En las sombras de la Guerra Civil Española, una historia menos conocida pero igualmente fascinante se desarrollaba entre las veneradas paredes del Museo del Prado. No era una batalla de fusiles y estrategias militares, sino una lucha desesperada por salvar tesoros invaluables del arte y la historia. En esta narrativa, las armas eran la astucia, la valentía y una inquebrantable devoción por la cultura. Esta es la crónica de cómo un grupo de intelectuales y artistas, encabezados por la visionaria María Teresa León, emprendieron una misión casi imposible: evacuar más de 300 obras maestras de las garras de la destrucción, tejiendo un capítulo extraordinario en la historia del arte y de la resistencia humana. Aquí, en estas líneas, revivimos la épica evacuación del Prado, un relato de perseverancia, solidaridad internacional y un tributo a la inquebrantable fuerza del espíritu humano en medio del caos de la guerra.



“Operación Rescate: La Heroica Evacuación del Tesoro del Prado en la Guerra Civil”
La evacuación de las obras de arte del Prado fue una de las hazañas más heroicas y admirables de la Guerra Civil Española. María Teresa León, junto con otros intelectuales y artistas, se encargó de organizar y supervisar el traslado de más de 300 pinturas y esculturas de incalculable valor, que formaban parte del patrimonio cultural de España. A continuación, te presento algunos datos interesantes sobre este tema:
- El motivo principal de la evacuación fue la amenaza de los bombardeos aéreos que sufría Madrid por parte de las fuerzas franquistas y sus aliados italianos y alemanes. El 16 de noviembre de 1936, nueve bombas cayeron sobre el Museo del Prado, causando daños en el edificio y en algunas obras. Ese mismo día, el gobierno republicano creó la Junta de Defensa y Protección del Tesoro Artístico Nacional, presidida por el escritor Timoteo Pérez Rubio, y de la que formaban parte María Teresa León, Rafael Alberti, José Bergamín, Arturo Serrano Plaja, entre otros.
- La evacuación se realizó en varias etapas, desde noviembre de 1936 hasta febrero de 1939. La primera fase consistió en trasladar las obras desde el Museo del Prado hasta el sótano del Banco de España, donde se embalaron con cajas de madera, papel de periódico, algodón y lana. La segunda fase fue llevar las obras desde el Banco de España hasta la estación de Atocha, donde se cargaron en camiones del Quinto Regimiento, escoltados por milicianos armados. La tercera fase fue transportar las obras desde Atocha hasta Valencia, donde se instaló el gobierno republicano. La cuarta fase fue enviar las obras desde Valencia hasta Ginebra, pasando por Barcelona y Figueras, donde se almacenaron en el castillo de Peralada. La quinta y última fase fue devolver las obras desde Ginebra hasta Madrid, una vez terminada la guerra.
- Entre las obras que se evacuaron se encontraban algunas de las más famosas y emblemáticas de la historia del arte, como Las Meninas de Velázquez, El jardín de las delicias de El Bosco, El tres de mayo de 1808 de Goya, La Anunciación de Fra Angelico, El caballero de la mano en el pecho de El Greco, La rendición de Breda de Velázquez, La maja desnuda de Goya, La familia de Carlos IV de Goya, Las tres gracias de Rubens, entre muchas otras. También se evacuaron esculturas, tapices, dibujos y grabados. En total, se calcula que se evacuaron unas 353 obras del Museo del Prado, 118 del Museo de Arte Moderno, 26 del Museo Arqueológico, 5 del Museo de América, 14 del Palacio Real, 5 de la Academia de San Fernando y 2 de la Biblioteca Nacional.
- La evacuación de las obras de arte del Prado fue un ejemplo de solidaridad internacional y de respeto por la cultura. Varios países y organizaciones colaboraron con la Junta de Defensa y Protección del Tesoro Artístico Nacional, facilitando el transporte, el alojamiento y la custodia de las obras. Entre ellos se destacan Francia, Suiza, la Sociedad de Naciones, la Cruz Roja, el Comité Internacional de Museos y el Comité Internacional de Cooperación Intelectual. Además, se establecieron estrictas medidas de seguridad y de conservación para garantizar la integridad de las obras, que se sometieron a revisiones periódicas y a tratamientos preventivos contra el fuego, la humedad y los insectos.
- La evacuación de las obras de arte del Prado tuvo también un significado político y simbólico. Las obras representaban la identidad y la memoria histórica de España, así como los valores de libertad, democracia y progreso que defendía el gobierno republicano. Por eso, la evacuación fue una forma de proteger y reivindicar esos valores, frente a la barbarie y el fascismo que encarnaba el bando sublevado. Al mismo tiempo, la evacuación fue una forma de difundir y compartir la riqueza cultural de España con el resto del mundo, mostrando la diversidad y la calidad de su arte. De hecho, algunas de las obras evacuadas se exhibieron en exposiciones internacionales, como la de París en 1937, donde se presentó el famoso Guernica de Picasso, que también fue una obra evacuada.
Reflexión Final
La evacuación de las obras de arte del Museo del Prado durante la Guerra Civil Española es un recordatorio poderoso de que, incluso en los momentos más oscuros de la historia, el arte y la cultura mantienen su lugar sagrado en la humanidad. Esta hazaña no fue solo una operación logística de inmenso valor, sino también un acto de resistencia y un símbolo de la lucha por preservar la identidad y la memoria colectiva. A través de este acto heroico, se salvaguardó no solo un patrimonio artístico invaluable, sino también se defendió la noción de que la belleza, la creatividad y el legado cultural son elementos cruciales de nuestra civilización que deben ser protegidos a toda costa.
Este episodio histórico también destaca la importancia de la solidaridad y la cooperación internacional en la protección del patrimonio cultural. La unión de esfuerzos de diferentes naciones y organizaciones para salvar estas obras subraya que el arte trasciende fronteras, ideologías y conflictos. Sirve como un recordatorio de que, en tiempos de crisis, la cultura puede ser un poderoso agente de unión y esperanza. La evacuación del Prado se convierte así en un símbolo eterno de cómo el espíritu humano, armado con valentía y unidad, puede triunfar sobre la adversidad y preservar la luz del conocimiento y la belleza para las futuras generaciones.
El CANDELABRO. ILUMINANDO MENTES