaciones machistas que justificaban la opresión de las mujeres. También se inspiró en las hermanas Grimké, dos abolicionistas que defendían los derechos de las mujeres y de las personas afroamericanas.

Para costear sus estudios, Lucy trabajó como maestra y ahorró lo suficiente para ingresar en el Oberlin College de Ohio, la primera universidad que admitía a mujeres y a personas de color. Allí se graduó en 1847, siendo la primera mujer de Massachusetts en obtener un título universitario. Sin embargo, tuvo que enfrentarse al sexismo y al racismo de algunos profesores y compañeros, que la excluían de ciertos cursos y debates.

Después de graduarse, Lucy se unió a la Sociedad Americana contra la Esclavitud, una organización abolicionista que le permitió desarrollar sus habilidades como oradora y escritora. En 1847, dio su primer discurso público sobre los derechos de las mujeres en la iglesia de su hermano Bowman, causando una gran impresión por su elocuencia y su valentía. A partir de entonces, recorrió el país dando conferencias sobre el feminismo y el abolicionismo, enfrentándose a menudo a burlas, insultos e incluso agresiones físicas.

En 1850, Lucy organizó la primera convención nacional sobre los derechos de las mujeres en Worcester, Massachusetts, donde se reunieron más de mil personas para debatir sobre temas como el sufragio femenino, la igualdad salarial, la educación, el divorcio y la propiedad. Allí conoció a Henry B. Blackwell, un abolicionista que se enamoró de ella y le propuso matrimonio. Lucy aceptó casarse con él en 1855, pero solo bajo sus propias condiciones: no juraría obediencia a su esposo ni renunciaría a su nombre de soltera. Además, redactó un documento en el que declaraba que su matrimonio no implicaba la sumisión de la mujer al hombre ni el apoyo a las leyes injustas que discriminaban a las mujeres.

En 1857, Lucy dio a luz a su única hija, Alice Stone Blackwell, a quien educó en los principios del feminismo y del abolicionismo. Alice seguiría los pasos de sus padres y se convertiría en una destacada activista y periodista. Lucy y Henry se mudaron a Nueva Jersey en 1870, donde fundaron el Woman’s Journal, un periódico semanal que se convirtió en un referente del movimiento sufragista. Lucy también fue elegida presidenta de la New England Woman Suffrage Association (NEWSA) en 1877.

Lucy Stone fue una de las líderes del ala conservadora del movimiento sufragista, que defendía una estrategia legalista y gradualista para conseguir el voto femenino. Se opuso al ala radical liderada por Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton, que abogaba por una reforma constitucional más radical y amplia que incluyera otros derechos civiles para las mujeres. Esta división provocó la escisión del movimiento en dos organizaciones: la Asociación Nacional del Sufragio Femenino (NWSA) y la Asociación Americana por el Sufragio Femenino (AWSA). Lucy fue cofundadora y presidenta de esta última desde 1869 hasta 1890.

Lucy Stone murió el 18 de octubre de 1893 en Boston, Massachusetts, sin haber visto cumplido su sueño de votar. Sin embargo, dejó un legado imborrable en la historia de los Estados Unidos como una pionera de los derechos de las mujeres y de las personas afroamericanas. Su ejemplo inspiró a muchas otras activistas que continuaron su lucha por la igualdad y la justicia. Su nombre se ha reconocido con diversos honores, como un sello postal, una estatua, un salón de la fama y un sendero histórico.


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