Una de las parejas más famosas y polémicas del cine y la música mexicana fue la formada por María Félix y Agustín Lara. Ella, una actriz de belleza incomparable y carácter indomable. Él, un compositor de genio y sensibilidad, que le dedicó algunas de sus más bellas canciones. Entre ellos hubo amor, pasión, celos y desencuentros, que se reflejaron en una gira que realizaron juntos por el Million Dollar de Los Ángeles, un teatro de gran prestigio que les abrió sus puertas gracias al señor Frank Fouce, un empresario español que admiraba el talento de ambos.
En este artículo, te contamos la historia detrás de esta gira, que se convirtió en un escándalo, que se difundió por la prensa y la radio. ¿Cómo fue el duelo musical entre María Félix y Agustín Lara en el escenario del Million Dollar de Los Ángeles? ¿Qué pasó entre ellos durante los shows? ¿Qué canciones se dedicaron? ¿Cómo reaccionó el público? ¿Qué consecuencias tuvo esta gira para su matrimonio? Sigue leyendo y descubre los detalles de esta crónica de amor y odio.

Cómo el Million Dollar de Los Ángeles fue testigo del amor y el odio entre María Félix y Agustín Lara
María Félix, la diva del cine mexicano, tuvo una tormentosa relación con Agustín Lara, el músico poeta que le dedicó algunas de sus más bellas canciones. Entre ellos hubo amor, pasión, celos y desencuentros, que se reflejaron en una gira que realizaron juntos por el Million Dollar de Los Ángeles, un teatro de gran prestigio que les abrió sus puertas gracias al señor Frank Fouce, un empresario español que admiraba el talento de ambos.
María no estaba muy convencida de ir a cantar con Agustín, pues sabía que él era muy temperamental y caprichoso. Además, ella no se consideraba una cantante profesional, sino una actriz que interpretaba las canciones de su esposo. Pero Alex, su amigo y confidente, la animó a aceptar la propuesta: “Ándale ve, no seas terca, el músico poeta necesita dinero. Fíjate que todavía está pagando el collar de rubíes que te regaló, ¿por qué no vas?”.
Así que María accedió a ir a la bendita gira, sin saber que se iba a enfrentar a una rivalidad con Agustín, que no soportaba que el público la aplaudiera más que a él. En uno de los shows, con el teatro lleno, para ponerla en ridículo delante de la gente, le cambió el acompañamiento. Estaba cantando Solamente una vez y de repente se puso a tocar en el piano Granada. Lógicamente, María se desconcertó, pero en vez de obedecer al piano, siguió cantando Solamente una vez. Al terminar el show, llegó al camerino echando chispas, le pidió a su representante Fanny Schatz, que lo pusiera como camote. Ella fue a su camerino y le dijo: “Maestro, por favor, usted sabe que María no es cantante. No es justo lo que usted le hace, el público no es sordo”. Entonces él se puso en su plan de orgulloso: “¿Ah, no? ¿Entonces por qué canta mis canciones?”. Fanny le trajo el recado y María le advirtió bien advertido, que si no le tocaba bien, cuando él saliera a llorar, ella iba a salir por el otro lado a reírse de sus lamentos.
Alex llegó al día siguiente y le tocó un pleito bien sabroso. Agustín ya no le cambió la melodía, ahora tocaba las canciones en otro ritmo, acariciando las teclas muy despacito, María no sabía cómo emparejarse. Entonces ya no se aguantó el coraje y a la hora que le tocó cantar “Acuérdate de Acapulco”, ella se carcajeaba en su cara, no paraba de reír, como diciendo: ni me acuerdo de Acapulco ni de nada.
La gira se convirtió en un escándalo, que se difundió por la prensa y la radio. Muchos espectadores iban al teatro solo para ver el duelo entre los dos artistas, que se lanzaban indirectas y miradas de fuego. Algunos se ponían del lado de María, otros del de Agustín, y otros disfrutaban de la música y el drama. Lo cierto es que la gira fue un éxito de taquilla, pero un fracaso para el matrimonio, que se divorció poco después de regresar a México. María y Agustín se separaron, pero nunca se olvidaron. Sus canciones quedaron como testimonio de su amor y de su desamor.
Reflexión Final
La gira de María Félix y Agustín Lara en el Million Dollar de Los Ángeles fue un episodio único e irrepetible en la historia del cine y la música mexicana. Fue el escenario donde se expresaron el amor y el odio, la pasión y el rencor, la admiración y la rivalidad entre dos grandes artistas, que se unieron y se separaron por sus canciones. Fue también el testimonio de una época dorada, donde el talento y la personalidad de María y Agustín cautivaron al público de ambos lados de la frontera. Fue, en fin, una gira que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva, que se revive cada vez que se escuchan las melodías de Agustín y se ven las imágenes de María.
El CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES