En las anales de la historia marítima, hay un nombre que resplandece con un brillo casi mítico: Zheng He, conocido también como Ma Sanbao. Este eunuco militar, almirante y explorador chino musulmán de la dinastía Ming no fue un simple navegante, sino un pionero que hilvanó el mundo en una tela de audaces expediciones. En un tiempo donde los mapas eran aún un enigma y los océanos un vasto misterio, Zheng He comandó la flota más imponente conocida hasta la Primera Guerra Mundial. Sus viajes, que abarcaron desde el Sudeste asiático hasta las costas de África, no solo desafiaron las fronteras geográficas sino que tejieron una rica tapeztría de intercambios culturales y diplomáticos, mostrando la majestuosidad y diversidad de la cultura china y su capacidad para entablar diálogos pacíficos con civilizaciones lejanas.
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“Imagen generada con inteligencia artificial (IA) por ChatGPT para El Candelabro”
Zheng He: el almirante del dragón que navegó por el mundo
Zheng He, también conocido como Ma Sanbao, fue un eunuco militar, marino y explorador chino musulmán, que vivió entre 1371 y 1433. Fue el comandante de la armada más grande que conoció el mundo hasta la primera guerra mundial, y realizó siete expediciones navales que lo llevaron a recorrer el Sudeste asiático, India, el golfo Pérsico, África oriental y Egipto. Su vida y sus viajes son una muestra de la grandeza y la diversidad de la cultura china, así como de su capacidad para interactuar pacíficamente con otras civilizaciones.
Orígenes y ascenso
Zheng He nació con el nombre de Ma He en una familia musulmana en Yunnan, en el suroeste de China. Su padre era un hajji, es decir, un peregrino que había viajado a la Meca, y su familia afirmaba tener ascendencia mongola. Cuando tenía diez años, fue capturado por el ejército Ming, que acababa de derrotar a los mongoles y reconquistar China. Fue castrado y enviado a la corte imperial como sirviente.
Allí, demostró su inteligencia, lealtad y habilidad militar, y se ganó la confianza del príncipe de Yan, el futuro emperador Yongle. Cuando el príncipe de Yan se rebeló contra su sobrino, el emperador Jianwen, Ma He lo apoyó y participó en la batalla decisiva que le dio el trono en 1402. Como recompensa, el nuevo emperador le cambió el nombre a Zheng He, que significa “eunuco que vale tanto como tres piedras preciosas”, y lo nombró almirante de la flota imperial.
Los viajes del tesoro
El emperador Yongle tenía un gran interés en expandir el comercio y la influencia de China en el mundo, y para ello decidió enviar una serie de expediciones navales que se conocen como los “viajes del tesoro”. Estos viajes tenían como objetivo mostrar el poder y la riqueza del Imperio Ming, establecer relaciones diplomáticas y comerciales con otros países, y recoger tributos y regalos de los gobernantes extranjeros.
Zheng He fue el encargado de dirigir estas expediciones, que se realizaron entre 1405 y 1433. En total, fueron siete viajes, que abarcaron más de 50 países y regiones, y que involucraron a más de 300 barcos y 27.000 hombres. La flota de Zheng He era impresionante, tanto por su tamaño como por su tecnología. Sus naves, llamadas “barcos del tesoro”, eran enormes, algunas medían hasta 120 metros de largo y 50 de ancho, y podían transportar hasta 500 toneladas de carga. Estos barcos estaban equipados con brújulas, timones, velas, cañones y otros instrumentos de navegación y defensa, que les daban una gran ventaja sobre las embarcaciones europeas de la época.
El primer viaje de Zheng He partió de Nankín en 1405, y llegó hasta Java, Sumatra, Malaca, Ceilán e India. En el camino, Zheng He tuvo que enfrentarse a algunos piratas y rebeldes, pero también hizo alianzas y acuerdos comerciales con varios gobernantes locales. Regresó a China en 1407, con una gran cantidad de productos exóticos y animales raros, como jirafas, cebras y leones.
El segundo viaje partió en 1409, y repitió el mismo itinerario que el primero, pero con más barcos y más regalos. El tercer viaje partió en 1413, y se extendió hasta el golfo Pérsico y la península arábiga, donde Zheng He visitó los puertos de Ormuz, Adén y La Meca. En este viaje, Zheng He llevó consigo a varios embajadores extranjeros que habían venido a China a rendir tributo al emperador, y los devolvió a sus países con honores y obsequios.
El cuarto viaje partió en 1417, y fue el más largo y ambicioso de todos. Zheng He llegó hasta las costas de África oriental, donde exploró Somalia, Kenia y Tanzania. Allí, entró en contacto con pueblos y culturas desconocidos para los chinos, y se maravilló con la diversidad de la naturaleza. También se enfrentó a algunos conflictos, como el ataque de un rey local que intentó secuestrar a algunos de sus hombres, y que fue derrotado por Zheng He. El almirante regresó a China en 1419, con más de 10.000 kilos de marfil, 600 kilos de ámbar, 300 kilos de mirra, y otros productos valiosos.
El quinto viaje partió en 1421, y fue el más corto y tranquilo de todos. Zheng He solo visitó algunos de los países que ya había conocido en los viajes anteriores, y se dedicó a consolidar las relaciones comerciales y diplomáticas con ellos. Regresó a China en 1422, y se encontró con que el emperador Yongle había muerto, y que su sucesor, el emperador Hongxi, había decidido suspender las expediciones navales, por considerarlas demasiado costosas e innecesarias.
El sexto viaje partió en 1424, y fue el único que no fue dirigido por Zheng He, sino por su asistente, Wang Jinghong. Este viaje fue una misión especial para llevar de vuelta a casa a los embajadores extranjeros que habían venido a China a rendir tributo al nuevo emperador, el emperador Xuande, hijo de Yongle. Wang Jinghong navegó por el Sudeste asiático, India y el golfo Pérsico, y regresó a China en 1426.
El séptimo y último viaje partió en 1431, y fue el más numeroso y diverso de todos. Zheng He volvió a tomar el mando de la flota, que contaba con más de 300 barcos y 27.000 hombres, entre los que había soldados, marineros, comerciantes, artesanos, médicos, astrónomos, geógrafos y traductores. Zheng He visitó de nuevo el Sudeste asiático, India, el golfo Pérsico y África oriental, y también exploró nuevos lugares, como las islas Maldivas, Sri Lanka y Egipto. En este viaje, Zheng He realizó varias actividades científicas y culturales, como observar eclipses, medir la longitud y la latitud, cartografiar las costas, recoger muestras de plantas y animales, y difundir el budismo, el taoísmo y el islam. Regresó a China en 1433, y murió poco después, posiblemente durante el viaje o poco después de llegar.
Legado e impacto
Los viajes de Zheng He representan una de las mayores hazañas de la historia de la exploración marítima y del contacto intercultural. Zheng He demostró una gran capacidad para navegar por mares desconocidos, para negociar con gobernantes de diferentes culturas y religiones, y para mantener la paz y el orden en las regiones que visitaba. Sus viajes contribuyeron a aumentar el comercio y la influencia de China en el mundo, y a promover el intercambio de conocimientos, productos, ideas y creencias entre los pueblos del océano Índico.
Sin embargo, los viajes de Zheng He también tuvieron un final trágico y paradójico. Tras su muerte, el gobierno Ming decidió abandonar las expediciones navales, y adoptar una política de aislamiento y conservadurismo. La mayoría de los registros y los barcos de Zheng He fueron destruidos, y China se cerró al mundo exterior. La historia de Zheng He fue olvidada por siglos, y solo se recuperó gracias a algunos documentos y testimonios que se conservaron. Hoy en día, Zheng He es reconocido como uno de los grandes exploradores y diplomáticos de la historia, y como un símbolo de la apertura y la diversidad de la cultura china. Su legado ha inspirado a muchos historiadores, escritores, artistas y viajeros, que han tratado de recrear sus viajes y sus experiencias. También ha sido objeto de homenajes y celebraciones, como el Año Internacional de Zheng He, declarado por la UNESCO en 2005, o el Museo Marítimo de Zheng He, inaugurado en Nankín en 2019. Zheng He es un ejemplo de cómo el espíritu de aventura, la curiosidad y el respeto pueden unir a los pueblos del mundo.
Índice temático del artículo:
Zheng He – Almirante chino – Dinastía Ming – Exploraciones navales – Viajes del tesoro – Flota imperial china – Intercambio cultural – Diplomacia marítima – Comercio en el océano Índico – Legado histórico – Museo Marítimo de Zheng He – UNESCO Zheng He 2005
1. Levathes, L. (1996). When China ruled the seas: The treasure fleet of the Dragon Throne, 1405–1433. Oxford University Press.
2. Dreyer, E. L. (2007). Zheng He: China and the oceans in the early Ming dynasty, 1405–1433. Pearson Longman.
3. Wade, G. (2005). The Zheng He voyages: A reassessment. Journal of the Malaysian Branch of the Royal Asiatic Society, 78(1), 37–58.
4. Goodrich, L. C., & Fang, C. (Eds.). (1976). Dictionary of Ming biography, 1368–1644. Columbia University Press.
5. UNESCO. (2005). The 600th anniversary of Zheng He’s voyages. The UNESCO Courier, July–August 2005. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000146156
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