En la brumosa isla de Gran Bretaña, una tierra de verdes colinas y misteriosas brumas, vivieron los britanos, un pueblo celta de robusta resiliencia y rica cultura. Antes de que las legiones de Roma marcharan sobre sus tierras y antes de que los cascos de los barcos anglosajones surcaran sus costas, los britanos forjaron un mosaico de tribus y reinos, entrelazando sus destinos con el tapiz cambiante de la historia. Este relato comienza en una era donde la mitología se entrelaza con la realidad, llevándonos a través de invasiones, resistencias y transformaciones, desplegando el épico viaje de los britanos frente a las mareas de poderosos imperios y las oleadas de migraciones germánicas.
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📷 Imagen generada por GPT-4o para El Candelabro. © DR
La retirada romana y el establecimiento de los anglosajones: Cambios en la cultura britana.
Los britanos fueron un antiguo pueblo celta que habitaba en lo que hoy conocemos como Gran Bretaña. A lo largo de su existencia, su territorio estuvo compuesto por numerosas áreas controladas por diversas tribus, lo que llevó a una configuración cambiante de su territorio. Durante el periodo romano, los britanos se enfrentaron a la invasión del Imperio Romano, resistiendo en un principio antes de ser conquistados. Posteriormente, con la retirada romana, se produjeron invasiones germánicas y migraciones de las tribus britanas hacia otras regiones.
I. Los britanos antes de la llegada romana
- Territorio y tribus britanas
Antes de la llegada de los romanos, el territorio de los britanos abarcaba la totalidad de la isla de Gran Bretaña, aunque la extensión exacta es incierta. Se cree que su territorio llegaba hasta el istmo de Clyde-Forth, al norte del cual habitaban los pictos. Parte de este territorio picto fue absorbido por el reino gaélico de Dalriata. Además, la isla de Man estuvo originalmente habitada por britanos, aunque también pasó a ser territorio gaélico. Se estima que la isla de Irlanda era predominantemente gaélica en este periodo.
II. La invasión romana y la resistencia britana
- La conquista romana de Britania
En el año 43 d.C., el Imperio Romano invadió Britania bajo el mando del emperador Claudio. Las tribus britanas se opusieron tenazmente a las legiones romanas, pero a pesar de su resistencia, los romanos lograron conquistar gradualmente el territorio. Para el año 84 d.C., los romanos habían conquistado la mayor parte de la isla, llegando hasta el istmo de Clyde-Forth. - La revuelta britana y la construcción de la muralla de Adriano
Sin embargo, en el año 115 d.C., los nativos britanos se sublevaron contra sus conquistadores y aniquilaron a las guarniciones romanas de Eburacum (York). En respuesta a esta rebelión, el emperador romano Adriano visitó Britania en 122 d.C. e inició la construcción de una muralla defensiva conocida como la muralla de Adriano. Esta estructura de aproximadamente 117 km de longitud se construyó en el norte de Inglaterra, a lo largo del golfo de Solway, y se convirtió en el límite norte del dominio romano en Britania. Años más tarde, su sucesor, el emperador Antonio Pío, ordenó la construcción de otra muralla adicional, aproximadamente 50 km al norte de la muralla de Adriano. Sin embargo, estas nuevas posiciones defensivas fueron abandonadas después de la muerte de Antonio Pío en 161 d.C., y la muralla de Adriano volvió a ser la frontera romana durante los siguientes doscientos años, un período de relativa paz.
III. El dominio romano y la influencia en los britanos
- Gobierno y sociedad bajo el dominio romano
Durante el período de dominio romano, las tribus britanas permanecieron en gran parte en sus tierras, pero estaban sujetas al mandato de los gobernadores romanos. El gobierno romano estableció una serie de ciudades, como Londinium (Londres), Camulodunum (Colchester) y Eboracum (York), que se convirtieron en importantes centros administrativos y comerciales. La influencia romana también se hizo evidente en la introducción del cristianismo y en la construcción de infraestructuras como carreteras, acueductos y fortificaciones. - La romanización de los britanos
A medida que avanzaba la ocupación romana, los britanos también experimentaron un proceso de romanización. Esto implicaba la adopción gradual de elementos culturales romanos, como la lengua latina, las costumbres, la arquitectura y la vestimenta. Sin embargo, es importante destacar que la romanización no fue uniforme y que algunastribus britanas resistieron más que otras a la influencia romana, conservando su cultura y tradiciones en mayor medida.
IV. La retirada romana y las migraciones germánicas
- Retirada romana de Britania
Hacia el año 400 d.C., el Imperio Romano comenzó a enfrentar amenazas crecientes en otras partes de Europa y tomó la decisión de retirar gradualmente sus tropas de Britania. Esta retirada dejó a los britanos desprotegidos y expuestos a invasiones externas. - Las invasiones germánicas y el establecimiento de los anglosajones
Con la retirada romana, los pueblos germánicos anglosajones, procedentes de las actuales regiones de Alemania y Dinamarca, comenzaron a migrar hacia la costa oriental de Gran Bretaña. Estas migraciones se llevaron a cabo en varias etapas y resultaron en la fundación de varios reinos anglosajones en la isla, como Northumbria, Mercia, Wessex y Anglia Oriental. - Reemplazo de la cultura britana
A medida que los anglosajones establecieron sus reinos en Gran Bretaña, la cultura y las lenguas britanas fueron desplazadas gradualmente por las de los anglosajones. Los britanos que permanecieron en la isla se vieron sometidos a la dominación de los anglosajones y su cultura se vio eclipsada. Sin embargo, algunas tribus britanas emigraron a otras regiones, como Bretaña (hoy parte de Francia) y el norte de la península ibérica, donde establecieron nuevos reinos y mantuvieron su identidad cultural.
V. La persistencia de la cultura britana en regiones aisladas
- La supervivencia de la cultura britana en la península suroccidental
Aunque la cultura britana fue mayormente reemplazada por la anglosajona en la mayor parte de Gran Bretaña, algunas regiones aisladas lograron preservar elementos de la cultura britana. La península suroccidental, que incluye áreas como Cornualles y Gales, fue una de esas regiones. Allí, el idioma bretón y algunas tradiciones britanas continuaron existiendo durante siglos, manteniendo viva una parte de la herencia britana. - La resistencia en las regiones montañosas
Además de la península suroccidental, las regiones montañosas de los Peninos y Gales también mostraron resistencia a la influencia anglosajona. Estas áreas geográficamente más aisladas permitieron que algunas comunidades britanas conservaran su idioma, costumbres y tradiciones durante más tiempo.
Conclusión
Los britanos, antiguos habitantes de Gran Bretaña, experimentaron una serie de cambios significativos a lo largo de su historia. Desde la invasión romana y la resistencia britana hasta la retirada romana y las migraciones germánicas, su territorio y cultura sufrieron transformaciones drásticas. Aunque la influencia romana y las migraciones anglosajonas llevaron a la desaparición gradual de la cultura britana en la mayoría de Gran Bretaña, algunas regiones lograron mantener vivas sus tradiciones y preservar parte de su identidad britana. La historia de los britanos es un testimonio de la complejidad y dinamismo de los pueblos y culturas que han habitado la isla de Gran Bretaña a lo largo de los siglos.
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